Las jugadoras de Wimbledon ya no tendrán que vestir ropa interior blanca durante la competición. La organización ha permitido, a partir de la convocatoria que comenzó en Londres este lunes, que utilicen prendas de color oscuro si así lo prefieren porque tienen que competir cuando tienen el periodo.
Se trata de la primera vez que el torneo centenario, el más estricto en sus normas de vestimenta para todos los tenistas, responde a las reiteradas peticiones de las jugadoras. Este lunes, una de las primeras jugadoras en acogerse a la nueva norma han sido la bielorrusa Victoria Azarenka, la checa Linda Fruhvirtova y la estadounidense Peyton Stearns, que lucieron shorts negros bajo el vestido.
Numerosas tenistas han manifestado durante los últimos años que no tenía sentido estar obligadas a competir con ropa interior blanca, cuando la posibilidad de mancharla podía suponer una distracción innecesaria en medio de un partido. Atletas de otras disciplinas también han denunciado la tensión innecesaria que suponía tener que estar pendiente de la ropa interior o de unos pantalones blancos en medio de un partido. También han denunciado que este factor es uno de los que hace que muchas adolescentes dejen de competir cuando empiezan a menstruar.
En 2022, tras una protesta en las instalaciones de Wimbledon, un portavoz de la organización declaró a The Guardian que “priorizar la salud de las mujeres y apoyar a las jugadoras en función de sus necesidades individuales es importante para nosotros”. La organización añadió que entonces mantenía conversaciones con la Asociación de Tenis Femenino (WTA, por sus siglas en inglés), así como con los fabricantes de la ropa y los equipos médicos de las jugadoras.
Wimbledon anunció finalmente el año pasado que a partir del torneo de 2023 las jugadoras tendrán más opciones para su vestuario, pero solo en lo que afecta a la ropa interior. La posibilidad de vestir prendas oscuras se aplica a la duración de todo el torneo y no solo a los días en que tengan el periodo.