Cuando las oposiciones te pillan de parto (y el sistema no te da una solución)
Afrontar unas oposiciones en un avanzado estado de gestación aboca a la incertidumbre en algunas comunidades autónomas. Paula Guisande tenía una cita este sábado a las 8 y media de la mañana para las oposiciones a profesora de Secundaria. Lleva desde octubre preparando las pruebas, y en un principio no calculaba iniciar los exámenes estando todavía embarazada.
Salió de cuentas hace una semana y pide a la Comunidad de Madrid que le facilite una fecha alternativa. “Estoy sin dormir, no puedo escribir porque tengo las manos muy hinchadas. Si me presento ahora no sacaría la misma nota que estando en condiciones óptimas”, reseña esta mujer, que ocupa la Secretaría de Política Social de este sindicato. Tiene claro que no se va a presentar porque también está presente el temor a romper aguas durante la prueba.
Este sábado comienzan las pruebas de una oferta de empleo público en Educación en la mayor parte de las comunidades autónomas. El Gobierno de Mariano Rajoy aseguró que se iban a llegar a ofrecer en todo el territorio nacional alrededor de 150.000 plazas de profesores. Estas pruebas generan un mapa dispar para las embarazadas que se encuentran en un avanzado estado de gestación.
La gestión de estos casos depende de las comunidades autónomas. “En la mayoría de los casos para solicitar un aplazamiento tienen que estar hospitalizadas. Y hay situaciones en las que esto supone una incomodidad. Una mujer en un avanzado estado de gestación se puede llegar a poner de parto mientras realiza el examen”, reseña José María Ruiz, portavoz de enseñanza pública de CCOO.
Por lo tanto, solicita al Ministerio de Educación que desarrollen unas instrucciones para homogeneizar los criterios y “garantizar el derecho a la protección a la maternidad en las oposiciones docentes”. “Es una doble discriminación y hay gente que puede perder la oportunidad de presentarse a unas oposiciones”, apunta este portavoz.
“Seguí adelante porque podía haber salido de cuentas en la semana 37. Contaba con la posibilidad de que naciese en su fecha, ¿qué iba a hacer? Tampoco le puedo decir al niño qué tiene que hacer y no me parece justo ir al médico a pedirle que me lo adelante un mes para ir al examen”, apunta.
Criterios que dependen de las CCAA
Con el objetivo de que se lo aplacen, ha presentado un recurso ante la Consejería de Educación y mañana un representante del sindicato llevará una solicitud de aplazamiento al tribunal que tiene previsto examinarle. Desde la Comunidad de Madrid aseguran que “van a revisar su caso” pero por el momento no han tomado ninguna decisión. Guisande lamenta “la falta de previsión” de la Consejería regional y que no cuente con una estrategia para afrontar estos casos. “Es una incertidumbre no saber si me voy a presentar”, señala.
El sindicato STEs también constata que hay “soluciones muy diversas” para abordar este tema. Según informan los gobiernos autonómicos, en Extremadura “no existe un protocolo escrito para estos casos”, aunque en caso de hospitalización desplazan a un miembro del tribunal y si no se pudiese realizar proponen una fecha posterior; Galicia contempla también estas dos opciones; Castilla y León “respeta lo que las embarazas soliciten”; en Cantabria y Valencia posponen el día del examen y en Baleares la “opositora debe presentarse a la prueba” y si durante el “examen o el día después se pusiera de parto” se estudia el caso. Desde CCOO proponen que se apueste por “flexibilizar la fecha del examen” y recuerdan que el colectivo de docentes es un sector muy feminizado.
Guisande lamenta que ante la falta de una concreción sobre este procedimiento haya mujeres que “acaben tomando las decisiones anteponiéndolas al bienestar del niño”. La Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid asegura que de forma estandarizada “se ajustan a la normativa estatal que dice que los opositores tienen que hacer el examen en el día, hora y lugar indicado”.
Asimismo proponen que si la opositora está ingresada un miembro del tribunal se desplace al hospital “a hacerle el examen”. Preguntados por el caso específico de esta mujer, se remiten a plantear que “se revisará particularmente” y “se le darán las facilidades que se puedan”. Pero a menos de doce horas de que comience la prueba, no tenían una decisión fija.
Examinándose durante el parto
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid criticó duramente una actuación del Servicio Madrileño de Salud. Una mujer opositora, en este caso a un puesto de enfermera, fue examinada en el paritorio del hospital porque coincidió su parto con la prueba de empleo público. Cuando llegó el representante del tribunal la denunciante había dilatado ocho centímetros, ya estaba recibiendo oxitocina y sueros, le habían colocado monitorización fetal interna y administrado también la anestesia epidural, según recoge la sentencia emitida en mayo del año pasado.
El tribunal le “conminó” a realizar el ejercicio “bajo pena de tenerle por decaída en el mismo”. Esta situación “obligó a paralizar el parto, el tratamiento de oxitocina al que llevaba horas sometida y a que se le aumentara la anestesia epidural que ya había recibido, a fin de evitarle y mitigar los dolores que le aquejaban”, continúa el escrito judicial.
Sentencia contra la Comunidad de Madrid
Los hechos sucedieron el 4 octubre del 2014, la denunciante recurrió cinco días después y tuvo que esperar tres años para conseguir que la Sala de lo Contencioso decidiese que esa prueba era “radicalmente nula y contraria a derecho”. Los magistrados desmontaron las argumentaciones que mantuvo la Comunidad de Madrid para justificar su decisión. En la sentencia determinaron que esta actuación “no sólo es que repugne el más mínimo sentido común, o supusiera una mayúscula carencia de la más mínima sensibilidad, que también, sino que es de imposible comprensión desde parámetros de razonabilidad”, teniendo en cuenta las circunstancias concretas “físicas y psíquicas en las que se encontraba”.
De cara al examen del sábado, desde Comisiones Obreras advierten a la Comunidad de Madrid de que irán a los tribunales si no facilitan una alternativa a Guisande. Esta mujer espera que el departamento de enseñanza le posponga la fecha porque si no se presenta a la prueba, tampoco tendrá derecho a formar parte de la bolsa de interinos. “Son muchos años invertidos y no examinarme sería como volver a cero, pero qué se va a hacer, una no decide cuándo se queda embarazada”, finaliza.