Apple permitirá que los usuarios reparen aparatos y venderá baterías y pantallas
Apple ha anunciado este miércoles que da un giro a su política sobre la reparación de sus dispositivos, hasta ahora una de las más restrictivas del mercado. A partir de 2022 permitirá que sean los propios propietarios de los iPhone y Mac los que los reparen, sin tener que pasar por el servicio oficial o los establecimientos de reparación certificados por la marca.
Para hacer posible estas reparaciones Apple venderá directamente al consumidor las piezas sueltas de sus dispositivos, como pantallas, baterías y cámaras. También suministrará las herramientas necesarias y manuales para llevar a cabo el arreglo. Hasta ahora solo los talleres certificados tenían acceso a las piezas oficiales del fabricante.
El truco (siempre hay truco) es que solo los modelos más recientes de la marca dispondrán de esta posibilidad de autoreparación, al menos en una fase inicial. Apple ha informado de que venderá hasta 200 piezas y herramientas para arreglar los iPhone 12 y 13, a los que posteriormente se unirán los ordenadores Mac más modernos, aquellos que llevan chips “M1” (los que ha puesto en el mercado este 2021). En su comunicado, Apple no hace ninguna referencia acerca de si planea extender la venta de piezas sueltas a versiones más antiguas de estos dispositivos.
Además, avisa que el autoservicio de reparación “está destinado a técnicos individuales con conocimientos y experiencia para reparar dispositivos electrónicos”. “Para la gran mayoría de los clientes, acudir a un proveedor de reparaciones profesional con técnicos certificados que utilicen piezas originales de Apple es la forma más segura y fiable de obtener una reparación”, añade.
Apple tampoco ha revelado todavía los precios que tendrá cada pieza ni qué margen de beneficio espera sacar con su venta. “Cuando un producto de Apple necesita ser reparado, puede ser arreglado por técnicos capacitados que utilizan piezas originales de Apple en miles de lugares alrededor del mundo, incluyendo Apple (en la tienda o por correo), proveedores independientes de reparación, y ahora por los propietarios de productos que sean capaces de realizar las reparaciones por sí mismos”, explica.
Derecho a reparar
Este cambio de políticas de Apple se produce en un momento de creciente presión política sobre los fabricantes para que no coarten el derecho a reparar de los consumidores. Además de por el ahorro económico que supone que el arreglo de partes dañadas o viejas no esté secuestrada por las marcas y los servicios certificados, la autoreparación también ayuda a alargar la vida de los dispositivos.
Tanto España como la UE han aprobado nuevas regulaciones dirigidas a impedir que los fabricantes impidan con limitaciones técnicas o de software la posibilidad de que los propietarios de productos electrónicos los reparen por sí mismos. En EEUU, Joe Biden ha dado orden de poner en marcha una normativa en el mismo sentido. La argumentación coincide: la autoreparación reduce la basura electrónica y favorece la economía circular, lo que incide en el reaprovechamiento de materiales vitales para la digitalización pero que son muy escasos y en una reducción de las emisiones de carbono.
No es la primera vez que Apple se adelanta a una posible regulación de su negocio para convertirla en una ventaja competitiva sobre sus competidores. Hizo lo mismo cuando la sociedad y los representantes políticos incrementaron las críticas sobre las políticas de privacidad de las grandes tecnológicas, adelantándose y fijando límites estrictos a la posibilidad que terceras empresas extraigan datos personales de los usuarios de sus aparatos. Ahora, lo utiliza como reclamo comercial y promociona sus dispositivos como los más privados del mercado.
En el caso del autoservicio de reparación, Apple pasa de ser una de las marcas más restrictivas a facilitar toda la operación de reparación con piezas, manuales y herramientas en un solo portal. También adelanta que los clientes que “devuelvan la pieza usada para su reciclaje recibirán un crédito para su compra”. El servicio se habilitará a principios de 2022 en EEUU y se extenderá por el resto de países a lo largo del año.
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