Los 'Callejeros' vuelven con fuerza frente al miedo al meme: “La gente sabe que puedes marcar su vida para siempre”
Cuatro emite este miércoles 13 de marzo una nueva entrega de Callejeros, el icónico formato de reportajes que ha regresado a la televisión diez años después. Tras estrenarse con un más que notable dato de audiencia, que le hizo estar en el podio de la noche el pasado día 6, el programa pone ahora el foco en el barrio sevillano de 'Las Tres Mil' con el objetivo de consolidar su buena acogida en el prime time actual.
Sobre la vuelta de la marca y la huella que esta tenía en la pequeña pantalla hablamos con dos de sus reporteros, el original Nacho Medina y el fichaje Fanny Boehm, que atendieron a verTele tras la presentación de la temporada para hacer memoria y mirar a un futuro en el que esperan seguir retratando la realidad y descubriendo personajes.
“Cuando te dicen de volver, te emocionas pero te da una responsabilidad que te quieres cagar”, comienza reflexionando el primero de ellos, que ya estuvo presente en la primera etapa y que vuelve como el único 'repetidor' del grupo. “Para el resto de 'callejeros', es un impacto que vuelva Callejeros. Muchos te dicen que quieren volver, pero es evidente que aparte de que Alejandra Andrade y Jalis de la Serna tienen su carrera en solitario, la única cara 'original' que quedo soy yo y había que renovar el formato con nuevos reporteros”, explica.
Sobre el peso del recuerdo, y la gestión de las expectativas, Nacho Medina apunta que “la cadena te pide más baptisterios, o más vecinas con una bolsa en la cabeza, pero eso no es fácil, son míticos” y da una de las claves: “Hoy en día tienen miedo al qué dirán. Envidio a los estadounidenses que entienden la televisión como un acto de servicio público y están todo el rato saliendo por la tele. Aquí saben que si llega Callejeros, te puede marcar tu vida para siempre”.
“Hay miedo a convertirte en un meme”, apunta la recién incorporada Fanny Boehm, que llega de Vascos por el mundo y que resume así el recelo de algunos entrevistados que tienen cierto temor de pasar a la posteridad como las vecinas de Valencia o Ramón de Pitis.
Pese a todo, los dos reporteros de Callejeros sostienen que la marca “da confianza” a los personajes a los que entrevistan, y garantizan que su primer mandamiento es el respeto: “La consigna es reírte 'con', en vez de reírte 'de'. No quiero nombrar a nadie, pero ha habido reporteros en programas míticos nocturnos antiguamente que a lo mejor se reían 'del' personaje, y nosotros nos reímos 'con' (...). Nunca vas a sentirte incómodo viendo Callejeros”.
¿Ha habido otros intentos de recuperar la marca 'Callejeros' antes de este regreso?
Nacho Medina: Por mi parte no, tengo mucho respeto al formato. [Callejeros] se acabó, ahí se quedó, y cuando Iñigo [Pérez-Tabernero, productor] me dijo de volver, te emocionas pero te da una responsabilidad que te quieres cagar, con perdón. La vuelta de Callejeros era un tema que no se había tocado [anteriormente]. Los formatos ya sabes cómo son, que a veces mueres de éxito. Nosotros tuvimos ocho años estupendos, el programa terminó y ahí se quedó. Mi expectativa es que por lo menos la gente se entretenga y que le toque algo, que le haga pasar 60 minutos buenos. Si estás zapeando y lo ves te quedas por la cercanía, por dónde está puesta la cámara.
'Callejeros' terminó en 2014, pero ha estado muy vivo en estos diez años por las reposiciones constantes. ¿Lo habéis notado cuando habéis salido a grabar las nuevas entregas?
Nacho Medina: Sí. BeMad, de hecho, parecía un canal temático de Callejeros. A mí en concreto la gente me ha reconocido por Frank de la Jungla, pero es que son programas que te marcan mucho y eso que yo hacía pocos reportajes en Callejeros, estaba más dirigiendo. Las reposiciones te ayudan un montón, claro.
