'Fama' ha vuelto a bailar con el estreno en Movistar de su nueva edición. El talent ha regresado con una nueva escuela tres veces más grande que la anterior, e importantes cambios en la dinámica.
Aprovechando la presentación del programa, a la que acudió Vertele, pudimos entrevistar a los profesores y también al nuevo director de la escuela, Iker Karrera, que mantiene su labor docente y asume también el papel de Igor Yebra.
El nuevo responsable de la escuela resalta que aunque “es verdad que este año soy el director”, lo importante es que “seguimos con el mismo equipo”, y muestra sus ganas por recibir a los concursantes y estrenar el nuevo espacio.
Karrera explica que ya el año pasado, sin ser director, le gustaba introducirse y aportar en todos los aspectos del talent, y que esta vez “básicamente mi función va a ser un poco coordinar todos los equipos”. Su intención es “que todo funcione bien de cara a los chavales. Que estén contentos con sus horarios, con sus clases, intentar afinar un poco más”.
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Al pedirle una valoración de la anterior edición, confiesa que estaban un poco expectantes porque no sabían cómo iba a salir, y que se sorprendió cuando una vez acabada empezó a repasar vídeos de todo lo que habían hecho: “Lo mejor de todo es que hacemos lo que queremos y lo que nos gusta”.
Los profesores dirán un expulsado: “Nos acribillarán”
El nuevo director de la escuela compara con Disneylandia su nuevo espacio de trabajo: “Es gigante y maravilloso”, y explica los cambios de dinámica para elegir a los inmunes y en las expulsiones, ya que la segunda será decidida por los profesores: “Ahora nos acribillarán, pero es una manera de que podamos opinar”.
Karrera mantiene contacto con muchos de los participantes de la anterior edición, porque están en su escuela, y explica que le “generan mucho bien”: “Ver que Belén está girando con Dua Lipa, Claudia y Mónica con Mimi... Estoy muy orgulloso de ellos y de que lo hayan aprovechado tan bien”.
Sobre los nuevos participantes, adelanta que ve a todos “con muchas ganas e ilusión”, algo que también anima a los profesores: “Te da un chute tener alumnos así, que les apetezca aprender”.
Al cuestionarle cómo le habría ido a él, como alumno, si en el pasado se hubiese presentado a Fama, bromea con que seguramente le hubiesen echado el primero: “No creo que hubiera entrado, es mucha presión”.
Carla y Sandra: “Nos sentimos muy mamás”
Carla Cervantes y Sandra Egido aseguran que están “alucinando” con la nueva escuela, tres veces más grande que la anterior, y con “muchísimas ganas e ilusión” de empezar la nueva etapa: “Tenemos el cosquilleo ya”.
Sobre su exigencia, que es una de las más “temidas” por los aspirantes a causa del nivel de sus retos, nos explican que “nos gusta ponerles retos porque también nos los ponemos a nosotras”, y defienden que “somos las temidas, pero luego nos lo agradecen al ver la evolución”.
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Trabajan juntas desde hace mucho tiempo, y aunque reconocen que “somos muy diferentes”, consideran que es algo que les beneficia al aportarles “equilibro” y complementarse: “Normalmente siempre vamos a una y tenemos muy claro lo que queremos”. Tampoco rechazan sus desacuerdos, gracias a los que “encontramos otros caminos”.
Tanto Carla como Sandra se alegran de ver la “maravilla” que es para ellas ver cómo los exconcursantes evolucionan y lanzan sus carreras tras el programa, llegando a coincidir con alguno de ellos en proyectos: “Me siento muy mamá”, bromean.
“Se ha notado en los cástings el respeto que tenía la gente al presentarse, porque el nivel del año pasado fue bastante alto”, explican al hablar sobre los nuevos participantes, y valoran la mayor cualidad que deben llevar a la escuela: “La humildad y el estar abiertos a recibir y a entregar”, añadiendo también el esfuerzo.
Ruth y Raymond: “Queremos la presión de crear y bailar”
Por su parte, tanto Ruth como Raymond confían en superar el nivel este año: “Tenemos la experiencia vivida, y podemos mejorar nosotros mismos y también disfrutarlo muchísimo más”.
Los dos bromean con las dudas y la inseguridad que tenían hace un año, cuando presentaron la anterior edición: “Ahora podemos hablar tranquilamente”. También se ríen al recordar que cuando acabó la anterior edición se debatían entre la felicidad y decir: “Quiero vacaciones”.
“Terminé muy contenta de lo que se había creado, y ahora que hemos descansado puedo decir que con ganas de volver”, nos cuenta Ruth, mientras Raymond reconoce que “al terminar estaba muy agotado” pero ya “quiero la presión de estar todo el rato creando y bailando”.
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Sobre cómo afrontan el tener que crear tantas coreografías y bailes, reconocen que tienen que “buscar inspiración en todos lados”, y celebran que la nueva escuela les beneficia y les permite buscar nuevos lugares en los que realizarlas.
Al preguntarles qué aportan a nivel personal a Fama, Raymond alaba a su compañera por ofrecer un estilo y un impulso diferente al del resto, mientras que Ruth valora los distintos perfiles de todos los profesores, y bromea con que Carla y Sara sean las más “temidas”.
Se centran tanto en Fama que ambos se ríen al contar que no sólo se han despedido de sus otros proyectos hasta dentro de cuatro meses, sino también de sus “amigos, familiares”...: “Es en plan: mamá, nos vemos pronto”.