La Iglesia ha declarado a las cigüeñas una amenaza patrimonial para sus edificios. Quiere a estas aves fuera de sus tejados. Hace solo unos días, el 14 de febrero, Miguel Ángel Barbado, encargado de patrimonio de las 11 diócesis de Castilla y León (la región con la mayor población española de esta especie) se quejó del “grave problema de conservación” que supone su anidamiento. También reconoció que el Gobierno regional les está facilitando la retirada de nidos.
Sin embargo, quitar un nido de cigüeña está prohibido y requiere una autorización medioambiental específica pensada para casos excepcionales: que se constaten “efectos perjudiciales para la salud y seguridad de las personas”. Y siempre que no haya “otra solución satisfactoria”. La Sociedad Española de Ornitología entiende que la expulsión de cigüeñas, que debía ser ocasional, “se está convirtiendo en una situación generalizada ya que las retiradas se suelen conceder automáticamente”. La Consejería de Medio Ambiente ha permitido desmontar casi 300 nidos este curso, un récord, según sus propias cuentas.
La cuestión es que, una vez abierta la puerta, se pueda aprovechar la excepción legal para generalizar los desahucios de cigüeñas y que, además, no se estén respetando las exigencias medioambientales de defensa de una especie con un regimen legal de protección especial. en cuanto a épocas de cría o condiciones de vida.
Nicolás López-Jiménez, responsable de Especies Amenazadas de la SEO, contrapone que la protección de la que gozan las cigüeñas “no es un capricho o cosas de los ecologistas. La legislación lo ampara y es una obligación”. Se refiere a la directiva europea sobre aves y la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad. “Igual que hay un patrimonio cultural hay un patrimonio natural”. López-Jiménez entiende que “si hay un riesgo para la seguridad se retire un nido, se asegure y se pueda volver a colocar”.
En periodo de formación de parejas
La falta de cuidado está haciendo que obras autorizadas se estén llevando a cabo en épocas inadecuadas. Por ejemplo, la iglesia de San Eutropio en El Espinar (Segovia) donde vivía una colonia, se encuentra a día de hoy en plena fase de obras. La reparación del templo cuenta con un presupuesto público de 272.000 euros, según consta en el proyecto técnico que ha podido revisar eldiario.es.
El permiso para retirar 48 nidos de ese tejado fue firmada el 24 de septiembre pasado por el Servicio Territorial de Medio Ambiente. Y se incluía que debía realizarse “a la mayor brevedad posible”. Esto permitía no adentrarse en la época de cría de las cigüeñas que es cuando utilizan los nidos. Sin embargo, esos trabajos se acometieron en enero, en la fase de formación de parejas. La autorización expiraba el 15 de febrero pero siguen operando en el tejado. Al otro lado de la región, en Soria, otros dos nidos han sido apeados en el primer mes del año.
Que la parejas de cigüeña de El Espinar no van a encontrar sus casas y que no se quiere que lo hagan lo atestigua, no solo el hecho de que los nidos hayan desaparecido, sino que el propio proyecto técnico contempla la instalación de “equipamiento nuevo que se incorpora a la iglesia [y que] tiene por objeto ahuyentar y disuadir a las cigüeñas para que no establezcan sus nidos en el edificio”. Se refiere a, por un lado, un emisor de ultrasonidos pero añade un dispositivo que da descargas eléctricas “inofensivas para las cigüeñas” para que las aves no aniden allí. López-Jiménez subraya: “En la ley se prohíbe capturarlos, perseguirlos o molestarlos”.
Castilla y León y Extremadura conforman el principal santuario de esta ave en España. Allí han remontado el vuelo tras el mínimo histórico que vivió la especie a comienzos de los años 80 del siglo XX. En la primera se calcula que viven unas 12.000 parejas y en la segunda otras 11.000 según el último censo nacional de 2004.