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Terapia parece, 'magufada' es: los peligros de las 'apps' que quieren ser tu doctor

“El aroma de limón puede prevenir el cáncer”, afirmó Mariló Montero en un programa de TVE. Del mismo modo, la app Natural Cycles dice estar certificada para su uso como anticonceptivo con una efectividad del 99,5%. Pero la realidad es diferente: ni oler el cítrico ayuda contra tumores ni calcular la fertilidad con un algoritmo protege de embarazos no deseados.

Sin embargo, según informa Business Insider, eso era lo que pensaban 37 mujeres antes de abortar en un hospital sueco. La compañía se defendió explicando que, a medida que aumenta la base de usuarios, “también lo hace la cantidad de embarazos no deseados”. A pesar de toda la polémica, la app sigue presente tanto en Google Play como en App Store. Y no solo eso, sino que cuenta con el sello de garantía europeo (CE) utilizado para señalar a aquellos productos testados correctamente.

El software, como describen sus desarrolladores, “analiza tu temperatura, periodo y ovulación para calcular cuando eres fértil y deberías usar anticonceptivos”, todo ello automatizado por un sistema que hace “multitud de cálculos complejos”. Es como un método Ogino evolucionado que se basa en contar los días fértiles del ciclo menstrual.  Si aparece un círculo verde, entonces queda la veda abierta para tener relaciones sin protección con cero riesgo de embarazo. 

“Se aprovechan del ciudadano que se cree que una aplicación de móvil puede tener estas funciones”, explica a eldiario.es Miguel Ángel Sánchez Chillón, presidente del Colegio de Médicos de Madrid. Según el experto, el grado de confianza que tienen es “relativamente bajo”, puesto que las pseudociencias están “respaldadas por importantes intereses económicos y políticos”. La vía de comunicación por excelencia, dice el doctor, “se ha convertido en los teléfonos móviles”.

Natural Cycles es solo una de las muchas aplicaciones que ofrece soluciones médicas bajo un paraguas científico. De hecho, existen casi tantas como medicinas alternativas. Basta una simple búsqueda en Google Play para encontrar guías como la de Homeo Baby, que dice contar “con todos los recursos del bebé para curar enfermedades infantiles” utilizando medicamentos homeopáticos “sin efecto tóxico en el cuerpo”.

Además de la homeopatía, también pueden encontrarse aplicaciones sobre osteopatía, reiki, o acupuntura, todas definidas como terapias alternativas de autoayuda. “Siempre hay una referencia espiritual, solo que en unos casos son bolitas con azúcar y en otros es pinchar con agujas”, indicaba a este periódico el médico Javier Sanz.

En la misma línea se sitúa Sánchez Chillón,, quien apunta que “el problema no es solo la información generada por este tipo de aplicaciones, sino que algunos ciudadanos creen todo lo que les llega”. Las redes sociales y las apps de mensajería se han convertido en herramientas perfectas para difundir bulos. Como demuestra un estudio publicado en 2017 por la Universidad Complutense de Madrid, “el 86% de los españoles tiene dificultades para distinguir entre fake news y noticias verdaderas”.

Las cadenas de WhatsApp son una de las muchas vías para avivar la llama de las mentiras. “La gente confía en propagandas para, por ejemplo, curar una enfermedad a un niño que vive en Perú”, sostiene el presidente del Colegio de Médicos. Continúa diciendo que “esa cadena puede estar circulando durante años, cuando quizá el niño ya es adolescente y todavía sigue con tratamiento”.

“¡Un escoliómetro por solo 4,49€!”

Otras aplicaciones van más allá de proponer terapias alternativas y, directamente, pretenden reemplazar a especialistas de la salud. Los programadores de ScolioTrack describen cómo se puede medir la curvatura de la columna vertebral prescindiendo de costosos escoliómetros, algo “suficientemente sencillo para su uso personal en casa”.

Los fisioterapeutas no son los únicos reemplazados con una app, también otorrinos u oftalmólogos. La premisa es siempre la misma: llevar instrumentos médicos a la palma de la mano. “El riesgo es que la persona se lo crea y que actúe en consecuencia a lo que diga esa aplicación”, advierte Sánchez Chillón,. Añade que “la medicina es más compleja y tiene variables mucho más personales que las ofrecidas por una aplicación de móvil”.

El problema es que muchas de ellas dicen estar amparadas por estudios científicos o técnicas antiquísimas e inducen a la confusión. Para Sánchez Chillón,, esto sigue sin aportar ninguna evidencia: “Estas pseudociencias se consideran milenarias, pues que aporten lo que han dado estos milenios”.

Al mismo tiempo que la homeopatía critica la medicina convencional, el médico considera que también se apoya en ella para demostrar su efectividad. “Rechazan el tratamiento de las vacunas y, sin embargo, echan mano de la ciencia para propagar sus creencias”, apunta refiriéndose a los estudios con los que se promocionan estos métodos.

El doctor compara las técnicas alternativas con la propaganda de un producto. “No me tengo que creer que por consumir determinado tipo de refresco voy a ser más feliz”, matiza. Precisamente por ello, también señala a quienes confían en estos métodos: “Para que exista un vendedor de elixires mágicos este debe disponer de muchos compradores”.

Para intentar revertir la situación, el Colegio de Médicos de Madrid eliminó su comisión de homeopatía en 2017 por “no tener base científica”. Tras la decisión, médicos y homeópatas se enzarzaron en una discusión sobre la efectividad de la disciplina alternativa. “Las autoridades sanitarias y los colegios federados tenemos que tomar medidas en el asunto”, considera Sánchez Chillón,. Para el profesional “no queda más remedio que estar vigilante”, porque el “bombardeo cada vez será mayor”. Añade que, “desde las instituciones, obviamente, lo que tenemos que hacer es denunciarlo”.

Pero, ¿hay que desconfiar de todas las apps? Algunas guías sanitarias dicen actuar como “un asesor clínico”, sin que por ello animen a actuar. Aun así, el especialista del Colegio de Médicos cree que “pueden inducir a consultar otras pseudociencias”. Para evitar caer en la trampa, el doctor recomienda “informarse, contrastar las noticias y, sobre todo, leer”. Porque, como explica, “la ciencia no ha avanzado por ideas pseudocientíficas”, sino por “la experimentación, la prueba y error, el análisis de los resultados”.