La sentencia del Tribunal Constitucional anulando la prohibición de los toros en Cataluña, como respuesta al recurso presentado por un grupo de senadores del PP, ha caído como un jarro de agua fría entre los colectivos animalistas, a pesar de que ya se la temían.
La secretaria del Partido Animalista PACMA, Ana Bayle, en declaraciones a eldiario.es, ha afirmado que “lamentamos profundamente que el Constitucional se haya pronunciado en este sentido” porque supone “un retroceso” en la lucha contra la abolición de las corridas de toros que el colectivo ha emprendido a nivel nacional. “Nos entristece porque es muy negativa”, ha añadido.
La activista, no obstante, destaca que el PP en su recurso buscaba la “unanimidad” de todos los miembros del tribunal, un propóstio “que no han conseguido” dado que ha habido ocho votos a favor y tres en contra.
El argumento principal de la sentencia señala que Cataluña tiene competencia en materia de espectáculos públicos y por tanto los puede regular, al igual que sucede en cuanto a la protección de animales.
Precisamente para Ana Bayle, el hecho de que la sentencia lo primero que haya hecho es entrar en las cuestiones competenciales de la regulación de estos festejos refleja que lo que subyace detrás es una “guerra política, de banderas” en la que “se está utilizando como moneda de cambio a los animales”, en este caso a los toros.
La secretaria general de Pacma ha afirmado que van dar inicio “a una potente campaña de movilización social” bajo el lema 'Misión Abolición’ que presentarán con todo detalle la semana que viene. Pero también piensan dar una contundente respuesta “política y legal para conseguir no sólo la prohibición de los toros en Cataluña, sino en toda España”.
“Vamos a estudiar el texto en profundidad. Este debate afecta a toda la sociedad en su conjunto. Pero estamos esperanzados porque creemos que algo se está moviendo y hay muchos datos que lo demuestran”, asegura Ana Bayle.
Los activistas creen que “la sociedad catalana, y española en general, consideran ya la tauromaquia parte del pasado”. Y añaden que “el fallo no se corresponde con los valores actuales de nuestra sociedad, que muestra una creciente voluntad de extender el respeto hacia los animales, como seres sintientes”.
“Las corridas de toros como espectáculo en que se maltrata y mata atrozmente a los toros, bajo la excusa ‘cultural’ o bajo la falacia del ‘acervo inmemorial’ o del ‘patrimonio nacional’ no tienen cabida en la moralidad del siglo XXI”, concluyen.