Lo cierto es que Amazon abrió su primera tienda física el pasado noviembre y los rumores comenzaron a circular. ¿Sería este el principio del fin de resto de comercios? ¿Conseguiría la empresa de Jeff Bezos alcanzar tan buenos resultados en la distribución física como en el online? La tiendecita, cómo no, estaba ubicada en la ciudad que vio nacer a la empresa de comercio virtual, Seattle (EEUU), cercana al campus de la universidad. Hoy, el Wall Street Journal publica que aquel destello aislado de noviembre del año pasado dará lugar, próximamente, a 400 librerías por el conjunto del país americano.
La pequeña librería de Seattle cuenta con entre 5.000 y 6.000 títulos, con ejemplares que van desde los libros más vendidos en la plataforma online hasta otros seleccionados casi aleatoriamente por la compañía. Aunque no han trascendido detalles de cómo serán estos nuevos establecimientos, Sandeep Mathrani, el CEO de General Growth Properties Inc. -un gran operador de centros comerciales-, dio el anuncio durante la presentación de los resultados financieros de Amazon.
El del pasado noviembre fue un movimiento que no todo el mundo entendió, pero que ahora cobra sentido tras el anuncio -aún no confirmado oficialmente por la compañía- de Mathrani. La estrategia de Amazon pasa por los grandes centros comerciales, quién sabe si planeando establecer pequeñas tiendas a modo de mini quioscos de prensa o de librerías al uso. Aprovechar las infraestructuras ya existentes para crear nuevas: no podíamos esperar otra cosa de una empresa cuya presencia -dejando a un lado los mastodónticos almacenes- se cuenta por un puñado de librerías.