Blanca Portillo visitó La Resistencia por primera vez este lunes, 7 de febrero, y lo hizo para promocionar tanto la película por la que está nominada a un Goya, Maixabel, como la obra de teatro con la que está girando en la actualidad: Silencio.
Pero además de presentar ambos trabajos, la actriz llegó como fan confesa del programa: “Os he visto tantas veces desde casa y ahora estoy aquí”, decía ilusionada. “Qué guapo y qué alto, qué bien nos has salido”, bromeaba al ver a David Broncano.
Como buena seguidora del programa de Movistar+ supo qué regalarles a todos: “Traigo tortilla de patatas, pimientos fritos y jamón”, una iniciativa que aplaudieron los presentes. Pero no solo se acordó del presentador, Ricardo Castella y Grison, sino que también tuvo un detalle con Jorge Ponce. “Puedes ser de las primeras personas que le traen algo” señaló sorprendido Broncano, mientras el compañero entraba.
Lo que no esperaba Ponce es que ella le declarara su admiración y amor y le entregara una llave de su corazón. “Nunca te han traído nada pero lo que te han traído es lo más bonito que han traído nunca a nadie”, observó el presentador. Finalmente, Ponce agradecía el regalo con un pico a Blanca.
Y tras la entrevista de rigor, Broncano propuso a la actriz intepretar un pequeño sketch de lo ocurrido con Casero al equivocarse y votar la Reforma Laboral. Un “teatrillo” que ya habían guionizado pero del que la intérprete no sabía nada y, en un principio, intentó rechazar la propuesta: “Es que a mí estas cosas... ¿Sabes por qué nunca he ido a El Hormiguero?”, confesaba. “Nunca he ido a porque soy my vergonzosa y cuando me ha invitado alguna vez Pablo me ha dado vergüenza”.
Al escucharle, el programa levantó el “jardín” del sofá y ella misma se arrepentía de haber sacado el tema, pero continuó con él: “Creo que ahora está enfadao conmigo. Creo que nunca más me ha querido llevar por eso, pero en realidad es que me da una vergüenza que me muero”. Para arreglarlo, tanto David como Blanca mandaron un mensaje a Motos para pedirle que la perdonara y que la invitara.
Seguidamente, ella se animó a hacer “La Odisea” de Casero. “Aquí no siento vergúenza, voy a hacerlo. ¡Qué coño!” y quedó una escena redonda, con la actuación también de todo el equipo.