Pornhub recibió 28.500 millones de visitantes en 2017, lo que equivale a 81 millones al día. De todo este tráfico, según estadísticas anuales publicadas por la propia compañía, una gran parte procedió del Reino Unido, segundo país en la lista después de Estados Unidos. Acceder a este contenido es fácil, solo basta que alguien entre y haga click en “soy mayor de edad” aunque no lo sea. Sin embargo, para los británicos todo cambiará a partir del próximo mes de abril.
La Ley de economía digital aprobada en 2017 por el ejecutivo de Theresa May incluyó un apartado específico para regular la pornografía online. Concretamente, para evitar que menores puedan acceder a este contenido sin antes verificar su edad. Y no vale hacerlo con un sistema cualquiera, sino con uno que demuestre realmente que el navegante es adulto. De no contar con un método apropiado, según la legislación, las multas podrían ascender a más de 320.000 euros.
La fecha límite para aplicarlo es el 27 de abril de 2018. Si para entonces una página pornográfica tiene sus servidores alojados en el Reino Unido y no cuenta con un sistema de verificación conveniente, esta será cerrada. Como indica la BBC, de ello se encargará un organismo dependiente del Estado, similar al Consejo Británico de Clasificación de Películas, que velará para que todas las páginas cumplan con los requisitos.
Tras conocer la medida, la empresa MindGeek, propietaria de sitios como Pornhub, RedTube y YouPorn, ha desarrollado su propia herramienta para verificar la edad. Se llama AgeID y, como explica Open Rights Group, una organización no gubernamental centrada en la privacidad de Internet, ofrecerá la opción de validar un perfil a través de diferentes opciones, como una tarjeta de crédito, cuentas de redes sociales o incluso el número de teléfono. Después de hacerlo, bastaría con iniciar sesión introduciendo email y contraseña sin necesidad de constatarlo de nuevo.
La ONG indica que, según las previsiones, unos 25 millones de usuarios se registrarán en este sistema. Además creen que, al ser el dominante, otras páginas pornográficas de menor influencia podrían tener que adquirirlo pagando una tarifa. Desde el grupo también detallan cómo MindGeek ha asistido a varias reuniones con el Gobierno británico. De hecho, en la sección 16.8 de la ley se establece que “el Secretario de Estado puede pagar subvenciones o préstamos al regulador de verificación de edad para cubrir los gastos”.
Como recogen en Engadget, es lo que critican productoras como Pandora, responsable de una página en la industria. La directora ha publicado varios artículos alertando sobre cómo afecta la ley del Reino Unido a la privacidad: “Es un sistema barato que otros sitios como el de pandora tendrán que adoptar”. Continúa diciendo que esta medida “allana el camino para que las preferencias sexuales de millones de ciudadanos se filtren a Internet”.
Una enorme base de datos al servicio de Pornhub
eldiario.es se ha puesto en contacto con PronHub y MindGeek para conocer más detalles sobre AgeID y sus consecuencias, pero por el momento no han respondido. Por su parte, Carlos Sánchez Almeida, abogado especializado en delitos informáticos y responsabilidad civil en Internet, explica que “cualquier medio de pago se asocie a los gustos sexuales de cada persona es muy preocupante desde el punto de vista de la privacidad”.
En la misma línea se sitúa Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas: “Me parece que es cercenar Internet, poner controles y fronteras”. Continúa diciendo que “uno de los requisitos fundamentales para los visitantes de este tipo de páginas es su anonimato”, algo que se perdería con la obligación de registrarse aportando datos personales.
Actualmente se puede registrar la actividad de los usuarios a través de las cookies, pero requerir un sistema de verificación va más allá. “El sitio puede saber cómo se llama, su identificación, y qué es lo que hace en su página web”, aclara Domingo.
“Tendrán una gran base de datos de los gustos sexuales de los británicos, ese es el problema”, apunta Sánchez. El abogado cree que “el Estado no tiene que tener acceso a este tipo de datos”, porque posteriormente “puede haber una fuga de ellos o una entrega a las autoridades”.
De hecho, no sería la primera vez que una página dependiente de MindGeek sufre un ataque de seguridad. Según The Register ocurrió en 2012, cuando salieron a la luz direcciones de correo y contraseñas de más de un millón de usuarios de YouPorn. También en 2016, cuando un ciberataque expuso los datos confidenciales de Brazzers. Y en 2017, como apunta The Guardian, millones de usuarios de Pornhub fueron atacados por un malware.
“Me parece inconcebible, porque están invitando a que la gente lo salte y se vayan a páginas que no sean inglesas”, afirma el presidente de la Asociación de Internautas. Además la medida tampoco sería totalmente efectiva, porque existen otras herramientas para que los menores esquiven las restricciones y accedan a contenido para adultos. “Es preocupante, pero nada que no se pueda solucionar con proxys, con VPNs y con sistemas de navegación anónimos”, matiza Sánchez.
¿Se puede prohibir el anonimato?
En el caso español, según Sánchez Almeida, “prohibir el anonimato no es factible”. El experto indica que “la libertad de creación artística y literaria” está reconocida por la Constitución en el artículo 20, y también “por el reglamento general de protección de datos que ha aprobado la Unión Europea”.
A pesar de ello, no evita algunas propuestas como la de Rafael Hernando, portavoz parlamentario del PP, quien en noviembre del 2017 planteó la posibilidad de prohibir el anonimato en redes sociales. “Creo que, en lugar de hacer leyes que se quedan obsoletas en quince minutos, lo que los políticos deben hacer son campañas de concienciación y divulgación”, manifiesta Víctor Domingo.
Si la intención es la de impedir que accedan a contenidos inapropiados, Sánchez Almeida apuesta por otro método: el de la educación. “Limitar el acceso de los menores a la pornografía es una responsabilidad de los padres y educadores”, considera el especialista. Hacerlo sería tan fácil como configurar controles parentales en los dispositivos a los que tengan acceso. Porque, como el abogado indica, “no hay nada que pueda bloquear la curiosidad de un adolescente”.