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Timoteo, el primer exhumado de una fosa franquista por orden de Argentina

EFE

Este martes ha comenzado en Guadalajara la exhumación de Timoteo Mendieta, fusilado en 1939, la primera que se realiza en España a solicitud de la jueza argentina María Romilda Servini de Cubría, que instruye la “querella argentina” contra los crímenes del franquismo, en presencia de su hija Ascensión Mendieta.

A las 9:00 horas, ante numerosos miembros de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, ha llegado al cementerio de Guadalajara Ascensión, la hija de Timoteo Mendieta, junto a sus hijas y otros familiares para presenciar la exhumación de los restos de su padre, que ha sido autorizada por la titular del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Guadalajara, siguiendo un exhorto de la jueza Servini.

“Hemos logrado lo que queríamos. Esto es una alegría muy grande para mí”, ha señalado Ascensión Mendieta, de 90 años, quien ha reconocido que “es uno de los momentos más importantes” de su vida. Mendieta, que ha llegado sonriente y tranquila al cementerio, aunque una de sus hijas ha afirmado que apenas había dormido esta noche, ha rememorado que “tengo muchísimos recuerdos, pero todos malos, ninguno bueno, porque éramos 7 hermanos pequeños y ha pasado mucho mi madre para sacarnos adelante”.

“Era una persona buenísima”

Ascensión, quien vio a su padre por última vez con 13 años, le ha recordado como “una persona buenísima, al que todo el mundo quería” y no ha ocultado su alegría por cumplir con la ilusión de tener sus restos “para que me entierren con él”.

“Mi madre luchó, pero no consiguió nada y mi hermana, que también ha muerto, tampoco”, ha admitido Ascensión, que viajó hasta Buenos Aires en 2013 para declarar ante la juez Servini, quien realizó el exhorto judicial que, tras pasar y ser autorizado por el juzgado número 2 de Guadalajara, ha permitido la exhumación.

Ascensión ha comentado que hace poco habló con la juez Servini personalmente, cuando vino a la Audiencia Nacional, a la que ha calificado como “una buena persona” y que “se está portando” muy bien con ella, y ha remarcado que volvería a viajar 10.000 kilómetros hasta Buenos Aires “si fuera necesario”.

Un equipo de nueve personas, dirigido por René Pacheco, de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, a los que se han sumado tres forenses, son los encargados de realizar los trabajos de exhumación. “El trabajo va a ser un difícil porque hablamos de una gran cantidad de cuerpos, 22, según los registros del cementerio y, por tanto, vamos a ir con mucho cuidado, sabiendo y teniendo en cuenta como están organizados esos cuerpos”, ha explicado el director de la exhumación, quien ha reconocido que “nos encontramos en una fosa complicada, ya que son cuerpos de diferentes momentos”.

Cuerpos de represaliados en la misma fosa

Pacheco ha ampliado que, desde el punto de vista arqueológico “servirá de referencia” para lo que vayan encontrando, porque son datos importantes el que “el primer asesinato es del 16 de noviembre de 1939 y el último del 3 de marzo de 1940” y que el primer cuerpo “es de un hombre, enterrado en un ataúd, y el segundo de una mujer”.

“El cuerpo de Timoteo estaría en el penúltimo nivel, el número 19, y cuando vayamos viendo como son, qué características físicas y qué lectura hacemos de los huesos, que sepamos quien es cada persona exhumada, no podremos saber si estamos ante Timoteo”, ha detallado Pacheco, quien ha confirmado que los análisis antropológicos se realizarán en el mismo cementerio.

“Además, no sabemos si en un espacio tan pequeño pueden entrar 22 personas y, por tanto, hay que ir con mucho cuidado para sacar todos los datos adecuados para averiguar si estamos ante la fosa”, ha agregado Pacheco, quien ha asumido que “lamentablemente, y pese a lo que esté documentado, no siempre se encuentran”. Sobre esto, una de las hijas de Ascensión Mendieta, Chon Vargas, ha admitido que así se lo han comunicado a su madre, pero tiene “el convencimiento” de que ahí está su abuelo.