Fanny Boehm: Nos ha conocido gente joven de veinte años que te preguntas cómo pueden conocer tanto Callejeros. Y es por eso, porque se ha mantenido supervivo.
Para el resto de callejeros, es un impacto que vuelva 'Callejeros'. Muchos quieren volver
Cuando se decidió que 'Callejeros' volvía, Nacho, ¿hablaste con Alejandra Andrade, Jalis de la Serna y otros miembros del equipo original? ¿Qué te dijeron?
Nacho Medina: Me dieron la enhorabuena. Hemos vivido tantas cosas juntos, que hemos hablado lo justo. Para el resto de 'callejeros', es un impacto que vuelva Callejeros. Muchos te dicen que quieren volver, pero es evidente que aparte de que Alejandra y Jalis tienen su carrera en solitario, la única cara 'original' que quedo soy yo y había que renovar el formato con nuevos reporteros. Los más grandes del principio de Callejeros están ya cada uno por su lado, y también hay que mezclar. Lo bueno de meter reporteros nuevos es que yo tengo 49 años, Fanny tiene 30, Silvia tiene 35 y Adolfo 38. Creo que es un crisol que está muy bien equilibrado, y eso hemos buscado, que hubiera un poco de todo.
Yo soy hijo de Tico Medina, que era un periodista y reportero mítico, y llevo en los genes la pasión por esto. Pero es que para ser reportero de Callejeros hay que estar muy en forma a nivel mental y de ánimo. Aquí te vas a grabar con la responsabilidad de que hay que traer algo. Recuerdo cuando Alejandra grabó a Ramón el de Pitis, que fueron solo cuatro minutos de bruto saliendo del metro. Fichamos en su día a un reportero que era el rey del optimismo y nos dijo que había mejorado a ese personaje y luego lo que trajo no valía un duro, ni entró en el reportaje. El nivel de exigencia es muy alto. La cadena te pide más baptisterios, o más vecinas con una bolsa en la cabeza, pero eso es no es fácil, son míticos.
Decíais que la marca 'Callejeros' os ha abierto puertas en las grabaciones, ¿pero también os ha cerrado alguna? ¿Ha habido gente que no os ha querido atender?
Nacho Medina: Incluso en la evolución de Callejeros, al principio te reciben con emoción pero cuando llevas siete días en un barrio de la droga, al sexto te quieren echar porque no te detienes. También hoy en día tienen miedo al qué dirán. Envidio a los estadounidenses que entienden la televisión como un acto de servicio público y están todo el rato saliendo por la tele. Aquí saben que si llega Callejeros, te puede marcar tu vida para siempre.
Fanny Boehm: Hay miedo a convertirte en un meme. La gente dice que no quiere serlo.
Nacho Medina: Hay miedo a convertirte en un meme, pero siempre desde el respeto.
¿Os habéis sentido algo violentos en algún reportaje?
Fanny Boehm: Lo máximo, que te digan que no quieren grabar. Por ejemplo, en el reportaje que hemos hecho sobre el tráfico te enfrentas a personas que han dado positivo en drogas o alcohol, y es gente que ya de por sí no está al 100% de sus capacidades. Sí que ha pasado que al acercarnos y empezar a preguntar, al cámara le han golpeado.
Nacho Medina: Hubo un médico que tenía que irse a una guardia y reventó el alcoholímetro. Evidentemente, esos son temas de riesgo. Yo cuando llego a las zonas de conflicto uso mucho el diminutivo, les pregunto por 'problemillas' [ríe]. Si llegas por un tema muy delicado es complicado, pero también es mucho remar por nuestra parte.
Fanny Boehm: Y hacer que confíen en ti, no ir directamente a formular cuatro preguntas. En otro reportaje fuimos a unas carreras ilegales en Valencia. Iba en el coche desde Madrid todo el tiempo pensando cómo enfrentarme a ello, para que no pensaran que íbamos a sacar cuatro totales e irnos.
Nacho Medina: La marca Callejeros la sienten familiar, les da confianza y eso es lo que te da la posibilidad de acceder. En un 90% nos va a favor, y en un 10% en contra. Para sacar contenido de 60 minutos en pocas jornadas tienes que tener un nivel alto, y es complicado.
