'Bake Off' convierte a Jorge, el enfermero, en el mejor pastelero amateur de España
Tras nueve semanas de competición, Bake Off España ya tiene ganador: Jorge. Bake Off España El enfermero se convirtió en el mejor pastelero amateur del país dejando a Alba y David en segundo y tercer lugar, respectivamente.
En una última y reñida entrega en la que la canaria también brilló en la primera prueba, pero todos decepcionaron al jurado - Betina Montagne, Dani Álvarez y Miquel Guarro- en la segunda y se lo jugaron todo en la final.
De esta forma, Jorge se llevó un premio de 50.000 euros y la opción de publicar un libro de recetas de un talent que no ha dejado el buen sabor de boca que esperaba Mediaset.
Alba arrasa en la prueba de autor
En el primer reto de la noche, los finalistas tuvieron absoluta libertad para crear un postre de frutas en el que contaron con el asesoramiento de Christian Escribà y Patricia Schmidt.
Jorge arriesgó mucho al combinar picante y el sutil toque de la cereza, porque dar con las proporciones perfectas era difícil. Aún así, su resultado - al que llamó “evolución” gustó gracias a una “masa perfecta crujiente, arenosa, buena textura y un merengue que aporta dulzor”. En cambio, el toque que le puso de azafrán “no aportó nada”. Por lo que su “técnica estuvo bien empleada pero presentaba un problema de aromas y sabores”.
David tampoco convenció con su “exotic world” de bizcocho de albahaca con crema de manzana verde y una galleta. “La idea está bien resuelta pero el sable bretón no pinta nada”, le señalaron los jueces. “El único sabor que predomina es la albahaca”, apuntaron dejándole preocupado.
Mientras que Alba dio un golpe en la mes con su “difiicilísma tarta Pavlova”. Hizo un merengue relleno de limón y mucha fruta. El jurado le agradeció desde “la parte visual” hasta la “apuesta por un postre digno de la final”. Aseguraron que “estaba en el punto ideal del mango, con crema impresionante, bien de merengue y la fruta de la pasión”. Para acabar asegurando: “El postre está increíble. Para quitarse el sombrero que lo hayas conseguido en tan poco tiempo”.
Por lo que fue esta última la mejor de la prueba.
Desastre en la prueba técnica con la ayuda de los expulsados
Los aspirantes se enfrentaron al gran icono de la pastelería francesa en las tartas de boda: el croquembouche. Tuvieron que elaborar uno con 70 cm de alto por 30 cm de grosor y destacar por su textura crujiente.
Un reto que afrontaron siendo los capitanes de su equipo formado por otros exconcursantes que regresaron a la carpa.
Jorge tuvo la ayuda de Victor e Iván. Alba cocinó junto a Steffana, Rubén y Sonia, mientras David hizo lo propio con Begoña, entre otros.
Pero el resultado fue una tragedia según el jurado. Las tres croquembouche “se cayeron, acabaron rotas y con caramelo quemado”, algo similar a un “campo de batalla”. Ningún resultado pudo probarse, por lo que dieron por fallida la prueba y dejaron que los tres se lo jugaran todo en la siguiente.
Prueba ‘Wow’ con la artillería completa de Jorge
En el último reto del programa tuvieron que presentar su mejor creación para luchar por ganar con total libertad. El jurado no les puso límite alguno pero solo debían contar con dos premisas: concentración y máxima seguridad en ellos mismos.
Alba repitió la primera tarta del programa y la llamó: “8.15 segunda parte”. Con la idea de que los jueces probaran la evolución de la pastelera: “Aquella vez hice la tarta asustada y ahora, aunque sé que tengo aún mucho que aprender, soy distinta, más segura, más libre, sin miedo”. Los tres rellenos convencieron y destacaron su “elegancia en una combinación que lo hace un postre ganador”.
David apostó por una tarta de plátano, fresa y chocolate con avellanas que le recordara a su niñez. Para rematarlo con una jarra de fresas que impactó. “Has trabajado con glaseado brillante, equilibrio perfecto 100% con los sabores, la crema era para tirar cohetes es goloso y wow”, le dijeron.
Pero fue Jorge el que verdaderamente logró el “wow” de los jueces con la presentación de casi toda una pastelería. “Me la he decidido jugar como nunca en el programa porque mi sueño era abrir una pastelería y he reproducido lo que tendría en ella”. La cantidad de cocinados, texturas y colores asombró a los jueces que le aplaudieron.
Tras la valoración, el jurado decidió que David se convirtiera en el tercer finalista y entre Alba y Jorge, fuera este último el vencedor: “Nunca hubiera soñado con llegar a este momento. Me llevo lo que he aprendido, me voy confiando en mí creyendo que las cosas con lucha y entrega se consiguen y es solo el comienzo”, sentenciaba un muy emocionado ganador.