El ministro José Ignacio Wert ha confirmado a los rectores que la nota para acceder a la gratuidad de la matrícula se quedará en un 5,5, en lugar del 6,5 que proponía el borrador de decreto del ministerio. Lo ha hecho en la reunión de la Comisión Permanente del Consejo de Universidad, en la que representantes de la Conferencia de Rectores (CRUE) ha presentado al ministro una propuesta alternativa para regular las becas y ayudas al estudio, una semana después de transmitir a José Ignacio Wert su rechazo total al borrador del decreto que prepara el Gobierno y que debería estar aprobado como muy tarde en agosto. Los rectores han pedido nuevamente la retirada de las exigencias académicas para acceder a los subsidios. “No se pueden vincular las ayudas al rendimiento”, ha asegurado a El Mundo el rector de la Universidad Politécnica, Carlos Conde, miembro de la comisión especial –con la Autónoma de Madrid, la Rovira i Virgili (Tarragona), la Universidad de Sevilla y la de Navarra— que ha elaborado el documento ahora en manos del ministerio.
Conde calculó que un 16% de sus alumnos, unos 900 en total, se quedarían sin ayudas si prospera la propuesta de José Ignacio Wert, y recordó el órdago que ya habían hecho los responsables de las 50 universidades públicas y 25 privadas de España en la reunión anterior: “Si la nota de la beca es 5,5, subiremos el aprobado al 5,5”, ha asegurado.
La segunda vía propuesta por la CRUE es aplazar las modificaciones hasta lograr mayor consenso y que este año las ayudas se concedan con los criterios del curso anterior, en los que el ministerio ya había incorporado la nota: un 5,5 que ahora planea subir al 6,5. Los rectores han calculado que con el nuevo decreto la mitad de los becados podrían perder ese beneficio.
Esta era quizá la última oportunidad para el ministro de conseguir apoyo para su decreto, que ha sido rechazado con absoluta unanimidad: por el Consejo Escolar del Estado, por la CRUE, por los consejeros de Educación de las autonomías y los responsables autonómicos de Universidades.
“Equidad de acceso”
Los rectores han insistido en que se mantenga la “equidad de acceso” para todos los estudiantes a través del 5 como aprobado, y que se incremente el presupuesto estatal destinado a las becas. “Pedimos que no se aumente el requisito académico a aquellos con dificultades económicas”, ha afirmado el rector de la Universidad Autónoma de Madrid, José María Sanz.
Además, los rectores han hecho hincapié en que las becas se repartan sólo en función de la renta, porque se trata de una ayuda social y no un “premio ni un castigo”. El decreto establece una ecuación en la que una suma variable se calcula en función de la renta, las notas y el dinero disponible. Por lo tanto, hasta que no se resuelva la solicitud (que suele ser bien entrado el año) las familias no sabrían ni siquiera con cuánto dinero podrían contar, lo que actuaría, denuncian los sindicatos, como un efecto disuasorio para las familias, que podrían decidir no arriesgarse a iniciar un curso sin saber si les será posible acabarlo.