Tecnología para la política en las protestas: el capítulo de Hong Kong
“Díganle al mundo entero: este NO es una revolución de color, este es un movimiento de la gente de #HongKong para ganar la democracia que les pertenece”. El tweet lo lanzó la cuenta de Occupy Central with Love and Peace el 4 de octubre. Los manifestantes de Hong Kong desvinculaban el proceso de #OccupyHongKong - en la que convergen hashtags como #occupycentral, #occupyHK o #UmbrellaMovement - de las denominadas revoluciones de color que sacudieron países como Ucrania (revolución naranja, 2004) o Georgia (revolución rosa, 2003) con intervención estadounidense.
Un tuit de la cuenta de la Federación de Estudiantes de Hong Kong, el contrapunto a Occupy Central with Love and Peace, es más significativo todavía: “No necesitamos héroes. Nosotros determinanmos nuestro próprio destino. #occupyhk #umbrellamovement”.
La mayoría de las teorías sobre el ecosistema de #OccupyHongKong se centran en el movimiento más visible y mediático, Occupy Central With Love and Peace. Y explican la eclosión de las revueltas de Hong Kong de forma lineal y unicausal. Las dicotomías oriente vs occidente o dictadura vs libertad son algunas algunas de las más usadas. Lee Edwards, en ¿Será Hong Kong escenario de la próxima Plaza Tiananmén? coloca el deseo de libertad en el epicentro de su explicación. El completo Black Versus Yellow introduce la teoría del antagonismo de clases como piedra angular de las revueltas y del nacimiento del Umbrella Movement.
El ecosistema de #OccupyHongKong, a pesar del reduccionismo de la prensa occidental, activó un proceso infinitamente más complejo. La toma del espacio urbano y el uso masivo de herramientas digitales han generado en Hong Kong nuevos imaginarios, tácticas medio activistas y poderosisimos mecanismos de empoderamiento y pertenencia. Un proceso que excede las definiciones de digital y analógico, que crea un espacio híbrido y glocal en el que se enreda una multitud conectada transnacionalmente. #OccupyHongKong es todo un acontecimiento aumentado con múltiples capas comunicativas. Y con una emocionalidad y viralidad inusitadas en los últimos tiempos del continente asiático.
La petición concreta de democracia de #OccupyHongKong conecta de lleno con el lema democracia real ya, surgido en el 15M español. Sin embargo, dicho punto podría alejar a Hong Kong del #DirenGezi turco o de las revueltas del Passe Livre de Brasil. Pero, ¿en qué se asemeja #OccupyHongKong de otras revueltas en red? ¿Qué elementos en comunes tienen el #15M espanol, Occupy Wall Street o el #YoSoy132 de México con la gestación y explosión de #OccupyHK?
La memoria de #OccupyCentral
El antecedente de las revueltas en red de Hong Kong habría que buscarlo en el primer #OccupyCentral, que nació tras la convocatoria de día de acción global del 15 de octubre (#15O), en 2011. El #15O comenzaba en Hong Kong una de las acampadas más duraderas de la ola Occupy (duró hasta el otoño de 2012). Violeta Camarasa, profesora de un seminario sobre redes sociales en Hong Kong hace tres años, asegura que aquella acampada en frente del banco HSBC era la “de los activistas de siempre y los politicos oficiales pro democracia”. Su petición: sufragio universal para 2017. El incipiente movimiento creó una web occupycentralhk.com (ya off line), ahora oclphkenglish.wordpress.com, que les conectaba al imaginario global de las acampadas de Occupy. Después del desalojo de la acampada, se creó Occupy Central with Peace and Love. La definición de su perfil en Twitter da un paso hacia la desobediencia civil: “OCLP es un movimiento no violento de acción directa que demanda un Gobierno verdaderamente democratico en Hong Kong”. Occupy Central es una amalgama de grupos, también de estudiantes, creado por Beni Lai (profesor de la universidad de Hong Kong) y por más políticos de la vieja generación pro-democracia.
Sin embargo, hubo varios factores que confluyeron en la calle y detonaron la última oleada de protestas. En primer lugar, el lunes 22 de septiembre, los estudiantes universitarios habían declarado una huelga a las clases y comenzaron a manifestarse en Admiralty, sede del Gobierno de Hong Kong. La Hong Kong Federation of Students (importante su perfil en Facebook) fue un actor central. Aunque fueron los estudiantes de secundaria, empujados por el colectivo 學民思潮Scholarism y la figura carismática de Joshua Wong los que catapultaron las revueltas. El viernes 26 estos últimos se unieron con voz fuerza propia a las protestas, siendo especialmente críticos con Occupy Central. De hecho, lanzaron el hashtag #OccupyHK para acabar con el control de #OccupyCentral de Occupy Central with Peace and Love.
