ENTREVISTA

Ana Pastor: “Hacemos 'El Objetivo' cada semana aunque haya gente que quiera vetarnos”

laSexta emitirá este domingo 9 de febrero una edición especial de El Objetivo íntegramente dedicada a Brasil. Ana Pastor entrevistará al expresidente Lula da Silva para preguntarle por el proceso judicial en el que sigue inmerso por un caso de presunta corrupción que él niega. Tras pasar 580 días en la cárcel, el político del Partido de los Trabajadores confía en que el Tribunal Supremo le retire cualquier culpabilidad en este episodio que convulsionó la política del país y que él atribuye a una conspiración en su contra.

En declaraciones a Vertele, Pastor dice estar sorprendida por la “energía” del expresidente brasileño, que a sus 74 años no descarta volver a la política si la justicia se lo permite. Pero, al margen de su situación procesal, la presentadora de El Objetivo asegura que su entrevista con el dirigente dará para mucho más: “Quien piense que va a ver a Lula hablando sólo sobre Brasil, no va a ser así”, advierte la periodista, que también ha tenido ocasión de escuchar los comentarios de Lula da Silva respecto a la política española.

Casualmente, laSexta dedicará la noche del domingo a dos políticos condenados por la justicia. Justo antes de que se emita la entrevista con el expresidente brasileño, Jordi Évole tendrá en su programa al que fuera vicepresidente de Cataluña, Oriol Junqueras, en prisión por la causa del procés independentista. Sobre las críticas que reciben entrevistas como éstas, protagonizadas por personalidades que están acusadas de haber cometido algún delito, Pastor defiende que es “partidaria de entrevistar a todo el mundo”. “A veces se entrevista a gente que no está en la cárcel y se hace propaganda por lo blandas que son las entrevistas”, señala.

¿Cómo se ha fraguado este encuentro, cómo surgió la oportunidad de entrevistar a Lula da Silva?

Llevábamos un montón de tiempo queriéndole entrevistar, especialmente cuando comenzaron los procesos judiciales. Cuando él entra en la cárcel, esa propuesta se concreta, pero cuando íbamos a hacer la entrevista eran las elecciones en España. Él sale de la cárcel el 8 de noviembre, las elecciones son el 10, y decidimos moverla para que no coincidiera con lo que era la máxima prioridad aquí. Finalmente, hace una semana estuvimos en Brasil grabándole. Sólo su parte, aunque no se va a emitir entera en la tele, pero sí en la web, era una hora y cuarenta minutos, increíble la energía que tiene con 74 años y en una entrevistas en la que hemos tocado todos los temas.

¿Cómo lo encontrásteis? ¿Qué es lo que más le ha llamado la atención de su discurso?

Creo que está muy convencido de seguir dando la batalla. Le queda un recurso, el Supremo, que es quien finalmente va a decidir si va a la cárcel y si es inhabilitado o no. Y tiene una teoría, que él defiende a capa y espada para quien quiera escucharle y creerle, que tiene que ver con su inocencia y con que ha habido una operación para que tanto él como su partido y Dilma Rousseff no gobernaran; a Dilma a través de un impeachment, y a él a través de los procesos judiciales que le han llevado a la cárcel. Va a dar la batalla. Cuando le preguntas si se va a presentar si se lo permite la justicia, no te lo niega. Tiene 74 años pero mucha energía después de una vida tan intensa. Queda Lula para rato, para bien y para mal, porque eso puede hacer que no haya recambio en su partido.

¿Qué nos dice todo lo que ha ocurrido en torno a su figura acerca del recambio en el liderazgo de los partidos internacionales?

A pesar de que Brasil está muy polarizado, él sigue teniendo una parte de la población que le ama y le adora, y hay otra parte en la que ha surgido hacia él un odio muy visible. Hay gente que le quiere en la cárcel. Lo que prácticamente nadie niega es lo que hizo para sacar a 30 millones de personas de la pobreza. Su gran proyecto era Hambre Cero. Incluso la manera en la que incluyó en la sociedad a negros y mestizos, que no estaban visibles dentro de la sociedad. Eso para él es la energía que le mueve, pero también reconoce que tiene 74 años y que cuando haya elecciones en dos o tres años pues será todavía mayor. Pero, como decía antes, tampoco lo descarta.

¿Qué le parece este momento en el que estamos acostumbrándonos a entrevistas con líderes políticos saliendo de prisión o en prisión? ¿Qué cree que quiere decir esto?

Para nosotros siempre ha sido importante, tanto en época de TVE como ahora en El Objetivo, tocar temas internacionales. Hemos entrevistado a Snowden, a Malala, al presidente Santos de Colombia, y también nos ha parecido muy bien tener a Lula, sobre todo porque él refleja a esa aparte de la izquierda que cambia las cosas y que viene de ser un obrero y se convierte en presidente de una potencia mundial.

Y coincide la emisión del domingo con la noche de los Óscar. Hay uno de los documentales [nominados] que es sobre él y Dilma. Se llama La democracia en peligro, de Netflix. Nos parecía muy interesante aprovechar esa percha de poder emitir en la noche de los Óscar sobre alguien que va a ser noticia, porque yo diría que el documental va a ganar el Óscar. Quien piense que va a ver a Lula hablando sólo sobre Brasil, no va a ser así. Lula saber perfectamente cómo ha sido el acuerdo de coalición de España, nos cuenta una anécdota maravillosa con Suárez cuando empezó la democracia en España, nos habla del rey emérito, nos habla de Cataluña, tiene una posición muy clara respecto al independentismo, y sobre dos temas que nunca estuvieron en la agenda cuando él fue presidente porque no estaban en la sociedad, que fueron el feminismo y el cambio climático.

