La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha hecho un llamamiento expreso a la prudencia y, singularmente, a que las personas no vacunadas, jóvenes en su mayoría, reduzcan “contactos” e “intensifiquen” la protección individual. “Hay un menor de 14 años en la UCI” por COVID-19, ha avisado Sagardui, que ha añadido que en planta está hospitalizados otro adolescentes menor de 18, seis personas de entre 18 y 30 años y diez más de entre 31 y 40 años. La edad media de los ingresados ha bajado a los 54,7 años en planta y a los 64 en intensivos y estas cifras están distorsionadas porque los más mayores tienen estancias largas que elevan la cifra conjunta. En total, son 110 las personas en Osakidetza, 23 de ellas graves en la UCI.
Con el 57% de la población 'vacunable' ya protegida y con una media de edad de los contagios muy joven, esta nueva oleada de la pandemia hasta el momento no está generando la misma presión asistencial de las anteriores pero hay casos muy severos de complicaciones, además de los centenares de jóvenes en sus casas con fiebre o incluso habiendo perdido olfato y gusto. “Se reduce el impacto pero los episodios graves también afectan a las personas jóvenes”, ha insistido Sagardui que, deliberadamente, ha puesto el ejemplo del caso del niño en estado crítico para poner en alerta a la población. Además, ha explicado que “evidentemente” que la explosión de casos ha recrudecido la carga de trabajo de los rastreadores y también de los equipos de atención primaria que realizan las pruebas diagnósticas.
Escribe Iker Rioja Andueza.
Pedro Sánchez asegura que “es evidente que Cuba no es una democracia” ante la represión en las protestas que ha acarreado, además, la detención de periodistas. “Es evidente que Cuba no es una democracia, tiene que ser la sociedad cubana la que encuentre ese camino y la comunidad internacional la que ayude a que se encuentre ese camino”, ha dicho el presidente en una entrevista en Telecinco.
El presidente ha matizado, no obstante, que ese camino tendrá que recorrerse “sin injerencias”. En todo caso, ha dicho que la detención de youtubers y periodistas es “improcedente” y que son necesarias “reformas” para avanzar en “derechos y libertades”.
Sánchez ha condenado además la detención de la youtuber cubana Dina Stars así como de la corresponsal de ABC en la isla, Camila Acosta. La crisis económica por la pandemia, la movilización social de artistas e intelectuales y el impacto de las protestas en redes sociales son algunos de los elementos que explican la rápida escalada en el conflicto social.
Informa Irene Castro
El Gobierno ha organizado el segundo homenaje de Estado con carácter civil para las víctimas de la COVID-19 que en esta ocasión se centrará especialmente en los sanitarios y que pretenderá mostrar también un horizonte de esperanza al acercarse la inmunidad de grupo a la que Pedro Sánchez fía buena parte de la recuperación económica. Habrá diferencias respecto al año pasado, entre ellas las ausencias de presidentes autonómicos que impedirán la imagen de unidad que sí se vio en 2020 y apenas dos meses después de que acabara el confinamiento severo. No estarán ni el lehendakari, Iñigo Urkullu, que sí viajó a Madrid el año pasado ni Pere Aragonès, en contraposición con su antecesor Quim Torra, que sí participó entonces. Tampoco asistirá el extremeño Guillermo Fernández Vara.
Escribe Irene Castro.
El exdiputado del PSC Francesc Vallés será el nuevo secretario de Estado de Comunicación de Pedro Sánchez, según ha publicado El Periódico y ha confirmado elDiario.es. El presidente ha aprovechado la remodelación del Consejo de Ministros para dar un vuelco al Gobierno y al que ha sido su gabinete estos tres años.
El aterrizaje de Vallés supone imprimir un tinte más político al departamento de comunicación de Moncloa que hasta ahora había pilotado el periodista Miguel Ángel Oliver a las órdenes de Iván Redondo, de quien Sánchez ha prescindido también como jefe de gabinete. Su nombramiento se aprobará en el Consejo de Ministros del martes que viene.