El sábado 27 se registraron las primeras cargas policiales con gas pimienta. Y ese primer conflicto cuerpo a cuerpo, con una comunicacion ciudadana en tiempo real, desató una oleada de solidaridad que abarrotó las calles el domingo, día de gran explosión del movimiento. Casi nadie esperaba una violencia policial de esa naturaleza, menos aún contra estudiantes de edades entre 15 y 25 años en su gran mayoría. Los estudiantes marcaron el ritmo de la protesta. Occupy Central quería retrasar la ocupación hasta el día 1 de octubre. Pero no tuvieron más remedio que apoyar a los estudiantes. ¿Cómo se desencadenó la explosión del que rápidamente se auto proclamó #UmbrellaMovement y dinamitó el ritmo de las protestas programadas por Occupy Central?
Umbrella Movement, viralidad emocional y desborde creativo
El empoderamiento de la multitud conectada de #OccupyHK tiene un patrón claramente emocional. El elemento desencadenante de la explosión subjetiva fue la violencia policial del día 27 de septiembre. Mientras el Gobierno chino acusaba a los manifestantes de radicales y los medios de Hong Kong hablaban de “terrorismo”, una poderosa ola de subjetividades cocinaba su indignación en las redes sociales. En el estudio de Twitter Reverb, que contabiliza 1.3 millones de tweets en apenas dos días, se observa cómo el malestar dispara el volumen de tuits. El punto álgido fue el 28 de septiembre a las 11.30 PM (+ 8 GM), con un volumen de 739 tweets por minuto. “La rabia, el sentimiento de injusticia, cuando rociaron a la gente con gas pimienta sería equirable a los intentos de desalojo en los primeros dias en la Acamapada Sol”, explica Violeta Camarasa.
El fenómeno de una explosión comunicativa en reacción a la violencia policial se ha producido en la otras revueltas. Los estudios realizados por Numeroteca con el software PageOneX mostraron como el día de mayor represión en el Gezi Park de Estambul, el 31 de mayo de 2013, el volumen de tweets de disparó (800.000 en un día). El mismo software encuentra una secuencia similar en las revueltas de Brasil. Desde que la violencia policial se hizo visible gracias a las redes sociales (noche del 13 de junio de 2013), el volumen de tweets creció hasta niveles nunca vistos, alcanzando su pico el día 17, con cerca de un millón de tuits.
La explosión emocional rompe con la normalidad dominante y el miedo-ambiente. La explosión emocional en la era red puede transformar la indignación en empoderamiento. La explosión emocional se apoya en iconos, en símbolos, en remezclas. Durante las revueltas de Brasil, el vinagre utilizado en las protestas para protegerse del gas de la policía fue el símbolo colectivo. De hecho, hasta el 17 de junio se hablaba de la Revuelta del Vinagre. En las protestas turcas, la máscara antigás se convirtió en un icono emocional. El desprecio de los medios y del Gobierno, que denominaron chapullers (vándalos) a los manifestantes provocó un empoderamiento colectivo. Del pertenecimiento al imaginario común de los vándalos surgió la chapull.tv y el chapulling movement. Y cuando la CNN turca colocó documentales de pinguinos mientras ignoraba las protestas, el pingüino se convirtió en un icono activista. Los afectos y las intevenciones lúdicas neutralizan el gas pimienta de las fuerzas de la represión.
En Hong Kong, el símbolo de las revueltas, el paraguas, esta presente en las redes desde el dia 26 de septiembre. Los paraguas, habituales en HK contra la lluvia y el sol, se convirtieron en un escudo flexible para defenderse del gas. El paraguas como metáfora de la resistencia / resiliencia fue adoptado de forma masiva, explosiva a partir del día 27. Y en apenas dos dias, el paraguas era el icono subjetivo de la revuelta. El paraguas funcionó como herramienta emocional para conectar malestares y agregar personas a un imaginario común. Antes de que los medios comenzasen a hablar de la #UmbrellaRevolution (término rechazado por los estudiantes, que prefirieron hablar del #UmbrellaMovement), el trabajo creativo distribuido alrededor de los paraguas fue intenso. Desde La Libertad guiando al pueblo con un paraguas al remix del Keep Calm and Bring an Umbrella, pasando por un sinfín de creaciones no reivindicadas por artistas individuales.
La creación común y el trabajo en red han sido la tónica en #OccupyHK. Los manifestantes han construido no solo un número importante de iniciativas de comunicación, sino tambien guías de recursos, como el repositorio colectivo de imágenes y vídeos Documenting Hong Kong 's protests o uno de música denominada Umbrella Movement.
Espacio urbano interconectado y acontecimiento aumentado
Las revueltas en red que sacuden el mundo desde finales del 2010 han convertido la toma estratégica de lugares claves en la ciudad en una de sus armas fundamentales. El espacio urbano pasa a ser una platafoma de participación política, un palco para la inteligencia colectiva. La micropolitica creativa de los cuerpos en la calle y la inteligencia en red transforman el espacio publico en un espacio híbrido (píxeles y asfalto) y glocal (el mundo entero puede participar). Las revueltas de Hong Kong, además, han tenido la efervescencia urbana de una sociedad hipetecnologizada. Lo que arrancó como una ocupación simbólica de un centro financiero, una replica del imaginario de Occupy Wall Street, se transformó en una ciudad plataforma, en un plato global y en un espacio interconectado entre sí y con el mundo.
