Tres vicepresidentes del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han dimitido en bloque por su desacuerdo con la presidencia, que ostenta Emilio Lora Tamayo. Los tres altos cargos que se marchan son el vicepresidente de Investigación Científica y Técnica, Antonio Figueras Huerta, la vicepresidenta adjunta de Áreas Científico-Técnicas, María Gasset Vega, y el vicepresidente adjunto de Programación Científica, José Ramón Naranjo Orovio.
El pasado 30 de mayo los tres cargos que hasta ahora eran la mano derecha de Lora-Tamayo en cuestiones científicas y de funcionamiento interno entraron uno a uno en su despacho para presentar su dimisión irrevocable. Figueras, Gasset y Naranjo conformaban la vicepresidencia de Investigación Científica y Técnica, una de las tres que tiene el CSIC y que dependen directamente del presidente. Según fuentes del organismo, Lora-Tamayo aceptó las renuncias sin poner trabas ni intentar hacer cambiar de opinión a los dimisionarios. Los ceses serán efectivos el próximo lunes y Lora-Tamayo ya ha nombrado a tres sustitutos, según un correo electrónico enviado ayer por el Gabinete de Presidencia y al que ha tenido acceso Materia.
La razón de las dimisiones estaría relacionada con el aumento de la “burocracia” en el funcionamiento del CSIC y el trabajo de sus investigadores en los últimos meses. La dificultad para contratar personal nuevo con flexibilidad y la burocracia no es un problema nuevo en el CSIC. Pero fuentes de la institución indican que desde hace unos meses la propia presidencia ha añadido nuevas normas de funcionamiento interno que dificultan aún más el funcionamiento de los proyectos de investigación.
“La situación ha llegado al punto de que, para justificar la visita de un investigador extranjero a nuestro centro para impartir una charla, ya no basta presentar las facturas de hotel y viaje sino que hay que enviar las transparencias de su charla impresas, copias en papel”, se queja el director de uno de los más de 100 centros de investigación que el CSIC tiene repartidos por toda España. Estas trabas dificultan aún más el trabajo de todos los equipos, especialmente de los más punteros que cuentan con financiación competitiva llegada de la Unión Europea y que sufrirían un hándicap de “competitividad” frente a sus grupos rivales de otros países por tener que perder “horas de trabajo” haciendo papeleo, protestan esas fuentes. “El CSIC no está apoyando a sus investigadores en general ni a sus investigadores más punteros en particular”.
Las dimisiones abren una nueva crisis en el CSIC poco después de que se cerrara la anterior debido a la falta de fondos y la imposición del llamado corralito por el equipo de Gobierno. Los nuevos vicepresidentes nombrados por Lora-Tamayo son Alicia Castro Lozano, nueva vicepresidenta de Investigación Científica y Técnica, Javier Sánchez Herencia,vicepresidente Adjunto de Programación Científica, dependiendo de esta Vicepresidencia, de la que también dependerán la Vicepresidencia Adjunta de Transferencia de Conocimiento y la Vicepresidencia Adjunta de Internacionalización.