Tesla pierde cientos de millones por la apuesta de Elon Musk por el Bitcoin
A principios de 2021 Tesla anunció una inversión de 1.500 millones de dólares en Bitcoin, como parte de una nueva política para diversificar su liquidez con criptoactivos. Su cofundador, Elon Musk, es uno de los grandes defensores de esta tecnología y el Bitcoin estaba despegando: la apuesta del fabricante de coches eléctricos lo aupó a su máximo valor histórico hasta entonces, 45.000 dólares, que volvería a batir repetidamente hasta alcanzar los 69.000. Hoy la situación es muy diferente.
El Bitcoin ha caído hasta los 19.000 dólares, un 60% menos que en enero. Marca su mínimo desde 2020 y ha perdido todo el valor desde el boom, que se inició con movimientos como el de Tesla. El sector cripto se enfrenta a su peor crisis, con fondos de inversión quebrados, criptomonedas desapareciendo en pocas horas y plataformas de compraventa que no permiten a sus usuarios convertir su dinero en moneda real.
La inversión de Tesla en Bitcoin no escapa al desplome. Sus activos en esta divisa que a finales del 2021 estaba valorados en unos 2.000 millones de dólares, según comunicó la compañía al regulador bursátil estadounidense, valen hoy 1.200 millones menos.
Tesla vendió algunos de sus Bitcoin durante 2021, aunque no detalla qué beneficio obtuvo. Según sus libros de cuentas, cerró el primer trimestre de 2022 con 1.260 millones de su inversión inicial, de 1.500 millones. Si los sacara al mercado ahora, le acarrearía pérdidas de 440 millones de dólares. Debido a la normativa contable, esta depreciación no se imputará en su balance hasta que haga efectiva la venta. Tesla cerró sus cuentas del segundo trimestre la semana pasada y espera anunciar sus resultados el 20 de julio.
El fabricante podría optar por aguantar la inversión a la espera de que el valor del Bitcoin vuelva a subir, pero su situación financiera ha empeorado en los últimos meses. Un correo electrónico enviado por Elon Musk a los principales directivos a principios de junio advirtió que Tesla tendría que despedir al 10% de su plantilla, debido a un “súper mal presentimiento” sobre la economía.
Un día después, el empresario rectificó y, en un email a todos los empleados, afirmó que el recorte solo afectaría al 10% del personal de oficina, lo que equivale al 3,5% del total de sus trabajadores. Los despidos comenzaron la última semana de junio. Musk también ha avisado que las plantas de montaje de baterías y vehículos que Tesla tiene en Texas (EEUU) y Berlín están perdiendo “miles de millones de dólares” por los problemas de abastecimiento. Sus acciones han caído casi un 40% desde enero.
La apuesta del fabricante por las criptomonedas iba a ir mucho más allá de la inversión de 1.500 millones de dólares, puesto que también anunció que aceptaría los pagos en Bitcoin por sus vehículos. Musk se desdijo poco después, alegando el alto consumo energético y gran huella de carbono asociado a las transacciones con esta divisa.
Dinero barato
Muchos analistas avisan de que los altos precios de las criptomonedas han estado muy influenciados por el dinero barato. Los magnates del sector han anunciado que la tendencia a la baja se extenderá en el tiempo, lo que en la jerga se conoce como “criptoinvierno”.
Otros expertos apuntan que el Bitcoin, que marca la tendencia general, puede no haber alcanzado su mínimo. “En anteriores mercados bajistas del Bitcoin, el precio suele caer en torno al 80-85% desde el máximo histórico. Actualmente, estamos en un -70%, por lo que la historia sugiere que todavía podríamos ver más caídas, especialmente si los vientos en contra macroeconómicos no muestran signos de desaceleración”, explicó a este medio Simon Peters, portavoz de eToro.
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