La arquitectura efímera, las construcciones emergentes o las sorprendentes barricadas de bambú transforman el espacio urbano en algo más que en un campo de batalla. El espacio ocupado deviene en una ciudad temporal en la que el ensamblaje humano crea un laboratorio político de auto-organización. En How HK Occupiers Put the Civil in Civil DisobediencePut the Civil in Civil Disobedience, el periodista independiente Tom Grundy hace un inventario de las prácticas de commoning en espacio urbano: puntos de atención médica, guarderías, recogida de basura, puntos de recogida de donaciones, grupos voluntarios de traducción, acampadas...
La ocupación del espacio urbano en un lugar con una alta penetración de tecnología y el surgimiendo de los espacios hibridos generan, combinados con la fuerza del movimiento y la explosión emocional, una alta innovacion de procesos tecnopolíticos. Las imágenes de los manifestantes con sus teléfonos móviles en mano vinculan a Hong Kong con el imaginario de las protestas de los últimos años (30).
La innovación tecnopolítica
Mensajes enviados por usuarios de todo el mundo a occupy.hk. Foto: Tom Grundy
Las prácticas de apropiación de herramientas, identidades colectivas y dispositivos digitales por parte de los manifetantes de #OccupyHK han sido más innovadoras incluso que en otras revueltas. El uso de los canales de las redes digitales cotidianas, en el complejo contexto de Internet de Hong Kong y China, ha dado pie a expresiones políticas de primer orden, Una innovación tecnopolítica mediada por la diversidad del ecosistema digital, la censura y el control. La inteligencia colectiva en las protesta de #OccupyHK se ha hecho visible gracias a nuevos dispositivos online, appss y técnicas de comunicación. Hacemos un repaso provisional de parte de las prácticas tecnopolíticas que se están dando en #OccupyHongKong.
Sistemas de votaciones online masivo. El 29 de Junio de 2014 los movimientos pro democracia organizaron un Referéndum Civil agrupados bajo el paraguas de OccupyCentral sobre tres propuestas encaminadas a conseguir el sufragio universal. Finalizó con 787.767 votos electrónicos, un 22% de la base de votantes registrados de Hong Kong. La mayoría de votos se recibieron a través de una aplicación de teléfono móvil o directamente en la web de #occupyCentral.
#ProyecciónGuerrilla. El auto proclamado #UmbrellaMovement, con el uso de una herramienta, proyectó sobre los edificios del centro de HK mensajes de apoyo recibidos de todo el mundo El espacio urbano creado por el movimiento se transforma en un acontecimiento aumentado que permite formas de participacion diferidas-remotas.
#FireChat. Es una aplicacion de Open Garden que crea canales de chat, que se conectan a redes que están próximas. No se necesita Internet, se hace a través wifip2p y enrutado de los bluetooth (que crea una zona urbana temporalmente interconecta.) Hubo 100.000 descargas en los primeros dias de la revuelta. Aunque no hay estudios consolidados sobre su uso, han surgido criticas sobre su seguridad y existen informes de que ha sido usado para mandar malware espía.
#Drones. El uso extensivo de #drones para cubrir las protestas ha sido un elemento clave para confirmar el imaginario de la multitud de #OccupyHK. Las imágenes aéreas de los drones refuerzan la independencia informativa y la imagen autónoma de Hong Kong frente a China. Las imágenes filmadas con drones fueron habituales en las revueltas del Gezi Park de Estambul. Dentro del ecosistema 15M, destaca el uso de drones en del proyecto Guerrilla Drone.
#Cartografías. El uso de herramientas cartográficas para activar la inteligencia colectiva y al auto - organización ha sido muy intenso durante #OccupyHK. De mapas colectivos en Google Maps a vídeo-mapas más sofisticados. La conexión de estas prácticas de #OccupyHK que mezclan espacios digitales y el flujo de multitudes en tiempo real con otras protestas es clara. El mapa #Voces25S de España (usado durante el rodea el Congreso) o el Mapa Colaborativo #ProtestoBR de Brasil. Cartografías vivas, que no apenas representan la realidad sino que la modifican.
#OccupyHongKong es, en fin, la primera revuelta de ciclo iniciado en el 2010 de grandes dimensiones y formas similares que ha estallado en Asia, dentro y fuera del gigante chino. Todavía es una incógnita si esto puede generar efecto contagio en Asia, como ya ocurrió en la Primavera Árabe, el 15M u Occupy. De momento, India ya es uno de los principales usuarios mundiales de FireChat.