Ángela Dobrowolski, ex mujer de Josep María Mainat, debutó en la televisión este domingo. Concretamente, inició una sección de cámara oculta en 8maníacs, de la cadena autonómica 8TV. Este estreno como reportera se produce tres meses después de que aceptara casi un año y medio de pena de cárcel por incumplir la orden de alejamiento que le había puesto el productor televisivo por violación de su domicilio.
En la sentencia de conformidad asumió una condena de 17 meses de prisión, pero quedó finalmente suspendida a condición de que no volviera a delinquir en los próximos dos años. Aunque se la vio recientemente en plató en El programa del verano, donde se defendió de las acusaciones de Mainat, ha comenzado ahora a trabajar en el espacio que presenta Miquel Valls, el formato del reportero de El programa de Ana Rosa en el canal catalán.
En su debut en en la sección 'El reto Dobrowolski', el primer papel que interpretó en la broma filmada era, irónicamente, de una mujer que huía con esposas en las manos. En su primera intervención en el programa, recorrió Barcelona esposada, y se coló tanto en taxis, furgonetas de reparto y negocios, mientras simulaba huir de alguien y pidiendo ayuda para esconderse.
En una de las partes de la broma, la nueva colaboradora entró en una peluquería, esposada y aparentemente muy nerviosa: “No pasa nada, he tenido una discusión de tráfico y la policía está reaccionando muy desmesurada”, se justificaba frente al peluquero.
El profesional, muy preocupado, se negaba a que la mujer estuviera allí, y no le permitió ni entrar en el baño ni la aceptó como clienta para cortarse el pelo: “El problema es la policía”, justificaba ella. Después de unos segundos de discusión, la reportera le decía que estaba ante una broma, una cámara oculta.
La sección 'El reto Dobrowolski', de '8maníacs'
En el espacio en el que también colaboran Laura Fa y Carlos Right, el ex concursante de Operación Triunfo, Ángela Dobrowolski se pondrá en la piel de diferentes personajes para someter a los ciudadanos a surrealistas situaciones ante las que tendrán que reaccionar sin saber que les están grabando.
Antes de la retransmisión completa de su sección, los tertulianos del espacio tienen que adivinar cómo terminan sus bromas, en función a tres posibles finales. Si se equivocan, tienen que pagar un “alto precio” en el formato de entretenimiento.