Ciudadanos impulsa la moción de censura en La Laguna mientras el PP se trabuca
La moción de censura al alcalde de La Laguna, que se viene cociendo casi desde el principio de mandato, vive estos días su última oportunidad. Las últimas derrotas simbólicas cosechadas por el grupo de gobierno municipal, Coalición Canaria-PSOE, no bastan a los grupos de la oposición y todos ellos claman ya por pasar a la acción al grito de “ahora o nunca”. Un fenómeno sobrevenido ha torcido las intenciones.
Cuando todo apuntaba a que todas las fuerzas políticas de la oposición iban a firmar de modo inminente la censura al alcalde José Alberto Díaz (CC), se produjo el cataclismo Casado en el Partido Popular y ha quedado en el aire cualquier decisión de calado. Y la censura en la tercera ciudad más grande de Canarias es una acción política de calado a los ojos de los dirigentes del partido. El portavoz de los populares en la ciudad, Antonio Alarcó, parece ya convencido de que debe darse el paso, pero está maniatado.
Ciudadanos, el otro partido que más reticencias había mostrado inicialmente, no solo clama ahora por una moción de censura, sino que está dispuesto a formar parte de “un gobierno de transición” compartido con el PP, Unid@s se Puede, Por Tenerife y los escindidos del PSOE.
Los portavoces de todas esas fuerzas se autoconvocaron este martes a una reunión celebrada en el despacho del doctor Antonio Alarcó en el Hospital Universitario tras leer en el Diario de Avisos la noticia de que Fernando Clavijo ha ofrecido al PP, concretamente al dirigente Pedro Suárez, la presidencia de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife en sustitución del veterano Ricardo Melchior, de CC. Un ofrecimiento que encendió al veterano político, que amenaza con abrir una crisis en la organización tinerfeña.
Además de Alarcó, en la conspiración del HUC estuvieron Santiago Pérez, que se perfila como alcalde en caso de prosperar la censura; Teresa Verástegui, portavoz de Ciudadanos; Rubens Ascanio y María José Roca, por Unid@s se Puede, y Javier Abreu, en nombre propio y del otro concejal expulsado del PSOE, Yeray Rodríguez.
No se adoptó ningún acuerdo concreto más allá de reclamar al PP que salga de su actual posición de inmovilismo, acentuada tras el paso dado por la portavoz de Ciidadanos, Teresa Berástegui, dispuesta incluso a compartir gobierno con fuerzas tan alejadas como Unid@s se Puede. Santiago Pérez ya ha avisado de que si no se da el paso de inmediato, quedará relevado en su ofrecimiento a ser el candidato consensuado por todos para ocupar la alcaldía.
Todos los grupos de oposición suman 17 concejales lo que convierte en prescindibles los cuatro del PP. Sin embargo, la intención de los conjurados es la de que se consiga formar un gobierno de transición, “casi de salvación” con el respaldo de todos. La fuga de dos votos de los populares en los últimos plenos no parecen despertar especiales sospechas. Uno de los fugados, Orlando Padilla, se encuentra en la Península por motivos familiares, y la otra, Susana Fernández Gorrín, tiene un horario laboral muy exigente que le impide acudir a todas las sesiones plenarias.
Recelos con el PSOE
Con más recelo se ve la posición que está adoptando en la crisis de La Laguna el PSOE canario. Su secretario general, Ángel Víctor Torres, no quiere oír hablar de una moción de censura en la ciudad, a pesar de la resolución en tal sentido adoptada en el último congreso insular del partido en Tenerife. El compromiso de colaboración y camaradería que mantiene con el dirigente en la sombra del PSOE en La Laguna, Pedro Ramos, le imposibilita apoyar una acción así. En el grupo de gobierno participan dos concejalas socialistas, Mónica Martín y María José Castañeda, afines al grupo de Ramos. Todos ellos se han comprometido a respaldar a Torres en las próximas primarias socialistas para elegir candidato o candidata a la presidencia del Gobierno.
La influencia de Ramos sobre Torres trasciende incluso las recomendaciones que emanan de la Ejecutiva Insular del PSOE de Tenerife. La última prueba ha estado en la designación de Javier Plata como subdelegado del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife frente a Aaron Afonso, la propuesta elevada por la dirección insular del partido. Plata fue propuesto por Pedro Ramos y no hubo discusión.