El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha pedido hoy respeto entre comunidades religiosas en una alocución ante unos 60 rabinos de todo el mundo reunidos en Girona, donde pese al buen “clima de convivencia” en Cataluña ha apelado al trabajo para evitar “muestras de odio o de intolerancia”.
Puigdemont se ha referido a los judíos como “los grandes desconocidos entre la sociedad catalana” pues, según ha apuntado, “desconoce en qué creen o cuáles son sus costumbres”, con lo que ha considerado necesario que “los judíos se muestren, se expliquen y se interrelacionen con el conjunto de la sociedad”.
El presidente catalán ha recordado que “Cataluña es un lugar donde vivir en paz y en democracia” y “un país abierto a todas las religiones, con más de 13 congregaciones religiosas y más de 1.300 centros de culto diferentes”.
“Conocemos bien su pasado” ha expresado el presidente catalán, que ha hecho referencia a las persecuciones vividas por parte de la comunidad judía en los siglos pasados, y ha agregado que ahora toca “conocer vuestro futuro”.
Los 60 rabinos reunidos en Girona asisten desde hoy y hasta el miércoles al primer Congreso Europeo Internacional de Líderes Rabínicos que se celebra en España.
El Gran Rabino de Rusia, Berel Pinchas Lazar, que ha asistido al acto de inauguración junto a Puigdemont, se ha congratulado por la participación del presidente de la Generalitat y ha indicado que “este congreso significa un gran salto para reconstruir la comunidad judía en Girona y también en Europa”.
Abraham Rosenberg, el rabino de la ciudad de Girona, ha indicado en declaraciones a la prensa que este es un congreso histórico que reunirá a rabinos de toda Europa, África y América, y que tiene como finalidad conversar y aportar ideas del pueblo judío desde diferentes comunidades.
El congreso acogerá también a rabinos de comunidades no muy numerosas, por lo que estos días visitarán Girona rabinos de la República Checa, Mónaco, de Rumanía, Bulgaria o Grecia, además de contar con la presencia del Gran Rabino de Rusia o del Gran Rabino de Nueva York, Moshe Kotlarsky.
Según ha explicado Rosenberg, la importancia del evento se basa en que “no existe ningún documento que mencione la celebración de un encuentro tan importante como este en España tras 500 años de la expulsión de los judíos en 1492”.
El congreso acogerá durante tres días varias actividades alrededor de la comunidad judía, como sesiones de estudio y conferencias, además de una visita al museo judío de la ciudad y al antiguo barrio judío.
Aunque la ciudad de Girona albergó en el pasado una comunidad judía muy importante, tan solo hace un año que hay un centro judío, que se encuentra en la calle de la Força y que sirve de punto de encuentro de la comunidad, formada por unos 250 miembros de toda la provincia de Girona.