El modelo del PP para las guarderías públicas permite entrar a empresas sin pasar exigencias educativas mínimas
Es consecuencia del modelo de gestión de servicios educativos a base de premiar el ahorro por encima de otras variables. Las empresas que hacen funcionar las escuelas infantiles públicas por menos dinero siguen colándose en los centros de la Comunidad de Madrid aunque su proyecto educativo haga aguas. Gracias a este modelo, una empresa que no alcanza el mínimo exigido por los estándares educativos del concurso termina por hacerse con la adjudicación.
El último caso perfecciona esta fórmula: en el municipio de Majadahonda, un bastión popular al noroeste de la región, la empresa Babyteca empezará en septiembre a gestionar dos escuelas infantiles porque ha reducido el presupuesto anual un 8%. Sin embargo a la hora de valorar el proyecto educativo la concesionaria obtiene solo 19,6 puntos de los 40 máximos, según los informes de valoración, a los que ha tenido acceso eldiario.es.
El cambio en los pliegos de contratación introducido el año pasado por el Gobierno de Cristina Cifuentes, que redujo parcialmente el peso del criterio económico, ha resultado estéril porque se mantiene el sistema de subasta que infla los puntos de las compañías capaces de hacer una oferta económica más barata. Los nuevos pliegos avalan incluso que empresas cuyo proyecto educativo no obtiene la puntuación mínima exigible se hagan con la adjudicación si ofrecen un buen número de horas de inglés.
Las dos escuelas afectadas se llaman Talín y Tamaral. Han estado dirigidas durante décadas por una cooperativa de maestras y educadoras pero no han podido competir con la rebaja económica de Babyteca, que equivale a 34.700 euros en el primer centro y 37.300 en el segundo.
Este recorte significa que la empresa oferta cada plaza (hay 118 en cada guardería) por 217 euros y 215, respectivamente, cerca de 30 menos al mes del presupuesto calculado por la Comunidad de Madrid, que marca las condiciones pese a que los pliegos en este caso los elabora el municipio. La reducción la reportado a la compañía 35 puntos de 35 en lo económico, frente a los seis que ha obtenido la cooperativa, que ha reducido el presupuesto en poco más de un 1%.
Esa nota ha servido para compensar las pobres calificaciones del proyecto educativo: de los ocho aspectos que se califican aprueba únicamente en dos y la comisión le da un suspenso en el plan de atención a los niños y niñas con necesidades de apoyo o en la propuesta pedagógica, “no adaptada al grupo de edad” y que “no incluye medidas de atención a la diversidad”, según concretan las valoraciones. La comisión de expertos también resalta que Babyteca “confunde” conceptos y presenta una fundamentación legal y teórica “incompleta y bastante escasa”.
Inglés para bebés sin metodología
La contratista aprueba globalmente la parte educativa gracias a los puntos (10) por ofertar inglés. Los pliegos agrupan el proyecto con la enseñanza del idioma extranjero en 50 puntos, de los que hay que obtener más de 25. Da igual cómo se distribuyan. Babyteca, en este caso, promete hacer iniciación al idioma también con los bebés de 0-1, lo que les coloca por encima en número de horas frente a la cooperativa. Y eso se premia con la mitad de los puntos. Los otros cinco valoran la didáctica empleada, “con aspectos metodológicos no desarrollados”, según la valoración que se hace a la empresa.
eldiario.es se ha puesto en contacto sin obtener respuesta con Babyteca, una compañía “cuyo objeto social es la asistencia y servicios sociales a niños, educación infantil, prestación de servicios desde la formación ocupacional, terapias de rehabilitación ocupacional” y un largo etcétera, según su propia definición.
El grupo de educadoras que han gestionado Talín durante 30 años y Tamaral otros 15 obtienen 31,5 puntos de 40 en su propuesta educativa, la puntuación mayor entre todas las posibles adjudicatarias que se presentaron al concurso. Las familias de ambos centros llevan semanas movilizándose para exigir al Ayuntamiento una alternativa.
