El culebrón en torno a Bertín Osborne, surgido tras conocerse su futura paternidad a los 69 años junto a la modelo Gabriela Guillén, continúa siendo el motor de Así es la vida dos semanas después de salir a la luz. Durante los últimos días, el magacín veraniego de Telecinco ha llegado a contar con la respuesta oficial del cantante a las recientes declaraciones de Chabeli Navarro, expareja de aquel, que aseguraba que la obligó a abortar.
Este marte, el tema proseguía en el plató, y lo hacía de la mano de un nuevo colaborador del programa, de sobra conocido por sus espectadores: José Antonio Avilés. El polémico tertuliano, a menudo acusado de prácticas poco profesionales, tomaba el protagonismo absoluto de la tarde cuando aseguraba disponer de pruebas que definirían el tipo de relación que mantuvieron Osborne y Navarro, y que contrastarían con la versión del primero, que aseguró que solo habían tenido encuentros casuales.
“Han llegado a mi poder pruebas que desmontan por completo el comunicado de Chabeli Navarro y la historia que sigue manteniendo”, proclamaba. Eso sí, fiel a su estilo, no terminaba de especificar qué clase de pruebas eran esas que decía tener, lo que hizo que Barneda tuviera que pedirle concreción y sinceridad. “¿Tú quieres que yo te las enseñe a ti?”, preguntaba él, exasperando a la presentadora.
“Esto no lo podemos emitir. Esto... Quítamelo”
Finalmente, Avilés aseguró que tenía las supuestas evidencias en su tablet: “Yo te digo que el plató se cae”, afirmaba cebando la situación, ante el escepticismo de Barneda: “Tú dices muchas cosas”. Él insistía y aseguraba que “la gente mataría por ver esto”, aunque a la vez avisaba de que “no se podía decir nada”.
“Veremos si el plató se cae o se funde”. Lo que Avilés tenía intención de enseñar eran, supuestamente, unos mensajes de WhatsApp que se habrían intercambiado las dos partes. Barneda, atónita ante la información, y temerosa de estar incurriendo en una injerencia en la privacidad de los protagonistas de la crónica social, se dirigió de inmediato a su dirección. Mientras, Avilés, apurado por las preguntas de Barneda, matizaba que se trataba de mensajes de Chabeli no con Bertín, sino con “el entorno directo” de este.
Lo comprometido del momento hizo que Barneda cortara de raíz. “Esto no lo podemos emitir. Esto... Quítamelo” La presentadora, apurada, añadía: “Ni siquiera sé si yo lo puedo ver. ¿Estoy autorizada para verlo?”.
“Cuidado, vamos con prudencia. Estás en este plató”
Por más que Avilés asegurase que una de las partes había dado permiso para hacerlas públicas, al menos a los presentadores de Así es la vida, Barneda insistió en zanjar el asunto, especialmente después de que él advirtiese que estaba prohibido dar ningún tipo de información sobre el contenido.
“No quiero leer más. Creo que la dirección del programa lo tiene que valorar. Creo que estas conversaciones podrían ser vinculantes a todo lo que estamos hablando”, dijo, antes de apercibir a Avilés por su actitud: “Cierra esto y custodia bien tu tablet, Avilés”.
Y luego añadió, cuando Avilés reiteró su acusación contra Navarro: “Cuidado, Avilés, vamos con prudencia. Estás en este plató y vamos con prudencia”. La frase parecía aludir al hecho de que Así es la vida tenía unas normas diferentes que las que podía tener Sálvame, su antecesor en las tardes, y donde Avilés protagonizó no pocos momentos similares.
Avilés tuvo que responder a otro de los colaboradores, Suso Álvarez, que incluso acusó al tertuliano de haber mostrado pruebas “manipuladas”. “¿Esto lo tienes contrastado?”. Todo esto llevó a Barneda a concluir el momento, dejando el asunto en manos de dirección. “Esos mensajes que nos has enseñado tendrá que decidir la dirección si se dan o no, porque son delicados”.