“Es indignante cómo el acoso puede joder tu vida”. Patricia López Arnaiz y Ana Wagener son tajantes al opinar sobre la temática que vertebra Intimidad, la nueva serie de Netflix en la que la filtración a la prensa de un vídeo sexual de una política ejerce de catalizador. La ficción, en la que las actrices comparten protagonismo con Itziar Ituño y Verónica Echegui, llegará este próximo viernes 10 de junio a la plataforma.
Sobre la recepción que esperan que tenga la producción, Wagener valora en nuestra vídeo-entrevista que “habrá gente que se prestará a reflexionar o que se reconocerá, pero ojalá pudiéramos cambiar el punto de vista de todos los espectadores. Nos queda tanto... Porque no hay nada como estar ciego y muchos lo están incluso en el mundo de la política. Habrá gente que la vea y pensará que somos marcianos”.
Su compañera se postula en la misma línea, lamentando “las resistencias que despiertan” en muchas personas hablar sobre asuntos como la forma en la que se culpa a las mujeres pese a ser las víctimas. “Hablamos de sexismo en Intimidad porque lo hay en la sociedad y lo habrá en la mirada hacia la serie”, comparte.
Las intérpretes vuelven a trabajar juntas después de La Otra Mirada, otra ficción feminista ambientada en una academia para señoritas en la Sevilla de los años 20. “Son series que nunca van a sobrar, en todo caso faltarían”, defiende Wagener, “aplaudo estas apuestas porque son una herramienta social para que cale en las mentes de la gente”.
Intimidad ocurre en el presente, abordando casos que han ocurrido igualmente en la realidad, como el de Olvido Hormigos en 2012 y más recientemente el de la trabajadora de Iveco que se suicidó tras la difusión en su empresa de un vídeo sexual. “Los medios de comunicación generan la opinión pública”, resalta López Arnaiz sobre la responsabilidad de éstos a la hora de informar sobre situaciones de este tipo, “ojalá hubiese esa conciencia del poder que tienen a la hora de crear a nuestra sociedad”.
Wagener apunta el “punto positivo” de la serie en su representación del colectivo LGTBI. “Habrá gente que se muera metida en un armario y la infelicidad será su forma de vida”, lamenta, de ahí a que valore que “cuando más visibilidad haya, cuanto más apoyo llegue de las clases políticas, sociales y educacionales; más fácil será para las personas expresarse libremente sexual o ideológicamente”.