Los concursantes de GH VIP recibieron este domingo un regalo por parte de la organización, consistente en una propina económica de 150 euros para los 12, que podían aprovechar por un tiempo limitado en el economato. Sin embargo, lo que comprara cada cual sería solo para esa persona. Tal y como explicaba Ion Aramendi, una de las condiciones para disfrutar del obsequio era no compartir. Sin embargo, dado que varias personas agotaron el dinero de todos los demás, estas optaron por saltarse esa regla, lo que ha derivado en una sanción.
Lo cierto es que, desde el primer momento, unos optaron por repartir la comida, como Jessica Bueno, espoleada por José Antonio Avilés. Incluso dejaban caer la posibilidad de que alguien “robase” la comida para poder comerla sin, en apariencia, saltarse las reglas.
“Las normas son para todos y su cumplimiento, también”
Tales explicaciones no convencieron al programa, tal y como quedó de manifiesto en el Última Hora presentado por Lara Álvarez en el access prime time del lunes. “Pido disculpas a producción de este programa, porque a mí me mintieron los compañeros al explicármelo”, se excusaba de primeras Laura Bozzo. Sin embargo, poco a poco, los argumentos que manejaban en la casa iban quedando en cuestión. Todo ello mientras se aguantaban, o no tanto, las risas.
“¿Hay alguien que haya respetado las normas?”, preguntaba la presentadora. Gustavo, Michael y Carmen Alcayde eran quienes no habían disfrutado de nada de lo comprado en la noche del domingo. “Escuchábamos a Avilés en el vídeo decir que no sabíais la que se os iba a echar encima... Lógicamente esto tiene consecuencias”.
El Súper tomaba la palabra entonces para comunicar el castigo: “¿Qué comida del economato queda en la casa?”. Los participantes respondían que no quedaba prácticamente nada, más allá de pan en el almacén. “Es evidente que os habéis comido todo. Todas vuestras especulaciones son correctas. Hoy habéis realizado la compra y, como castigo, la compra que recibiréis mañana sufrirá igual que vosotros un recorte”.
“Y los que no hemos comido también pagamos por todos, ¿no?”, preguntaba Alcayde, antes de que Álvarez le confirmase que así sería. “La normas son para todos y el cumplimiento de todas también”, decía. “Ya no hay risas... Y yo lo siento, pero las normas están para cumplirse”.