Google encarga varios reactores nucleares modulares para potenciar sus centros de inteligencia artificial
Google ha anunciado esta madrugada que ha firmado el primer acuerdo corporativo del mundo para comprar energía nuclear de múltiples reactores modulares pequeños (SMR, en sus siglas en inglés) con la empresa Kairos Power, con el fin de alimentar sus centros de datos de inteligencia artificial (IA), según informa su blog corporativo. El acuerdo prevé que el primer reactor esté operativo en 2030, seguido por otros reactores en 2035. De momento, no ha dado detalles del coste del acuerdo ni de la ubicación de las nuevas centrales.
En el comunicado, Google destaca que son necesarias nuevas fuentes de electricidad para apoyar el desarrollo de la IA y que este acuerdo ayuda a acelerar el desarrollo tecnológico, a la vez de que se impulsa la descarbonización energética. Estudios recientes han alertado sobre el consumo de energía de los centros datos y han advertido que el creciente uso de la inteligencia artificial multiplicará en el gasto eléctrico.
De hecho, este verano, The Wall Street Journal desveló que un tercio de las plantas de energía nuclear de EEUU estaba en conversaciones con empresas tecnológicas para suministrar electricidad a nuevos centros de datos necesarios para satisfacer las demandas del auge de la inteligencia artificial. Amazon ha llegado ya a un acuerdo con la empresa que opera la central de Susquehanna (Pensilvania) para operar un centro de datos adyacente a la instalación con cable directo a su energía.
El acuerdo de Google con Kairos Power corrobora esta tendencia que, para la compañía de Mountain View, complementa el uso de energías renovables, como la solar y la eólica, y debe suponer el paso definitivo para alcanzar el objetivo de energía libre de carbono en todas sus producciones. Según Google, la tecnología de Kairos Power utiliza un sistema de refrigeración por sales fundidas, que permite que el reactor funcione a baja presión, lo que posibilita un diseño “más sencillo y asequible”.
La principal característica de los reactores SMR es que están diseñados para ser fabricados en módulos, lo que permite transportarlos y ensamblarlos en el sitio donde se instalarán. Esta modularidad facilita la construcción, reduce los costos iniciales y acelera el tiempo de instalación en comparación con los reactores convencionales. Producen menos electricidad pero son más baratos que los tradicionales.
Emisiones disparadas
El uso creciente de la inteligencia artificial por parte de las grandes tecnológicas ha disparado sus emisiones contaminantes, especialmente debido a la infraestructura necesaria para sostener estos modelos avanzados. El entrenamiento y operación de estos sistemas requiere cantidades masivas de energía, lo que se ha traducido en un incremento considerable de emisiones de dióxido de carbono, como han mostrado los informes de impacto medioambiental de la propia Google o Microsoft.
A pesar de que ambas compañías han prometido reducir su huella de carbono y avanzar hacia el uso de energías renovables, los datos reflejan que sus esfuerzos actuales no son suficientes para compensar el impacto generado por la IA. Por ejemplo, se ha reportado que Microsoft ha triplicado el consumo de agua en sus instalaciones debido a la necesidad de enfriar los servidores que entrenan sus modelos de IA.
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