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ENTREVISTA | Francisco Bellón

El responsable de la mina de uranio de Retortillo: “Hay dos concejales que trabajan para nosotros”

El director general de Berkeley Minera, Francisco Bellón.

Raúl Rejón

En Retortillo, al oeste de Salamanca, la empresa Berkeley Minera pretende excavar una mina de uranio a cielo abierto. La explotación cae de pleno en un encinar centenario y abrirá una herida en zonas protegidas ambientalmente. Se busca el mineral que alimenta las centrales nucleares.

El proceso de autorización de la mina –que ha contado con los parabienes del Gobierno central y de Castilla y León– está siendo investigado por la Audiencia Nacional. La Fiscalía de Salamanca averigua cómo se abrió un gigantesco socavón en forma de balsa sin el permiso específico. La Fiscalía de Medio Ambiente indaga si la tala de encinas para abrir paso a las instalaciones se ha hecho conforme a la ley. La Comisión Europea revisa todo el proyecto para saber si se ha cumplido la normativa de la UE.

Con este panorama, el director general de la minera, Francisco Bellón, sigue adelante con los trabajos. Insiste en que su proyecto contará con todos los permisos. Es más, repite que la mina es una tabla de salvación para la comarca: “Cuando hablamos de cortar unos árboles… no solo de eso sino de la generación de empleo, del flujo de dinero que va a dejar en el contorno, de la fijación de población, que el colegio no se cierre, que las gasolineras no se cierren, que los pueblos se revitalicen... hay que ponerlo en la ecuación”.

¿Han pensado en irse de la zona?

En absoluto. El proceso de licenciamiento de cualquier proyecto minero es complejo y largo. Somos conscientes. Pero desde luego no pasa por nuestra cabeza el marcharnos.

Pero, no se trata solo de licencias, tienen tres frentes judiciales abiertos. ¿Por qué siguen avanzando en los trabajos?

Un proyecto de la envergadura como el que estamos desarrollando aquí, lógicamente tiene un proceso de licenciamiento muy complejo. Lo que a nosotros nos da pie a iniciar todas las actividades que estamos llevando a cabo es que hay una declaración de impacto ambiental otorgada y favorable y una autorización de explotación ya otorgada desde el año 2014. Estos dos permisos son firmes y no recurribles.

Una parte de esa declaración está siendo investigada en la Audiencia Nacional

¿Que se recurra una autorización [en el contencioso-administrativo] es motivo de que se paralice una obra? Pues no. Porque hasta que no haya un juez que diga que esa obra hay que paralizarla o que la autorización sea revertida las autorizaciones son firmes.

Ustedes ya han excavado la balsa, iniciado una variante de la carretera, han talado encinas…

Sí, es cierto. Estamos talando encinas. Pero estamos empezando a plantar también. No es que estemos quitando, que claro que estamos quitando, pero estamos empezando a plantar…y el balance de todo eso (según las autoridades competentes) es más positivo que el hecho de no hacer nada.

Entonces, ¿es que construir la mina es inocuo?

Tenemos muchos estudios hechos por la Universidad de Salamanca con los que se concluye, no nosotros sino la dirección general de Medio Natural, que el proyecto tal y como está concebido en ningún momento va a afectar a la calidad ecológica de las zonas protegidas que nos circundan.

La gran diferencia entre que nosotros digamos que no va afectar al medio y que una plataforma diga que va a afectar no es otra sino que todo lo que decimos está basado en numerosos informes hechos por especialistas independientes.

La Comisión Europea está revisando si ha aplicado la normativa medioambiental en este proyecto.

A nosotros no nos ha hecho ningún requerimiento formal. Sí que ha solicitado a alguna administración regional, que nos ha requerido a nosotros para dotar más información, y todo eso ha seguido su curso y está archivado.

[El 15 de mayo el comisario de Medio Ambiente, Karmenu Vella, contestó por escrito a la eurodiputada Marina Albiol que todavía evalúa el expediente y que “no se halla en condiciones de determinar si la legislación de la UE se ha aplicado correctamente”].

El proyecto puede verse parado en los juzgados. ¿Qué ocurre con los daños ya hechos?

Hemos tenido que depositar un aval en la Junta de Castilla y León que cubre los gastos de rehabilitación y restauración de los espacios que estamos afectando en esta fase para que volvieran a su estado anterior. Se daría cumplimento al plan de rehabilitación del espacio afectado. Y se devolvería a su estado.

Es decir, seguirán haciendo obras, aunque el informe del Consejo de Seguridad Nuclear para que el Gobierno autorice la planta de concentrados puede demorarse dos años.autorice la planta de concentrados

Ese es el plazo máximo. Pero hay muchas otras actividades que podemos y debemos hacer antes. Porque van delante de esas instalaciones. Hay instalaciones con sus autorizaciones. Nosotros estamos convencidos de que cumplimos toda la regulación. Estamos seguros de que esa autorización va a llegar.

Dos concejales del Ayuntamiento de Retortillo (gobernado por el PSOE) se encargan de las labores de tala. ¿Por qué están ganando dinero ya con este proyecto?

Hay dos concejales que trabajan para nosotros [ambos son del PP]. Directa o indirectamente. Son personas que trabajaban para Berkeley antes de ser concejales. El puesto de concejal no está remunerado. La gente se tiene que ganar el dinero de alguna manera.

En Retortillo no sé si queda alguien sin trabajo. Nosotros estamos comprometidos con el trabajo local y no tenemos que hacer ninguna discriminación a nadie. Pero lo más importante es que no ha habido ninguna decisión tomada por el Ayuntamiento de Retortillo que haya sido tomada por dos o tres personas. Todas ha sido aprobadas en pleno y por unanimidad.

El proyecto ha sido criticado porque sacar el uranio de Salamanca cuesta demasiado para que al venderlo sea rentable.

Nosotros tenemos unos costos de explotaciones estimados no solo por nosotros sino por empresas de ingeniería a nivel mundial en este negocio de menos de 20 dólares la libra de uranio extraída. El precio de venta que tenemos firmado es para un mínimo de 43,5 dólares. Respecto a 17 ó 18 que cuesta sacarlo aquí en Retortillo. ¿Cabría en cabeza alguna que una empresa se gastase 95 millones de dólares, tantísimo dinero, en algo que no es rentable? No. No sería razonable.

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