La consigna es reírte 'con', en vez de reírte 'de'
Habéis comentado que para formar el nuevo equipo se hizo un proceso de selección de más de un centenar de reporteros. ¿Cómo es un casting de 'Callejeros'?
Fanny Boehm: A mí me llamó Nacho [Medina] y me pidió que le enviara material mío, y que además grabase un vídeo. Decidí irme a un barrio, estuve todo el día grabando. Quería vernos en acción, cómo tratábamos a la gente.
Nacho Medina: Ella lleva dos años y medio viajando en Vascos por el mundo, tiene tablas, pero necesitaba verla en acción en el otro registro. Aunque es el mismo formato, aquel es todo amable. Yo necesitaba bucear en la realidad paralela. Y además de la aptitud, es muy importante la actitud. Hay mucha gente a la que llamas a pedirles un vídeo en bruto y te dicen que no necesitan hacer pruebas de nada. Yo soy consciente que si te cambias de empresa, tienes que empezar de cero. Mi padre decía 'no vales más de lo que vale tu último reportaje', y es verdad. A ella también le premió la actitud, además de la aptitud. Tienes que tener a gente que quiera venir.
¿Qué cualidades tiene que tener un reportero de 'Callejeros'?
Nacho Medina: Olfato, entusiasmo, cercanía y resiliencia, que es una palabra muy fea pero importante. Si te caes porque has tenido una secuencia que no te ha funcionado, hay que seguir.
En la etapa previa de 'Callejeros', la cultura de la concienciación y el respeto por la gente se entendía de manera muy distinta a cómo se entiende hoy. ¿Habéis tenido algún protocolo para intentar que ciertos personajes ahora no sean objeto de burla, como sí ocurrió hace diez años?
Nacho Medina: El protocolo es el trato. Tenemos un chat que se llama 'Mandamientos de Callejeros', y voy lanzando ahí la letanía. La consigna es reírte 'con', en vez de reírte 'de'. No quiero nombrar a nadie, pero ha habido reporteros en programas míticos nocturnos antiguamente que a lo mejor se reían 'del' personaje, y nosotros nos reímos 'con'. Yo soy especialista en encontrar personajes, como por ejemplo las hermanas del baptisterio, y a mí jamás me ha dicho nadie que me ría de él.
El otro día grabé a una mujer, que se llama Araceli, que se reencarna desde hace 500 años en cuerpos humanos. Me decía, '¿no te irás a reír de mi?'. Yo les digo que no me río de nadie, sólo les queda confiar en mí. Tú nunca vas a sentirte incómodo viendo Callejeros. El programa es una montaña rusa de emociones: hay risa, lágrimas, tensión, congoja... es como si te bajaras de un Fórmula 1 después de dar una vuelta. Pero insisto, nunca te vas a sentir incómodo viendo Callejeros. Yo me encargo de eso y no voy a permitirlo.
¿Os habéis encontrado alguna realidad que os sorprenda que siga existiendo a día de hoy?
Nacho Medina: A mí me ha impactado que en pleno Madrid, en la calle Jaén, siga habiendo chabolas y gente viviendo en la calle por falta de comunicación. Hay mucha gente que vive en la calle porque se encela con Servicios Sociales, pero es que el otro día en Sevilla tuve que decirle a una señora que llamase a la puerta del Ayuntamiento. Hay que ir a pedir. Me decía que era analfabeta, pero es que da igual. A veces les ayudas. Esa realidad es la que más me ha sorprendido.
¿En qué os habéis basado para seleccionar los temas de los reportajes de esta nueva temporada? Con todo el recorrido de 'Callejeros', es difícil que alguno no se repita...
Nacho Medina: Buscamos las realidades que tenemos más cercanas. Por ejemplo, el programa de ricos es la espuma de la vida, es aspiracional; lo de las chabolas es algo que a día de hoy sigue impactando; hemos grabado también sobre el tráfico, la búsqueda de la belleza eterna, el hambre, gente que trabaja sin dormir... Buscamos temas que no estén lejos de nosotros.