'Ni que fuéramos' regresó sellando la paz entre Kiko Matamoros y Víctor Sandoval: “Ya podías haberme cogido el teléfono”
Ni que fuéramos Shhh ha regresado a las pantallas este lunes 2 de septiembre con su segunda temporada en Ten. Aída Nízar ha sido el fichaje destacado, y más que polémico, de esta nueva etapa del formato de Fabricantes Studio, que también estrenaba uno nuevo decorado, más amplio, y mejoras técnicas. Más allá de eso, el retorno de María Patiño y sus colaboradores ha destacado por haber alumbrado la paz entre dos personas que parecían irreconociliables, Kiko Matamoros y Víctor Sandoval.
A finales de junio, Matamoros aseguró que no tenía intención de volver a coincidir en un plató con su compañero. El motivo fue un fuerte encontronazo cuando debatían sobre los negocios de la familia Campos; aunque las discusiones entre ambos eran habituales, la situación fue a mayores. “Mi decisión es firme y definitiva, no habrá cumbre por la paz ni otro tipo de zarandajas. No voy a volver a coincidir en un plató con Víctor Sandoval. Que se victimice y se lucre a costa de otro”, llegó a escribir el exrepresentante en redes sociales.
De ahí la sorpresa (o no tanto) de esta rentrée. Rodeada por el propio Matamoros, Kiko Hernández, Belén Esteban, Marta Riesco y Lydia Lozano, Patiño anunciaba la sorpresa: “Algunos nos fuimos con algunos nudos antes de comenzar las vacaciones”, comentaba, haciendo alusión al propio desencuentro que tuvo ella con Hernández. Esto servía para hablar de la intención de Matamoros, expuesta públicamente en redes, de sellar la paz con su colega de platós.
Acto seguido, Ni que fuéramos daba entrada a unas imágenes del exterior del estudio: un coche estacionaba y salía de él Sandoval, disfrazado de Frodo de El señor de los anillos. El motivo de su caracterización era la efemérides de los 50 años de la muerte de J.R.R. Tolkien... Si bien la media centuria, cabe precisar, se cumplió el 2 de septiembre de 2023. “Parece Jesús Quintero”, comentó Kiko Hernández.
Un abrazo para resolver el conflicto
Al entrar en plató, Sandoval tenía reservado un sitio en el sillón junto a Matamoros, algo que le puso en guardia en un primer momento. “Está muy cerca del pasillo, puedo salir corriendo en cualquier momento”, bromeó. “El que se va a ir de plató soy yo. Lo digo en serio”, advirtió entonces Matamoros. Al ver la reacción de este último, el recién llegado decidió abandonar durante unos instantes el programa para dejar que se desquitara y exteriorizara sus sentimientos.
Lo que a Matamoros le molestó fue que Sandoval se presentara y presentara sus intenciones de reparar el daño disfrazado. “Yo soy muy del espectáculo. No necesito hablar en público, lo que hable con él en público lo hablaré con absoluta claridad”, indicó el veterano tertuliano.
Acto seguido, Sandoval volvía a entrar en plató, aún caracterizado, y abrazaba a Matamoros, sin levantarse este del sitio. “Ya podías haberme cogido el teléfono, maricón, cuando te llamé”, le afeaba Sandoval en tono cariñoso, para dar así por resuelto el conflicto. Eso sí, el programa demandaba otro abrazo más eufórico, con ambos de pie. “Yo no quiero abrazos, porque además este tío es capaz de clavarme un puñal”, añadió en tono bromista.