El vicepresidente de la Junta y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, Juan Marín, ha alertado este martes de que “el 72%” de las 122 personas que actualmente se encuentran ingresadas en unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de hospitales de Andalucía con Covid-19 son “negacionistas”, es decir, “gente que no se ha querido poner la vacuna”, de “entre 50 y 60 años” de edad.
Así lo ha indicado el vicepresidente de la Junta en la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Consejo de Gobierno, en la que ha comparecido junto al consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior y portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo.
Al analizar la situación de los hospitales andaluces como consecuencia de los nuevos ingresos que está provocando la Covid-19, Juan Marín ha indicado que resulta “muy atípico que gente que ya estuviera vacunada, con entre 50 y 60 años” de edad, “estuviera ingresando en UCI”, y al respecto ha puesto de relieve que “el 72%” de los actuales pacientes en unidades de críticos son “negacionistas” de la vacuna, tras lo que ha realizado un llamamiento a favor de la vacunación.
Con información de Europa Press.
La tasa de incidencia media en España ha marcado este martes los 436,75 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, por encima de los 368 del lunes. Este indicador se encuentra especialmente disparado entre la población de entre 20 y 29 años, con 1.421,4casos; entre 12 y 19 años, con 1.183,6 casos; y entre 30 y 39 años, con 562,4 casos. Además, sanidad ha registrado 43.960 nuevos contagios y 13 muertes más que ayer. Pero hay que tener en cuenta que ni Catalunya ni Baleares notificaron este lunes sus datos del fin de semana por “problemas técnicos”, por lo que los de hoy están sobreestimados y las incidencias no tienen valor estadístico ni sirven para hacerse una idea precisa de la evolución de este indicador.
Las comunidades autónomas han administrado en las últimas 24 horas 538.114 dosis de vacunas contra la COVID-19, con las se superan los 48,3 millones de pinchazos desde finales de diciembre. En total, en España tienen la pauta completa 22.139.864 personas, que suponen el 46,7% de la población, mientras el 59,5% (algo más de 28,2 millones) tienen al menos una dosis.
El 76% de población mayor de 40 años tiene la pauta completa y el 90,2%, al menos una dosis. Por grupos de edad, entre 40 y 49 años tienen el máximo nivel de inmunización contra el virus el 52%; de 50 a 59 años, el 83,5%; de 60 a 69 años, el 72,2%; de 70 a 79 años, el 97,4%; y el 100% de mayores de 80 años.
Además, el 15,5% de la población de entre 30 y 39 años tiene la pauta completa, así como el 11,7% de los que tienen entre 20 y 29 y el 1% de los de 12 a 19 años. En estos grupos tienen al menos una dosis el 44,4%, el 18,9% y el 3,1%, respectivamente.
Por comunidades autónomas, las que más dosis han inyectado son Asturias y Galicia, que han inoculado el 94,9% de las recibidas y Extremadura, con el 94,5%. En la cola se sitúan las ciudades autónomas de Ceuta (87,9%) y Melilla (83,8%) y la Comunidad de Madrid, que solo ha administrado el 83,9% de los sueros y tiene en la nevera más de 1,2 millones de dosis.
Casi siete meses después el inicio de la campaña de vacunación en todo el mundo, España supera por primera vez a Estados Unidos en dosis administradas por habitante. Con las cifras publicadas hoy por el Ministerio de Sanidad, España alcanza las 102 vacunas puestas por cada 100 habitantes frente a las 101 del país norteamericano.
Aunque Estados Unidos protagonizó uno de los inicios más rápidos de la vacunación en el mundo, el ritmo de administración de dosis se ha ido ralentizando desde mediados de abril. Por esas fechas, la administración Biden vacunaba al 1% de la población cada día que pasaba. Ahora están por debajo del 0,15% diario.
Aunque Joe Biden esperaba tener el 70% de los adultos al menos parcialmente vacunados para el 4 de julio, la reticencia de una gran parte de los estadounidenses a vacunarse parece que podría dejar el tope por debajo del 60% de los residentes.
