El gigante tecnológico Google planea relanzar su motor de búsqueda en China con resultados censurados para cumplir con los requisitos de las autoridades de este país, según la publicación electrónica The Intercept, que cita documentos internos de la compañía.
Este medio digital estadounidense informó estel miércoles de que Google prepara una versión para dispositivos móviles de su buscador, bloqueado en China desde 2010, y que vetará el acceso a páginas web para poder retornar al mercado chino.
Además, esa versión bloquearía también búsquedas sobre derechos humanos, religión y protestas pacíficas, según una lista que ya ha sido mostrada al Gobierno chino, de acuerdo con el medio.
El proyecto, bajo el nombre clave de Dragonfly (libélula), se comenzó a gestar en la primavera del año pasado, y comenzó a tomar forma en diciembre tras una reunión entre el consejero delegado de de Google, Sundar Pichai, y un alto funcionario del Gobierno chino, según la publicación.
La versión final podría lanzarse en los próximos seis a nueve meses, a falta de la autorización de las autoridades chinas.
Sin embargo, según afirmó el jueves el medio estatal China Securities Daily, las informaciones sobre el regreso de Google al mercado chino no son ciertas, citando fuentes de “departamentos relevantes” pero sin dar más detalles al respecto.
Un investigador de Amnistía Internacional sobre China, Patrick Poon, pidió hoy a la compañía estadounidense que ponga fin a este plan.
“La libertad de internet verá un día muy negro si Google se doblega a la censura extrema de China para entrar en su mercado. No veo cómo una decisión de este tipo pueda ser compatible con el lema de 'hacer lo correcto' de Google, y les pedimos un cambio de rumbo”, afirmó Poon en un comunicado.
Para AI, la medida plantearía graves cuestiones sobre la protección de la privacidad de los usuarios del gigante tecnológico. “¿Va Google a entregar datos personales de sus usuarios a las autoridades chinas si éstas se lo piden?”, cuestionó Poon.
También añadió que, además de ser “un ataque grosero a la libertad de información y a la libertad de internet”, un hipotético retorno de Google en esas condiciones supondría “poner los beneficios por encima de los derechos humanos”, establecería un “precedente terrible” y brindaría una “victoria al Gobierno chino”.
En octubre del año pasado, Google lanzó una nueva campaña para promocionar su traductor entre los usuarios chinos, una estrategia con la que la compañía dio el primer paso para volver al gigante asiático.
En diciembre, Pachai participó en la Conferencia Mundial de Internet que el Gobierno chino organiza desde 2014 en Wuzhen (centro).
Después, en enero, el buscador se unió a una inversión en la plataforma china de retransmisión de juegos en directo Chushou, y a principios de este mes, lanzó un juego de inteligencia artificial en la aplicación de redes sociales WeChat, de Tencent.
Google y sus plataformas de correo o mapas están bloqueados en el país más poblado del mundo, que también cuenta con el mayor número de internautas, desde que la empresa estadounidense y el Gobierno chino rompieron las negociaciones sobre los términos en los que debía operar en el gigante asiático.