Madrid y Galicia han sido las comunidades autónomas donde más se ha seguido la huelga convocada para este jueves en la Educación Infantil, según datos de CCOO. Este sindicato ha cifrado en un 80% el seguimiento en estas dos comunidades “entre el personal que podía hacerlo porque no tenía que cumplir con los servicios mínimos”. Catalunya ha tenido un 60% de huelguistas, según la misma fuente, mientras el resto del estado se ha quedado en torno al 50%.
“Considerando que los servicios mínimos son bastante abusivos valoramos muy positivamente la convocatoria, pone de manifiesto que los motivos que la han provocado están más que justificados y que la situación de precariedad requería una movilización contundente en los centros de trabajo”, ha valorado Pedro Ocaña, secretario de Privada y Servicios Socieducativos de la Federación de Educación del sindicato.
CCOO ha protestado porque algunas comunidades, como Madrid, Galicia o Catalunya, han impuesto unos servicios mínimos que implicaban en la práctica que casi la totalidad del personal de las escuelas infantiles tenía que trabajar por calificar este servicio de “esencial”. “No nos dejan hacer huelga”, lamenta Ocaña.
Unas 80.000 educadoras y maestras de Educación Infantil estaban llamadas este jueves a la primera de cuatro jornadas de paros (el 25 de octubre, 8 y 15 de noviembre son las siguientes) ante los no avances en la mejora de sus condiciones laborales tras dos años de negociaciones que no han cristalizado en nada. Este sector está entre los más precarizados del país, según CCOO, además de atomizado. La mezcla de diferentes modelos de gestión de los centros (públicos, privados, públicos de gestión privada, municipales, autonómicos) provoca grandes desigualdades y muchas de las profesionales ganan apenas el mínimo legal.
Así, el aumento del salario mínimo interprofesional (SMI) de los últimos años ha sido la única subida salarial que han tenido estas trabajadoras desde 2011, mientras el IPC ha subido un 25%. Hasta hace tres años, las educadoras de infantil (el 95% del colectivo son mujeres) cobraban 930 euros mensuales. Las últimas tablas retributivas se marcaron en el convenio de septiembre de 2021, que aumentaba sus remuneraciones hasta los 1.028 y 1.122 euros –en centros privados no integrados y escuelas públicas de gestión indirecta, respectivamente–, por 38 horas lectivas de atención directa a los niños.
No es solo una cuestión salarial: España tampoco cumple las recomendaciones del máximo de niños que debe atender una cuidadora. Mientras la Comisión Europea aconseja educar a cuatro bebés por cada persona adulta como cifra óptima cuando tienen un año o menos, en el conjunto del Estado español la estadística ronda los 8. Entre uno y dos años la recomendación es de seis y en los centros de España la ratio está entre 12 y 14. La cifra ideal entre los dos y tres años es ocho niños y la real en las clases oscila entre 18 y 20.
“En mi caso estoy sola con 14 niños de uno y dos años desde las ocho de la mañana hasta las cuatro de la tarde. No saben andar, les tienes que dar de comer mientras les enseñas a que lo hagan solos, o a estar tranquilos con sus amigos, a jugar. O te organizas y te lo tomas con calma o es un caos”, explica Irene, educadora en un centro.