“En el mejor de los casos, este tipo de series con connotaciones similares a lo que sucede en la realidad se hacen con esa intención, con intención de provocar en el espectador preguntas y visibilizar situaciones que ocurren y aunque no sea una serie social, sí que tiene mucho de social por lo que está contando”. Así se expresa Emma Suárez sobre la finalidad de Intimidad, el nuevo drama de Netflix en torno a la indefensión que producen los nuevos tiempos en la privacidad, desde un enfoque totalmente feminista.
Itziar Ituño, en su primera serie tras el final de La casa de papel, encarna a una política cuyo prometedor futuro se ve truncado cuando un vídeo de contenido sexual es filtrado a la prensa. Un caso que recordará al de la que fuera concejala de Los Yébenes, Olvido Hormigos, que saltó a los titulares por la difusión no consentida de un vídeo íntimo en 2012. Han pasado 10 años de aquello y la actriz reflexiona sobre cómo ha cambiado la sociedad: “No sé si en aquella época funcionaban tanto las redes como ahora, si la gente estaba tan el lo virtual. Ahora es más crudo y se denuncia menos. Hay un machaque silencioso”.
A través de la historia de Ituño, conocemos las de otras tres mujeres que, de distintas formas, se han visto en similares tesituras, marcadas por las mismas tónicas: “Las mujeres son las víctimas satanizadas a las que se culpabiliza de sus propias vidas y sus opciones de vida”, explica la intérprete vasca sobre una problemática “a la orden del día”. “Ponerlo encima de la mesa no está nada mal”. Sobre todo porque, como aporta Suárez, “es un tema que nos concierne a todos, no solo a las víctimas”. Siguiendo con su reflexión previa, “quizás ver una serie así nos puede ayudar a saber cómo actuar ante una situación así”.
En ese sentido, la serie también afronta la invasión de la intimidad a través de las nuevas generaciones: “Las generaciones jóvenes se lanzan a un mar lleno de tiburones, que es internet, y no sé si tienen las herramientas para defenderse y mantener a salvo la autoestima”, opina Ituño.
Sin embargo, es Yune Nogueiras, que encarna a Leire, la que aporta una perspectiva más inmediata al respecto. La actriz vista en Akelarre asegura haber aprendido “muchas cosas” con esta experiencia: “No solo se trata de las redes sociales, está el bullying, el acoso... La adolescencia es una etapa muy complicada, donde hay que hablar muchas cosas que no se hablan”, valora la actriz, que reconoce “haber sufrido cosas”, “no a tanto nivel” como en la serie. “Me da esa valentía de tener que hablar, y es lo que tenemos que hacer”, afirma la actriz.