El PSOE propone en el Congreso trasladar la tumba de Franco
Sacar a Franco del Valle de los Caídos para depositar sus restos “donde la familia indique”, mover la tumba de Primo de Rivera a un lugar “menos destacado” dentro del monumento y destinar el espacio a “rehabilitar la memoria de todas las personas fallecidas a consecuencia de la Guerra Civil de 1936-1939” y no sólo los de un bando de la contienda.
El texto, firmado por el diputado Odón Elorza, destaca que en el complejo están los restos de 33.847 personas, de las cuales 21.000 están identificadas y 12.000 sin identificar, lo que convierte el Valle de los Caídos en “el mayor cementerio de víctimas de la Guerra Civil española”. Pero explica que se encuentran en muy mal estado y “de manera poco digna” en “los numerosos columbarios que hay en ocho criptas”.
La PNL recomienda “lograr consensos políticos y sociales para avanzar en la tarea de resignificar y reconvertir el sentido del Valle de los Caídos, dignificar el cementerio, frenar el deterioro general de edificaciones y esculturas, atender reclamaciones de familiares, crear un espacio de meditación a modo de memorial así como un centro de interpretación e investigación, y cuidar el parque natural”
El mal estado en el que se encuentra el conjunto arquitectónico inaugurado por el gobierno franquista en ha llevado al Gobierno a ordenar trabajos de restauración en su fachada. Según el BOE, el importe neto de licitación es de de 237.062 euros.
El Valle de los Caídos se construyó a instancias del gobierno franquista, que el 1 de abril de 1940 aprobó un decreto en el que se proponía la construcción de un conjunto monumental con una basílica en la finca de Cuelgamuros situada en el municipio de San Lorenzo de El Escorial. El propósito de aquel proyecto era el de “perpetuar la memoria de los que cayeron en nuestra gloriosa cruzada”.
Posteriormente, en el año 1957, se aprobó un Decreto de creación de una Fundación y se delegó el mantenimiento y la dirección de las diferentes partes del monumento a la comunidad religiosa benedictina que tiene reconocida la “competencia inviolable” sobre la basílica y los sepulcros de Francisco Franco y Jose Antonio Primo de Rivera.