“La vergüenza va a cambiar de bando” se lee en la pancarta que encabeza la manifestación que recorre el centro de Bilbao por este 25N y que hacen suya las mujeres -y algunos hombres- que van tras ella. Como Elene, que denuncia que la “violencia digital” está cada vez más presente en las redes sociales entre sus amigos de 17 años o Sara, que porta una pancarta en la que se lee “Yo lucho porque cuando me pasó a mí sentí culpa”. “La sociedad ha hecho que vivamos la violencia machista con culpa y vergüenza y es justo lo que tenemos que cambiar. Quienes tienen que sentir vergüenza son ellos”, sostiene la joven de 22 años.
“Queremos denunciar que la violencia machista que sufren mujeres y niñas es una de las violaciones de derechos humanos más extendidas y devastadoras en el mundo actual. Este año nos centramos en la violencia sexual, ya que lejos de disminuir, está aumentando exponencialmente. Vivimos en una cultura de la violación que nos agrede día a día y que es sostenida por los propios hombres, medios de comunicación e instituciones. Todos ellos cómplices del patriarcado con sus prácticas y actitudes: revictimizan a las mujeres, cuestionan nuestras versiones y no respetan ni nuestra intimidad ni nuestros tiempos”.
“También queremos denunciar la ola reaccionaria contra el feminismo. Ahora que nos hacemos oír y que estamos avanzando en nuestra lucha, en lugar de cuestionar sus privilegios y poder, los hombres optan por victimizarse y, de nuevo, atacarnos. Nosotras lo tenemos claro. Seguiremos construyendo la solución desde alianzas feministas, porque solo la lucha colectiva y la unión de todas nosotras nos hará más fuertes y libres. Este 25 de noviembre, una vez más, tomaremos las calles para denunciar la cultura de la violación que nos agrede día a día y, así mismo, reivindicar la importancia de la lucha feminista”, sostienen desde el Movimiento Feminista de Euskal Herria tras una manifestación en la que han querido poner el foco en revertir la culpabilización histórica de las víctimas y en los agresores y las estructuras que perpetúan la violencia.
Por Maialen Ferreira
Una marea feminista ha tomado las calles de Canarias este 25N, Día para la Erradicación de la Violencia de Género. El movimiento feminista lo ha hecho para reivindicar a las instituciones “perspectiva de género real contra las violencias machistas” y ante “la pervivencia y el recrudecimiento de las violencias sexuales, que atraviesan todos los ámbitos en los que se desarrolla la vida de las mujeres, y que están presentes en distintas circunstancias: guerras, genocidios, tránsitos migratorios y todos aquellos espacios en los que transcurre la vida cotidiana”.
En Las Palmas de Gran Canaria, cientos de personas han acudido con pancartas y consignas en las que recordaban que “aquí estamos las feministas” y que “el patriarcado va a caer”. La manifestación ha salido de Presidencia del Gobierno hasta la plaza de San Telmo, donde se ha leído el manifiesto.
La Red Feminista de Gran Canaria ha señalado en su manifiesto que “es un día para reivindicar que lo que estamos haciendo como sociedad no es suficiente para proteger a las mujeres y las niñas de esta violencia estructural que sufrimos por ser mujeres. Urgimos a las instituciones a que adopten una perspectiva de género real en todas las áreas y a que aumenten los recursos contra las violencias machistas para atender a todas las mujeres y niñas víctimas de las violencias machistas”.
En este sentido, ha habido peticiones al presidente, Fernando Clavijo, a la directora del Instituto Canario de Igualdad, Ana Brito, a la consejera de Bienestar Social, Candelaria Delgado, a la alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria, Carolina Darias o al alcalde de Agaete, Jesús González. “Contra las violencias machistas ¡haz tu parte!”, han pedido a todas estas personas.
Por Jennifer Jiménez
Las dos marchas convocadas en Madrid llegan a su fin después de haber recorrido el centro de la ciudad en dos trayectos diferentes. Las organizaciones leen sus manifiestos y también los nombres de todas las mujeres, niños y niñas asesinadas por violencia machista este año.
En Cibeles, la concentración de la Comisión 8M ha abucheado al Ayuntamiento para protestar por las condiciones de las trabajadoras de la red de violencia de género, que están en huelga. “Nos sentimos maltratadas y, por ende, nuestro trabajo y el lugar donde prestamos nuestros servicios es indigno para las mujeres y sus hijos e hijas víctimas de violencia de género”, aseguran.
En Plaza de España, el Foro Feminista de Madrid ha denunciado la violencia contra las mujeres “en cualquier rincón del mundo y de manera muy especial la infligida contra las mujeres iraníes y afganas”.
