La Asociación 11-M Afectados del Terrorismo ha emitido un comunicado de prensa en el que condena las comparaciones que se han hecho en el mundo de la política, del deporte y la televisión entre los fallecidos, enfermos y damnificados por el coronavirus y los asesinados, heridos y afectados por terroristas yihadistas el 11 de marzo de 2004 en Madrid.
En concreto la Asociación, mediante su presidente Eulogio Paz Fernández, señala unas palabras que Pablo Motos pronunció en El Hormiguero el pasado 7 de mayo, cuando dijo que “estamos todos los días en 11-M”.
“Una cosa es la cifra [de fallecidos por el Covid-19], y otra humanizarla. Estamos todos los días en un 11-M. Nos hemos acostumbrado a un número”, reflexionó el presentador de Antena 3 sobre los datos diarios de fallecidos por el coronavirus. “Es todo muy difícil, porque nunca nos hemos enfrentado a una cosa así. Está muy bien no perder que de lo que estamos hablando es de vidas humanas”, aportó pocos segundos después.
“Soltar esta frase así, sin más, en el contexto de una tertulia en la que se está hablando largamente de los fallecidos por el COVID-19, no contribuye, para nada, a que la gente sepa qué paso el 11-M”, escribe la Asociación 11-M en su comunicado.
“Es más, el propio Pablo Motos, en un momento de su intervención dijo también: 'Es todo muy difícil porque nunca nos hemos enfrentado a una cosa así'. Por lo tanto, 'si nunca nos hemos enfrentado a una cosa así', ¿cuál es la intencionalidad de aludir continuamente al 11-M? Tendría sentido hablar del 11-M, si al hablar del coronavirus abundantemente, se hablase también extensamente del 11-M. Pero no, se suelta esa frase ya recurrente 'estamos todos los días en un 11- M' (u otra similar), sin ni tan siquiera hacer un esfuerzo divulgativo sobre lo que pasó el 11-M”, añaden en el texto.
A continuación la agrupación de víctimas de los atentados terroristas solicitan a quienes quieran seguir estableciendo comparaciones entre ambos hechos que “dediquen un tiempo amplio también a recordar a sus espectadores, oyentes y lectores lo siguiente”.
Los datos que aporta la Asociación 11-M
A continuación, recogemos literalmente los datos y argumentaciones que la misma Asociación 11-M Afectados del Terrorismo incluye en su nota de prensa:
“FAES, fundación del Partido Popular en los tiempos del 11-M, que actualmente sigue presidiendo José María Aznar, y de la que Pablo Casado fue nombrado patrón en 2015, predijo en enero de 2003: ”Cabe esperar el recrudecimiento de la amenaza terrorista si es que se produce la guerra contra Irak, una amenaza que afectará principalmente a los países que participen en ella“. O sea, dicho y hecho. Por desgracia, acertó FAES en su pronóstico. El Gobierno de Aznar, del Partido Popular, nos llevó a la guerra contra Irak, y una de sus consecuencias fueron los atentados del 11-M.
En la cumbre del G-8 del 25 de junio de 2002 en Canadá, el presidente de EEUU, George W. Bush, puso los pies sobre la mesa y José María Aznar le imitó. El Gobierno de España del Partido Popular, presidido por José María Aznar, hizo caso omiso de los informes de la ONU advirtiendo de la ilegalidad de una intervención en Irak. Aznar desoyó el clamor de las gentes en las calles de España contra la guerra de Irak. Aznar mintió sobre la existencia de armas de destrucción masiva en Irak. Teniendo por anfitrión al entonces primer ministro portugués, José Manuel Durao Barroso, José María Aznar, George W. Bush y el primer ministro del Reino Unido, Tony Blair, se reunieron en las islas Azores el 16 de marzo de 2003 y decidieron la intervención en Irak. Durao Barroso reveló además que fue Aznar quien más solicitó la celebración de aquella cumbre previa a la guerra de Irak. La invasión de Irak comenzó el 20 marzo de 2003; el líder de Al Qaeda, Bin Laden, el 18 de octubre de 2003 amenazó directamente a España por su participación en la guerra contra Irak. El 29 de noviembre de 2003, siete agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) español fueron asesinados en una emboscada perpetrada por la insurgencia iraquí con armas de fuego y granadas, en Latifiya, Irak.
Finalmente, y como venganza, los terroristas yihadistas atacaron cuatro trenes de cercanías de Madrid el 11 de marzo de 2004. Y después, como remate, el Partido Popular mintió tratando de atribuir los atentados a ETA para intentar ganar las elecciones que se celebraron tres días después. Y luego, tras perder las elecciones, acompañado de sus partners mediáticos, intentaron deslegitimar al Gobierno surgido de las elecciones con más y más mentiras sobre lo ocurrido antes, durante y después del 11-M.
El año pasado, un día antes del XV aniversario del 11-M, Pablo Casado, pidió que se desclasificase cualquier información sobre el 11-M y que se “llegase a la verdad si alguien la oculta o intenta mercadear con ella”. El PP, el partido de Pablo Casado, mientras estuvo en la oposición desde el 2004 hasta el 2011, dijo que cuando llegase al poder iba a decir toda la verdad sobre el 11-M. Ganó las elecciones en 2011 y gobernó hasta el 2017, o sea que tiempo tuvo para decir esa verdad que decía que sabía. Gobernó seis años seguidos y nada de nada sobre el 11-M. Quedó demostrado que en la oposición sólo le había interesado el barullo y la vocinglería.
Las conclusiones del informe Chilcot de julio de 2016, encargado por el Gobierno británico, confirmaron que la guerra contra Irak fue ilegal, injusta, inhumana e irracional. En octubre del 2015, Tony Blair –aunque de aquella manera–, pidió perdón. Aznar, a día de hoy, sigue sin pedir disculpas públicamente.
A más explicaciones, menos comparaciones y confusiones. ¿Los Casado, Lopetegui y Motos que sigan hablando o escribiendo sobre 11M en estos tiempos de pandemia, tendrán la firme voluntad de dedicarle más tiempo, haciendo un esfuerzo por divulgar lo que pasó antes, durante y después del 11M? Veremos“.