Orgullo Diario Fest

Olga de Dios, ilustradora infantil: “Tenemos que preocuparnos por toda esa infancia que no encuentra referentes”

Olga de Dios siempre dice que su mundo, en el que ella piensa y vive y también el que plasma cuando agarra las pinturas, “está iluminado por el arcoíris”. Una sociedad, explica esta ilustradora y autora de cuentos infantiles, “donde todas y todos vivamos vidas libres y dignas de ser vividas; basada en el respeto, la empatía y las libertades. Lo ideal sería que fuera un mundo en el que todos y todas quisiéramos vivir”, esgrime en esta charla con eldiario.es en el marco del Orgullo Diario Fest.

Autora del exitoso Monstruo Rosa (Apila Ediciones), un cuento presente en más de 20 países y ampliamente utilizado para tratar la diversidad LGTBI con niños y niñas, de Dios explica que fue su primer trabajo y “tiene mucho de autobiográfica”. “Yo soy una mujer lesbiana y activista y en todo lo que hago está presente esa necesidad de hablar de diversidad y de expresarla desde el optimismo y la libertad”. La historia “es de un monstruo”, pero “en realidad es la historia de una persona como yo que se ha sentido diferente en la sociedad en la que vivimos”.

Sus trabajos posteriores -Monstruo Azul, Rana de Tres Ojos y Leotolda, de Apila Ediciones, o Buscar, de NubeOcho ediciones...- han mantenido ese espíritu, aunque tratando diferentes temas, entre ellos el medio ambiente o la búsqueda de soluciones colectivas. “Creo que los libros infantiles pueden ser espejos en los que mirarse, pero también ventanas desde las que mirar un mundo que no conoces. No se trata solo de sentirse identificada, que es muy importante, sino de conocer otras realidades que a lo mejor no son la tuya, pero te van a permitir entender a otras personas y contribuir a hacer un mundo más amigable y más fácil”, manifiesta.

En este sentido se muestra muy “optimista” sobre el avance de la educación en diversidad en la infancia porque “muchas familias y educadoras están sintiendo la necesidad de trabajar y hablar de estos temas”. Por eso, defiende que se incluyan estos contenidos en hogares y aulas como algo “muy necesario”, pero “no solo para las personas que no nos sentimos identificadas con la heteronormatividad”, sino que “incluso las personas que sí se sienten identificadas ganan mucho porque conocen otras realidades, porque desarrollan empatía y porque así elegirán libremente su lugar y su posición”.

La ilustradora y autora, una de las referentes españolas en ámbito, lamenta “la imposición de una manera de ser” y “la presunción de que lo normal es lo heterosexual” y esgrime que “a las personas que presuponen la heteronormatividad de sus hijos, hijas e hijas, la educación en diversidad les va a dar la libertad de que decidan. Tenemos que preocuparnos por toda esa infancia que no encuentra referentes en su entorno próximo; tenemos que estar ahí como sociedad”. No obstante, considera que “cada vez menos” se da esa presunción porque en “la realidad LGTBIQ+ cada vez somos más, en número, en cantidad de personas que no se sienten a gusto en esos cubículos y en diversidad”.

Aún así, considera que aún “queda muchísimo por hacer” y que la realidad LGTBI “es muy diferente en cada lugar”. “Sobre todo, tenemos que ampliar nuestra visión y todavía ser más abiertas e incorporar más realidades a nuestras luchas, creo que tenemos que sumar”, dice sobre el activismo y el colectivo LGTBI.

Junto al color de sus cuentos, las criaturas fantásticas que representan sus personajes son características. De monstruos de colores a una rana de tres ojos: “No son personajes que cumplan estereotipos sexistas o roles de género preestablecidos; son personajes libres con los que cualquier persona se puede sentir identificada y desarrollar empatía. A mi no me sale dibujar niñas blancas de pelo largo y un tipo de vestimenta determinada y niños de pelo corto. Ni siquiera vivo ni siento así”, reflexiona.

Durante la charla, también ha contado la experiencia que ha supuesto su último proyecto, que ha consistido en ilustrar un cuento en inglés de la artista drag queen Lil Miss Hot Mess y que es la letra de una canción que interpretan personajes drag queens. El trabajo forma parte de un proyecto nacido en Estados Unidos que consiste en fomentar la diversidad en aulas o bibliotecas mediante cuentacuentos realizados por drag queens. Una idea que cree “posible y espero que lo sea” en España porque “la cultura drag, la diversidad y la realidad LGTBIQ tienen mucho que aportar a la infancia”.