Madrid niega la malnutrición infantil pero apoya las recogidas de alimentos que la combaten
En el Gobierno de la Comunidad de Madrid no queda muy claro si creen que existe (o no) un problema de malnutrición infantil en las familias con dificultades económicas. El presidente Ignacio González (PP) minimiza la magnitud del problema cuando se niega a abrir los comedores escolares durante las vacaciones: “El principal riesgo que tienen los niños de la Comunidad de Madrid de malnutrición es la obesidad”, apunta. Pero, por otro lado, su equipo publicita actividades solidarias en el metro de Madrid, donde una de las acciones de la campaña En línea con quien más lo necesita estaba destinada precisamente a la recogida de meriendas y desayunos para niños madrileños en situación de vulnerabilidad. Niega acciones para paliar el problema aunque aprovecha el impulso de imagen de las campañas de las ONG.
“Hasta las 20h en Chamartín puedes ayudar a @CruzRojaMadrid a conseguir un desayuno o una merienda para niños sin recursos. #tuviajesolidario”, recogía la cuenta de Twitter de Metro de Madrid el pasado lunes. El consejero de Transportes, Infraestructuras y Vivienda, Pablo Cavero, presentó el proyecto solidario el pasado 3 de diciembre, en el que Metro cedía sus instalaciones y un circuito de publicidad en la red del suburbano a 12 ONG para que recogieran fondos para diferentes proyectos sociales. El Canal Metro Madrid también se prestaba a esta labor social con la intención de “visibilizar” estas causas.
Cruz Roja Madrid ha recaudado fondos para la compra de desayunos y meriendas para los niños especialmente vulnerables de la región, a los que atiende a diario. Un colectivo que, a tenor de las palabras que vertió Ignacio González, no supone un problema en esta región. En total, “más de 5.000 menores” en la Comunidad de Madrid, cuenta Guillermo Vázquez, director de Cruz Roja Juventud. La organización social presta una ayuda integral a estos niños y adolescentes y, su responsable, no tiene dudas: “Sí existe una necesidad de alimentación en las familias que tratamos”. Vázquez apunta que “aunque a veces a simple vista no se aprecia, en cuanto hablas un poco con ellos te das cuenta de que no reciben una alimentación completa”.
La contradicción reside en que las instalaciones de la Comunidad de Madrid se han prestado a “visibilizar” un causa (la de la malnutrición), que denuncian las plataformas sociales y la oposición política pero que el Gobierno regional no admite cuando le exigen una respuesta directa, pública. Es el caso de la apertura de los comedores escolares durante el periodo vacacional para asegurar la alimentación completa de los menores, como solicitó la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril.
60.000 familias y tres millones de euros
El pasado verano, cuando se produjo la petición de Becerril, Ignacio González se negó a mantener el servicio en los colegios públicos. En su negativa aseguró en el Parlamento autonómico que “en nuestra región, gracias a dios, no hay un problema de desnutrición”. La declaración del presidente de la Comunidad reducía así el problema de la pobreza infantil a la desnutrición, es decir, la falta de nutrientes. Sin embargo, en España la alarma se centra sobre todo en la malnutrición, que consiste en “una alimentación desequilibrada, por defecto o por exceso”, según la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria.
Entonces, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, se desmarcó de la posición de González y ofreció un servicio alternativo para las familias con más necesidad. A mediados de agosto, ante una pregunta de eldiario.es, el servicio municipal afirmó a este medio que 1.632 niños recibían el “menú social” para cubrir sus necesidades de alimentación diarias. Solo en la capital.
Este diciembre, ante la petición del secretario general del Partido Socialista de Madrid (PSM) para que el Gobierno mantuviese abiertos los comedores en navidades, González volvía a negarse apoyado de nuevo en unas polémicas declaraciones. “Lo que hay en la Comunidad de Madrid, desgraciadamente también pero en el sentido contrario a lo que ustedes dicen, es que el principal riesgo que tienen los niños de la Comunidad de Madrid de malnutrición es la obesidad. Se lo dije la otra vez y se lo vuelvo a decir”, afirmó Ignacio González (vídeo).
Según los cálculos del PSM, unos 60.000 menores necesitarían acudir a los comedores escolares esta Navidad, lo que costaría 3 millones de euros “para todo el periodo vacacional”, estimó Tomás Gómez. Los menores que acuden a los puntos de Cruz Roja podrán disfrutar de las meriendas que la ONG garantiza en el desarrollo de otras actividades de apoyo a los niños con necesidad. Otras organizaciones como Cáritas tienen programas de ayuda de alimentos para familias.
Mensajeros de la Paz, la organización caritativa dirigida por el Padre Ángel, acaba de firmar un acuerdo, también con Metro de Madrid, por el que ha colocado sus simbólicas máquinas de donación de alimentos en varias estaciones del suburbano.
En este sentido, varias voces alertan de que, más allá de la encomiable tarea de algunas organizaciones sociales, el Estado está desatendiendo sus obligaciones sociales y deja a los voluntarios aquellas tareas que debería garantizar. Hasta que sus presupuestos alcancen.