¿Qué opina de unos líderes políticos que tienen el poder de seguir atrayendo a las masas independientemente de que hayan pasado por prisión?

El domingo recordaremos las imágenes de su detención, con miles de personas que fueron a protegerle, aunque finalmente él salió y se entregó. Cuando le preguntamos por eso, él defiende su inocencia, insiste en que no ha habido ni una sola prueba de que una empresa petrolera le haya regalado un piso. Para Lula, su paso por prisión refuerza su imagen como líder. Estuvo en la cárcel durante la dictadura y ha vuelto ahora estando Bolsonaro en el poder. Con él es durísimo, lo llega a comparar con Hitler, con cómo llegó al poder, no por lo que hizo después.

Ahora que vemos que se les está dando voz, como en el caso de Jordi Évole entrevistando a Oriol Junqueras, ¿cuál cree que debe ser el papel de los medios a la hora de abordar estas figuras?

Yo soy partidaria de entrevistar a todo el mundo. Si sólo entrevistas a alguien, sea quien sea, dorándole la píldora, pues no. He visto fragmentos de la entrevista de Junqueras y no es el caso de Jordi, que le hace todas las preguntas. Soy partidaria de hacer todas las preguntas difíciles, en la medida de lo posible.

Sí es verdad que, como contaba Jordi estos días, en España durante un tiempo se podían hacer las entrevistas que él está haciendo dentro de la cárcel, y eso ha desaparecido. Hay quien considerará que eso es propaganda, pero a veces se entrevista a gente que no está en la cárcel y se hace propaganda por lo blandas que son las entrevistas. Lo mismo que harías fuera, dentro. Para el entrevistado cambian las circunstancias porque no están en libertad, pero yo creo que la máxima sigue siendo la misma: nosotros estamos obligados a hacer las preguntas.

Recientemente se hablaba de la presencia que tenía que dársele a Vox en los medios. Ahora que se dice de ellos que están marcando la agenda mediática, ¿cuál cree que debe ser el trato de los medios?

Yo puedo hablar del caso de El Objetivo. Nosotros en campaña electoral entrevistamos a los cinco principales líderes, y el líder de Vox fue uno de los que no vino. Después hemos invitado otra vez a Santiago Abascal y no ha querido. Mi experiencia es que él no quiere estar en este tipo de entrevistas. Hace una semana tuvimos al ministro [José Luis] Ábalos con muchas preguntas sobre el tema de Venezuela y me encantaría poder hacer una entrevista similar al líder de Vox, pero lo cierto es que no viene. Ese es el tratamiento que le damos a Vox, y si no viene, también lo decimos, porque creemos que tiene muchas cosas que explicar.

Haciendo balance de 'El Objetivo', ¿sería esa la espina que tiene clavada?

No, no, eso no es una espina. Me ha pasado muchas veces. Tampoco ha venido Mariano Rajoy. No es novedad que haya políticos que no quieran sentarse a responder preguntas en El Objetivo. No es el primero y probablemente no será el último. A cambio, hay gente que sí da la cara. En el caso de Ábalos, su entrevista estaba cerrada antes del lío con Venezuela, y él no suspendió la entrevista. Hacemos el programa cada semana independientemente de que haya gente que quiera vetarnos, porque eso es lo que tendrá que juzgar la gente del político que lo haga. Me hubiera encantado entrevistar a Rajoy, incluso me encantaría entrevistarle ahora, pero no hay manera. Pero no desfallezco nunca.

¿Qué balance hace de la recepción de la nueva temporada de 'Dónde estabas entonces'?

Cada curso el prime time se vuelve más competitivo. Sin embargo Dónde estabas entonces es un producto que está haciendo prácticamente el mismo resultado que en la temporada anterior, cuando funcionó muy bien. En ese sentido, estamos contentos porque cada vez es más difícil abrirse un hueco no sólo teniendo en cuenta la competencia en abierto, sino también a las propias plataformas. Sigo pensando que éste es el programa más bonito que voy a hacer. Estoy muy orgullosa de lo que está haciendo el equipo, que está grabando la parte final de esta década, y creo que es el programa perfecto para recordar, para emocionarte, cabrearte... y sobre todo para poner en valor la memoria de nuestro país, que no hace tanto pasaban cosas como el Yak-42 o lo de Nevenka Fernández.

Si tuviera que hacer un ejercicio de proyección, ¿tiene claro qué acontecimientos destacaría de lo que ha pasado en estos últimos años, que han sido bastante densos?

Hay una parte de la temporada actual que incluso toca la década que estamos viviendo, que es la consolidación de ciertos derechos sociales, el estallido de la crisis con el impacto que ha tenido en la gente, y la corrupción. Y Cataluña creo que va a estar entre esos puntos porque es una crisis que continúa. Pero hemos tenido la abdicación de un rey, Urdangarín en la cárcel, las repeticiones electorales, el cambio de gobierno, las mociones de censura, la aparición de Podemos, Ciudadanos, Vox... Nunca pensé que fuéramos a vivir una etapa tan intensa en tan poco tiempo. Me costaría elegir algo porque está siendo increíblemente intenso.

¿Hay material para hacer una nueva temporada, o preferís dejar un poco de distancia?

Estamos terminando de grabar la primera década del milenio. Vamos poco a poco. La siguiente década empiezan a multiplicarse los hechos políticos y sociales de una manera brutal, pero no hemos llegado todavía.