Por Ariadna Martínez e Irene Velázquez
En el Día Internacional contra la Violencia de Género, las mujeres han vuelto a tomar las calles de Cantabria para reclamar la erradicación de esta lacra. La principal manifestación de este 25N cántabro, como es habitual, ha discurrido por las calles de Santander, donde a través de pancartas, consignas y carteles, las asistentes han exigido el fin de la violencia y los asesinatos machistas.
Convocada por la Comisión 8 de marzo, por el grupo feminista Percumozas y por las Asambleas Feministas Abiertas, la marcha se ha desarrollado desde Puertochico hasta el Ayuntamiento.
'¡Basta ya! Paremos la violencia contra las mujeres' y 'Juntas, el miedo cambia de bando' han sido los mensajes de las pancartas de cabecera, aunque otros carteles han transmitido también lemas relacionados con las reivindicaciones de la jornada, que ha congregado a unas 1.200 manifestantes.
Por Rubén Alonso
Miles de personas han salido este lunes a la calle en Pamplona en la manifestación convocada por el movimiento feminista y la plataforma de mujeres contra la violencia sexista para clamar contra las violencias machistas.
“Si no eres la solución eres el problema” ha sido el lema elegido este año por las plataformas convocantes como forma de interpelar directamente a los hombres. “Quienes tienen que sentir vergüenza son los agresores, nosotras estamos ya hartas”.
La manifestación ha comenzado en la Plaza del Castillo de la capital navarra, lugar al que han llegado tres columnas de personas que han comenzado la marcha en sus respectivos barrios. Allí se han unido y han comenzado un recorrido circular por las calles aledañas hasta llegar de nuevo a la plaza. Durante el recorrido se han gritado cánticos como “Gora borroka feminista” (viva la lucha feminista), “Ni una agresión sin respuesta”, o “Ni una menos, vivas nos queremos”.
Por Rodrigo Saiz
La marcha convocada por el movimiento feminista de València este 25N, Día Internacional contra la Violencia Machista, ha clamado contra la “impunidad” y el “negacionismo” de la “extrema derecha”, marcada por el “dolor y tristeza” ante la última víctima en Orihuela (Alicante), una joven de 15 años.
Bajo el lema “contra todas las violencias machistas. Fartes de impunitat”, la manifestación ha partido sobre las 19:00 horas desde la Porta de la Mar.
En la concentración se han lanzado mensajes como “no estamos todas faltan las asesinadas”, “sola, borracha, quiero llegar a casa”, “no es un caso aislado, se llama patriarcado”, “no son arrebatos, son asesinatos” o “que la vergüenza cambie de bando”.
También ha habido varias pancartas con mensajes contra la ley trans. La concentración ha concluido en la Plaza del Ayuntamiento con la lectura del manifiesto y de los nombres de las víctimas.
Por Laura Martínez
“La vergüenza va a cambiar de bando” se lee en la pancarta que encabeza la manifestación que recorre el centro de Bilbao por este 25N y que hacen suya las mujeres -y algunos hombres- que van tras ella. Como Elene, que denuncia que la “violencia digital” está cada vez más presente en las redes sociales entre sus amigos de 17 años o Sara, que porta una pancarta en la que se lee “Yo lucho porque cuando me pasó a mí sentí culpa”. “La sociedad ha hecho que vivamos la violencia machista con culpa y vergüenza y es justo lo que tenemos que cambiar. Quienes tienen que sentir vergüenza son ellos”, sostiene la joven de 22 años.
“Queremos denunciar que la violencia machista que sufren mujeres y niñas es una de las violaciones de derechos humanos más extendidas y devastadoras en el mundo actual. Este año nos centramos en la violencia sexual, ya que lejos de disminuir, está aumentando exponencialmente. Vivimos en una cultura de la violación que nos agrede día a día y que es sostenida por los propios hombres, medios de comunicación e instituciones. Todos ellos cómplices del patriarcado con sus prácticas y actitudes: revictimizan a las mujeres, cuestionan nuestras versiones y no respetan ni nuestra intimidad ni nuestros tiempos”.
“También queremos denunciar la ola reaccionaria contra el feminismo. Ahora que nos hacemos oír y que estamos avanzando en nuestra lucha, en lugar de cuestionar sus privilegios y poder, los hombres optan por victimizarse y, de nuevo, atacarnos. Nosotras lo tenemos claro. Seguiremos construyendo la solución desde alianzas feministas, porque solo la lucha colectiva y la unión de todas nosotras nos hará más fuertes y libres. Este 25 de noviembre, una vez más, tomaremos las calles para denunciar la cultura de la violación que nos agrede día a día y, así mismo, reivindicar la importancia de la lucha feminista”, sostienen desde el Movimiento Feminista de Euskal Herria tras una manifestación en la que han querido poner el foco en revertir la culpabilización histórica de las víctimas y en los agresores y las estructuras que perpetúan la violencia.
