La mayor flor fosilizada en ámbar desde hace 40 millones de años
Un lagrimón de resina cubrió hace 40 millones de años una delicada flor. Ocurrió en la península de Sambia, a orillas del Mar Báltico. El paso del tiempo fosilizó aquel fluido encuentro en una pieza de ámbar única. Las flores son efímeras –ahí estriba parte de su belleza– pero la delicadeza del ejemplar bañado por la resina fue preservada durante milenios, hasta ser descubierta en el siglo XIX. Sus 28 milímetros de diámetro la convirtieron en la mayor flor fosilizada conservada en ámbar, pero nadie le hizo demasiado caso. Hasta ahora.
“Nunca se documentó en detalle ni se evaluó a fondo su identificación”, escriben las investigadoras Eva-Maria Sadowski y Christa-Charlotte Hofmann en el artículo que publican este jueves en la revista Nature.
En esa investigación ofrecen nuevas imágenes de la flor, que es casi tres veces mayor que otros ejemplares preservados de la misma manera. En concreto, está datada en el Eoceno tardío, hace entre 38 y 33,9 millones de años.
1