El mundo del cómic se alza contra el fascismo: “Hay que dar la cara e intentar parar esta locura”
Los componentes del mundo del cómic en España, entre quienes que hay dibujantes, guionistas, coloristas, rotulistas o editores han firmado un manifiesto en contra de “la impunidad” del fascismo. “Es importante este pronunciamiento, porque me da la sensación de que el fascismo está siendo blanqueado continuamente en muchos medios de comunicación de masas y por parte de partidos como los de extrema derecha. Creo que hay que dar la cara e intentar parar esta locura”, habla Bernardo Vergara, viñetista de elDiario.es, que ha añadido su nombre a 'Viñetas contra el fascismo'.
“Unos cuantos usuarios empezamos a manifestar un poco de preocupación en torno a los últimos acontecimientos que ha habido a lo largo de esta semana, sobre todo a raíz del asesinato de Samuel y posteriormente del señalamiento a la revista 'El Jueves'”, señalan desde el colectivo que ha organizado esta acción reivindicativa. “Al final nos coordinamos a través de Twitter un grupo de cinco o seis voluntarios y empezamos a hacer un manifiesto”, añaden para indicar que, aunque la iniciativa parte del mundo del cómic, puede firmarla todo aquel que lo sienta igual. De hecho, insisten en que es importante para que “haya un posicionamiento público y potente en contra de este tipo de actitudes y personas. Un 'no-posicionamiento' es también un posicionamiento”, subrayan.
La idea de que el discurso de la extrema derecha está contribuyendo a la escalada de la violencia y de los delitos de odio ha sido compartida estos días por políticos de partidos progresistas, como Pablo Echenique, Mónica García o Ione Belarra, o miembros de otras organizaciones a favor de la igualdad, además de las miles de personas que esta semana se manifestaron para pedir justicia para Samuel.
Los firmantes del manifiesto declaran que Vox, a través de sus palabras y actos, “señala y fomenta el odio de forma constante hacia colectivos vulnerables”. El último de estos señalamientos se produjo este martes, cuando la formación de extrema derecha puso en la diana a Ricardo Rodrigo Amar, presidente del grupo que edita la revista 'El Jueves'. Lo hicieron a través de un mensaje de Twitter en el que difundían su fotografía animando a la gente a exigirle “responsabilidades” a la salida de su trabajo.
La formación escribió este mensaje en respuesta al hilo 'La pandilla Voxura', en el que la revista satírica adjuntaba caricaturas de diferentes miembros del partido como Javier Ortega Smith, al que dibujaban como 'Ortega Rambo de pega', Iván Espinosa de los Monteros –'Espinosa la venenosa'– o Rocío Monasterio –'Rocío Escalofrío'–.
“¿Qué no diríamos en otro contexto de cuando se señalaba en este país a periodistas tanto por la ultraderecha o por el entorno de ETA? ¿Qué no decíamos entonces?”, se pregunta Vergara. “Esto es prácticamente lo mismo que decir 'este señor vive aquí y esta es su foto, id a enfrentaros a él”.
En referencia a este señalamiento, Vergara recuerda la agresión que sufrió en mayo de 2016 la exdirectora de esa misma publicación Mayte Quílez, a quien un encapuchado le dio un puñetazo en la cara cuando estaba volviendo a su casa. La causa, una portada que rezaba “plaga de nazis”. El dibujante, mientras comenta los hechos, remarca que es algo “gravísimo”: “Yo creo que las asociaciones de la prensa deberían decir algo, porque es continuo el señalamiento de Vox a periodistas que no son de su cuerda… en este país tenemos precedentes muy serios de esto”. Se refiere, por ejemplo, a la bomba contra la revista satírica 'El Papus', en 1977. “Igual puede parecernos exagerado”, dice Vergara, para añadir que el germen en el caso de los ataques de estos días es “el mismo”.
El colectivo insiste, no obstante, en que “no es solo el señalamiento a la revista 'El Jueves'”, contra lo que se manifiestan, sino que también llaman la atención sobre “el discurso homófobo, de género y machista” que hay en estos grupos de extrema derecha. “Apoyamos a 'El Jueves', pero también nos pronunciamos por los colectivos más vulnerables, esto es muy importante. Esa es una de las cosas que también nos movió a hacer el manifiesto. Que sea algo que ampare y abarque muchas más cosas”, indican.
Denuncian así que el país se encuentra “ante una creciente amenaza hacia la libertad de género, de expresión, de pensamiento, sexual y de miedo a la diferencia, que produce violencias contra los colectivos más vulnerables”. Prueba de ello son el aumento de las agresiones homófobas o el crimen del joven Samuel. “El señalamiento al colectivo LGTBI, inmigrantes, menores no acompañados, mujeres y mujeres maltratadas es continuo”, denuncia Vergara: “Se está creando un clima en el que se ha abonado el campo con el discurso y ahora se están recogiendo los frutos en forma de agresiones y acoso”.
Entre los responsables de que el pensamiento de este sector de la sociedad llegue a las instituciones, expresan varios de quienes se han pronunciado en contra, están también PP y Ciudadanos, que han pactado con ellos en los Gobiernos de diferentes comunidades: “Estas personas no deberían estar en las instituciones públicas, porque tienen un discurso que apela siempre hacia la violencia a colectivos vulnerables y a quien no piensa como ellos”, apuntan a elDiario.es.
“No me cabe en la cabeza cómo las instituciones no amparan ni protegen a estos colectivos. Solo protegen a quienes tienen el poder”, afirma Vergara en referencia al aval de la Justicia al cartel electoral de Vox sobre los menores extranjeros. “Me parece insólito y me parece importante que se les plante cara en las instituciones y en la política. Si no paramos esto entre todos, se nos va a ir de las manos”.
En esa línea, viñetistas y demás miembros del mundo del cómic argumentan que es peligroso que esta “ideología neofascista”, además de presencia en las instituciones, tenga voz en los medios, “que defienden su ideario con total impunidad y sin ninguna ética ni profesionalidad”. De hecho, para ellos, la solución, entre otras cosas, pasa porque ni unos ni otros les den voz: “Que ese discurso se vea aislado y silenciado”, indican. “La ausencia de responsabilidades y de búsqueda de 'titulares bestia' y repercusiones, lo único que está produciendo es problemas sociales muy serios. Las redes, además, deberían tener responsabilidad y control –que no censura– sobre los contenidos que publican”.
En el comunicado terminan subrayando su “más absoluta repulsa al fascismo” y reivindican que la libertad creativa “es incuestionable”: “Todos los que pretendan amedrentarnos a base de represión, denuncias y amenazas están perdiendo el tiempo. Seguiremos creando pese a quien pese”. También, recuerdan que en el cómic “no caben los discursos fascistas, machistas, racistas ni homófobos”: “Nuestros derechos ya costaron vidas, palizas y bombas. No daremos ni un paso atrás”.
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