Una situación que contrasta con la de España, que es ahora mismo uno de los países que más rápido está vacunando en todo el mundo, por encima de Alemania, Italia y Francia. Las cifras señalan que, al ritmo actual, España podría tener al 70% de la población vacunada en 41 días.
Escribe Raúl Sánchez.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha anunciado que se va a autorizar la venta en farmacias sin prescripción médica de los test de autodiagnóstico de la COVID-19, con el objetivo de facilitar la identificación de los positivos sospechosos y poder así tomar medidas ante la progresión de la pandemia.
Darias ha explicado que llevará esta medida al Consejo de Ministros del próximo 20 de julio tras el dictamen favorable del pasado 8 de julio del Consejo de Estado. “Es muy importante establecer medidas de autodiagnóstico, ya que la exigencia de prescripción para la venta al publico constituía una barrera y es conveniente incluirlo entre los productos de autodioagnóstico autorizados para su adquisición en farmacias”, ha sostenido la ministra.
El Gobierno aprobará así una medida que le pidieron varias comunidades –la que más ruido hizo fue Madrid– hace meses, pero entonces rechazó. En mayo, Darias sostuvo que los test entonces existentes no eran adecuados (“no teníamos más que para uso profesional”, dijo). Ahora ya sí están en el mercado los test de autodiagnóstico y por ello ha surgido “la necesidad de regularlo”. Los farmacéuticos llevaban unos días haciendo campaña en redes para que se aprobara su venta.
El consejero portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, ha vuelto a incidir en una situación sanitaria que “preocupa” al Ejecutivo andaluz. La situación epidemiológica empeora en la comunidad autónoma siguiendo una tendencia que se extiende a “toda España y a Europa”. Y ahora el foco está en los jóvenes.
En la jornada de este martes, donde la incidencia acumulada (IA) en Andalucía es de 298 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, el cómputo se ha disparado entre la población de 20 a 29 años a 729 casos. Una cifra “inasumible”, ha dicho Bendodo, que también se ha mostrado inquieto ante la bajada en la edad de los ingresados.
Este martes se han registrado 633 hospitalizaciones, 109 más que hace una semana, de las cuales 122 han sido en Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Pese a que la presión hospitalaria es de sólo el 3,48% en Andalucía, el 6,49% en UCI, Salud ha analizado los perfiles de los ingresados. Así, de las 102 hospitalizaciones de este pasado fin de semana, el 40% son personas menores de 40 años, donde el 85% no ha sido vacunadas. “La vacunación funciona”, ha enfatizado Bendodo antes de insistir en que “los jóvenes son los que sufren la mayoría de los contagios y los ingresos”.
La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha hecho un llamamiento expreso a la prudencia y, singularmente, a que las personas no vacunadas, jóvenes en su mayoría, reduzcan “contactos” e “intensifiquen” la protección individual. “Hay un menor de 14 años en la UCI” por COVID-19, ha avisado Sagardui, que ha añadido que en planta está hospitalizados otro adolescentes menor de 18, seis personas de entre 18 y 30 años y diez más de entre 31 y 40 años. La edad media de los ingresados ha bajado a los 54,7 años en planta y a los 64 en intensivos y estas cifras están distorsionadas porque los más mayores tienen estancias largas que elevan la cifra conjunta. En total, son 110 las personas en Osakidetza, 23 de ellas graves en la UCI.
Con el 57% de la población 'vacunable' ya protegida y con una media de edad de los contagios muy joven, esta nueva oleada de la pandemia hasta el momento no está generando la misma presión asistencial de las anteriores pero hay casos muy severos de complicaciones, además de los centenares de jóvenes en sus casas con fiebre o incluso habiendo perdido olfato y gusto. “Se reduce el impacto pero los episodios graves también afectan a las personas jóvenes”, ha insistido Sagardui que, deliberadamente, ha puesto el ejemplo del caso del niño en estado crítico para poner en alerta a la población. Además, ha explicado que “evidentemente” que la explosión de casos ha recrudecido la carga de trabajo de los rastreadores y también de los equipos de atención primaria que realizan las pruebas diagnósticas.
Escribe Iker Rioja Andueza.