“Educativamente el proyecto es un despropósito y va a quitar de en medio a una cooperativa que hace un trabajo inmenso, que tiene proyectos innovadores y que hace a los niños y las niñas partícipes principales de su aprendizaje. Son dos escuelas súper pedidas por las familias y muy valoradas”, dice Blanca, del AMPA de Tamaral. Es madre de un niño de dos años de la escuela y acaba de tener un bebé a quien pensaba matricular en la misma, pero ahora se lo piensa.
825 euros al mes para las educadoras
Los padres y madres tienen hasta el día 30 de junio para formalizar la matrícula. “Nos vemos obligados a tomar la decisión antes de saber a ciencia cierta qué va a pasar”, añade Blanca. La propuesta de adjudicación tiene que pasar aún por el pleno del municipio el próximo martes, donde se espera que reciba los votos a favor de PP y Ciudadanos. Al no ser firme, todavía no se ha abierto el periodo de recursos. De no salir adelante en el pleno, fuentes municipales aclaran que será el departamento jurídico quien tendrá que valorar la situación “anómala”.
El Ayuntamiento de Majadahonda, del PP, justifica que el “proceso ha sido absolutamente transparente, está regulado por la ley e interferir en él sería causa de delito” y se comprometen a “velar por que los adjudicatarios cumplan el proyecto y se respeten los estándares de calidad”. El municipio cuenta con cuatro escuelas infantiles públicas, tres financiadas entre la Comunidad y el Ayuntamiento, y otra solo presupuesto regional. Todas están gestionadas de forma indirecta.
Las maestras y educadoras de Talín y Tamaral serán subrogadas, porque así obligan los pliegos, pero temen que sus condiciones, dada la rebaja económica, se resientan aún más. “Gano 825 euros al mes trabajando 40 horas a la semana y llevo nueve años en esta escuela. Hace cinco, cuando nos prorrogaron la adjudicación ya tuvimos que bajarnos un poco y ahora no sabemos qué nos espera con la nueva empresa”, admite una de ellas, que prefiere no dar su nombre.
Un cambio de pliegos “insuficiente”
En sus años al frente de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre fue la responsable de hacer desaparecer el precio fijo en los concursos públicos para escuelas infantiles, que sí continúa en otros servicios como las residencias de mayores. El modelo de pliegos en vigor hasta el año pasado daba el mismo peso a la oferta económica que al proyecto educativo (45-45). Ahora, la primera variable pesa 30, tras aprobarse por unanimidad una propuesta de Podemos en la Asamblea de Madrid, pero persiste el conocido como “sistema de subastas”, que asigna un cero a las concursantes que ofrezcan un precio igual al base. Y a partir de ahí, cuanto más barato, más puntos.
El diputado de Podemos responsable de escuelas infantiles, Miguel Ardanuy, admite que el cambio no ha sido suficiente. “Con esta mejora los criterios siguen siendo insuficientes para garantizar la calidad educativa en la adjudicación”, asegura. Su grupo llevó la semana pasada a la Asamblea otra PNL, aprobada por la mayoría de la cámara, para “eliminar los criterios económicos” de los pliegos totalmente. “Se trata de dar más posibilidades a las cooperativas sin ánimo de lucro frente a las grandes empresas –no siempre especializadas en educación– que se llevan la mayoría de los concursos”, explica, como Clece –dependiente de la constructora ACS, propiedad de Florentino Pérez– o Eulen.
El Ayuntamiento de Madrid ha decidido sacar a sus escuelas de la red regional precisamente por estos sistemas de adjudicación, cuya fórmula genérica –no sobre este caso concreto– criticó el Tribunal de Cuentas en un informe de 2011 porque “su aplicación puede dar lugar a resultados desproporcionados en puntuación, ya que las bajas económicas poco significativas en las oferta de las empresas pueden dar lugar a diferencias muy elevadas en las puntuaciones”. Esto ocurre porque esa calificación depende del precio al que oferte la plaza el resto de empresas y el candidato que menos lo rebaje, en este caso la cooperativa, se queda muy lejos del que más, Babyteca.