Por Maialen Ferreira
Alicia, Iris, Zoe y Lola sostienen una pancarta que reza “Todas y todos a favor del buen trato”. Tienen 10 y 11 años y están en la manifestación del 25N “para defender a las mujeres porque la violencia de género es un problema que está durando demasiado tiempo”.
En Logroño se ha convocado una concentración de la Plataforma 8 de marzo, formada por partidos y sindicatos, y una manifestación con el centro de la ciudad que han organizado asociaciones que defienden la “independencia” de la lucha feminista.
Ambos movilizaciones han alzado “el grito global de las mujeres”, han dicho desde la Plataforma, “ante la amenaza del negacionismo”. Y han señalado contundentes: “Somos muchas, somos todas. El silencio de las mujeres ya no es una opción, el miedo ha remitido”.
Por Ester Fernández
En Santiago de Compostela, la manifestación llamó a combatir todas las formas de violencia machista en un 25N que llega tras un fin de semana en el que se conocieron dos agresiones en Lugo, en donde un hombre apuñaló a su pareja, y Vilalba, en donde otro golpeó con un martillo y una pala a su esposa.
“Rebelión, desobediencia contra su violencia” o “Ni muertas ni esclavas, mujeres liberadas”, fueron algunas de las consignas
La Marcha Mundial das Mulleres, que ha comunicado las convocatorias organizadas en más de una veintena de localidades en Galicia, destaca que el resultado “más terrible” es el feminicidio, pero “esta violencia toma muchas formas que tejen una red de opresión sobre las mujeres, sobre todo las de clase trabajadora”.
Recuerda que la mayor parte de las agresiones tienen lugar en los entornos más próximos, como son la familia, el ocio, el trabajo, la enseñanza o espacios de participación social y política.
Avisa, además, de una “reacción de la derecha y de los sectores más reaccionarios” para negar la violencia machista ante el avance del movimiento feminista y pide luchar contra la desaparición de políticas públicas y la normalización de actitudes y agresiones machistas.
Por Bea Muñoz
Miles de personas se han unido este lunes al atardecer en el centro de Barcelona para denunciar que las violencias machistas “no son hechos aislados”, sino violencias estructurales que forman parte de un sistema “opresor”. La movilización ha empezado en Paseo de Gràcia con Diagonal con la lectura del manifiesto y varios parlamentos.
Entre los manifestantes no han faltado los representantes de la mayor parte de los grupos políticos del Parlament. La concentración ha tenido como lema 'El miedo y la vergüenza tienen que cambiar de bando’.
En el manifiesto que se ha leído, la organización ha exigido políticas públicas integrales y protocolos accesibles que reconozcan la diversidad de las violencias machistas. Por otro lado, también ha pedido que las administraciones públicas y el sistema judicial incorporen una perspectiva de género y antidiscriminación “que asegure la prevención, investigación y reparación efectiva en casos de violencia machista”. “Tienen que garantizar los derechos de todas las personas, independientemente de su condición, expresión, identidad u orientación afectiva y sexual”, ha apuntado el texto.
“Este 25N respondemos de manera colectiva a estas agresiones, sabiendo que solo juntas, diversas, vivas, libres y rebeldes podemos deshacer este círculo de violencia que nos oprime”, recoge el manifiesto.
La manifestación ha empezado a las 19:40 en la confluencia del paseo de Gràcia con la avenida Diagonal y avanzará hasta llegar al final del recorrido, en el cruce de paseo de Gràcia con Gran Vía, y la manifestación cuenta con dos zonas diferenciadas: una exclusiva para mujeres, lesbianas, trans e identidades disidentes, y otra mixta para todo aquel que quiera sumarse a la marcha.
Dolores Pulido, portavoz del Colectivo Noviembre Feminista, ha explicado a la agencia ACN que, a raíz del caso Pelicot, que estos días se juzga en Francia, se ha considerado que la acción tenía que bascular sobre dos ejes. El primero de ellos es la necesidad de crear un nuevo paradigma social en que los agresores sientan que es “inaceptable” aquello que hacen. El otro eje reclama a las administraciones “responsabilidad”.
Por ACN
Miles de personas han recorrido la arteria principal de la ciudad de Murcia, la Gran Vía, exigiendo el fin de la “justicia patriarcal”. Las recientes sentencias de la red de prostitución de menores por las que no ha entrado en la cárcel ninguno de los llamados 'empresarios de la vergüenza' han unido a los principales movimientos y asambleas de la Región en una convocatoria unitaria.
“¡Justicia machista, respuesta feminista!” y “¡Eran menores, empresarios violadores!”, han sido algunas de las proclamas que se han escuchado durante la manifestación en la capital del Segura.
Por Elisa Reche