'Pretty Little Liars: The Perfectionists', un nuevo “placer culpable” bajo la sombra de 'A'

Con las mentirosas todavía en el recuerdo de muchos, y con otros tantos tratando de desenmascarar a 'A' de forma tardía gracias a las plataformas, Freeform ha ahondado de nuevo en el universo literario de Sara Shepard para llevar a la televisión The Perfectionists a modo de spin-off de Pretty Little Liars.

Lo ha hecho de la mano de Alison DiLaurentis (Sasha Pieterse) y Mona Vanderwaal (Janel Parrish), dos de los personajes clave de la serie original, que se rodean ahora de un grupo renovado de estudiantes en una historia que ha heredado de su predecesora mucho más que los componentes adictivos. PLL: The Perfectionists no es una continuación de Pretty Little Liars como algunos podíamos temer viendo los avances, pero sí bebe de ese mundo que se convirtió en el “placer culpable” de espectadores de todo tipo.

Ya desde los primeros instantes del capítulo piloto, la atmósfera de Rosewood se traslada la Universidad de Beacon Heights, donde Alison desembarca para dejar atrás el pasado y desarrollar su carrera como profesora. Allí le espera Mona con una cara oscura que, para nuestra fortuna, no le ha abandonado.

La nostalgia está presente no solo en el entorno, la ambientación y la fotografía, sino también en los diálogos de las dos amigas que nos cuentan qué ha sido de Emily y de su historia con Alison, y qué les ha llevado hasta allí. Es ahí cuando pensamos que esto va a ser una forma más de estirar un chicle que ya se alargó por encima de sus posibilidades durante 7 temporadas, pero no es así.

Perfiles similares con un toque elitista

A ritmo de un peculiar Poker Face a violonchelo que nos recuerda que el tratamiento musical era uno de los puntos fuertes de Pretty Little Liars, el spin-off nos va presentando a los jóvenes que se llevan ahora los focos -y también los tormentos-.

Las dos protagonistas del pasado dejan paso a un clan nuevo que recrea los patrones ya conocidos, con un lavado de cara: encontramos a la influencer amante de la moda (Ava / Sofia Carson), a la deportista del grupo, hija además de una política con aspiraciones (Caitlin / Sydney Park) y al estudiante prodigio (Dylan / Eli Brown). Todos ellos dominados y coaccionados por el líder Nolan (Chris Mason), ante quien no pueden rebelarse por miedo a que difunda sus secretos más oscuros. Pero no, no es 'A'.

Este abuso de poder de unos alumnos sobre otros que tan presente estuvo en la serie original se traslada a este nuevo entorno, en el que una Alison ya adulta trata de compensar los errores de su adolescencia poniéndose de parte de los débiles y ofreciéndoles una ayuda que ni ella ni sus amigas tuvieron en su momento. También sigue representada la comunidad LGTBI, principalmente a través de Dylan.

Todo ello con un toque más elitista que se refuerza con el personaje de Claire Hotchkiss, la fundadora de la Universidad, que llega de la mano de Kelly Rutherford. La actriz, a quien recordamos por su papel de Lily Van der Woodsen en Gossip Girl, nos traslada en apenas dos apariciones a esa clase alta que veranea en Los Hamptons y tiene un pisito en el Upper East Side.

Su píldora adictiva, la mejor herencia de 'Pretty Little Liars'

En esta presentación de los nuevos rostros que ocupa gran parte del piloto se echa en falta más acción de Alison y Mona. Principalmente de esta última, de la que llegamos a olvidarnos con facilidad hasta que reaparece por todo lo alto en los compases finales.

El final es lo que más similitudes guarda con el primer episodio de Pretty Little Liars, pues ambos sueltan una píldora que te engancha, al menos, hasta la semana siguiente. Si en el caso de la primera fue un mensaje de texto con un remitente “imposible”, ahora es un asesinato y un sospechoso que, esta vez sí, parece traer de vuelta a un primo segundo de 'A'. Un crimen que toma otra dimensión con una red de vigilancia y una tecnología que ya quisiera Mona en sus tiempos de juventud.

Tiene potencial para ser un nuevo “placer culpable”

Alejado de la línea de Ravenswood, el primer intento de spin-off de las Pequeñas Mentirosas, este es un buen sustituto para los que se quedaron “huérfanos” con el final de Pretty Little Liars y buscan nuevas historias que les ayuden a matar el tiempo. Especialmente, para aquellos que se interesaron por esa vida post-instituto que se comenzó a explorar tras el salto temporal de la serie.

Con esto, Pretty Little Liars: The Perfectionists busca al público que les acompañó durante 7 años en la serie original, sin dejar de lado a los nuevos espectadores y a aquellos adictos a los dramas juveniles. Los ingredientes: un misterio familiar, un crimen y muchos secretos. Todo, en un universo regido por la exigencia y la búsqueda de la perfección. No, esta no es una serie perfecta, pero tiene potencial para ser un buen spin-off.