“No creo que tengamos el poder de concienciar. Es arte, es ficción, y ya está”. Estas palabras son de Salvatore Esposito, que ahora interpreta al camorrista más peligroso de la televisión. Esposito da vida a Genny Savastano, el líder del clan protagonista de Gomorra (disponible en Sky), que regresa este domingo 28 de enero con su tercera temporada. Una nueva entrega marcada por el gran shock del último capítulo emitido, y que provocará que todos los personajes tengan una actitud distinta ante la violencia que les rodea.
Esposito y sus compañeras Cristina Donadio y Cristiana Dell'anna' pasaron por España para presentar la nueva temporada de la ficción basada en la Camorra napolitana. Una entrega en la que los tres aseguran que tendrán aún más peso en una historia que desde hace varios capítulos no se puede entender sin sus personajes. Las experiencias y las muertes que les han rodeado han motivado una evolución en el elenco, que seguirá siendo coral y otorgará aún más protagonismo a las mujeres.
El primero en experimentar ese cambio es el primogénito de los Savastano. “Primero se vio a un Genny hijo de la mama, después a alguien malvado por su experiencia en Honduras, que vio cómo descuartizaban a un amigo suyo, y ahora, tras lo que ocurrió al final, habrá otro”, cuenta Salvatore Esposito a Vertele. Una senda que seguirán Patrizia y Chanel, encarnadas por Dell'anna y Donadio. “Tanto ellas dos como Azzurra (esposa de Savastano) entramos en los capítulos anteriores un poco perdidas, y con el tiempo nos hicimos fuertes. Ahora es como si fuésemos a hacer a ampliar la visión sobre sus cabezas, ya que alma no creo que tengan”, dice Donadio.
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Las mujeres reforzarán así su peso en una ficción que ya destaca por mostrar una relación igualitaria entre los criminales masculinos y femeninos. “Siempre digo que es una serie paritaria. Las mujeres camorristas son tratadas, asesinan o son asesinadas exactamente igual que los hombres del Sistema (la Camorra)”, señala Donadio. “Es paradójico, pero Gomorra muestra cómo habría que considerar a la mujer en la sociedad”, apunta Dell'anna', que admite que esa igualdad de los criminales de la serie no existe realmente en cualquier otro ámbito.
El rodaje se produjo meses antes de que estallasen las denuncias de abusos sexuales a las actrices en Hollywood y del movimiento #MeToo, que rápidamente se trasladó a otros países, como la Italia natal de estos tres actores. “Desde siempre hemos sufrido una instrumentalización. A mí me ha pasado desde niña. Es un problema cultural por el cual se nos manda el mensaje de que somos inferiores”, denuncia Dell'anna, que lamenta que cree que por estos casos se han perdido los “puntos de referencia”. “Hay que distinguir entre una molestia de un hombre y el acoso. Ante las molestias tenemos el poder de oponernos. La cosa cambia si es violencia”, añade Donadio. “Es muy importante lo que ha pasado, pero no hay que denunciar solo ante la prensa: hay que ir a la policía. El que haya abusado sexualmente o de su poder tiene que ser juzgado”, destaca Esposito.
Esta defensa de la mujer independiente y con la misma fuerza que un hombre no implica que las de la serie sean feministas, como explica Donadio: “En mi caso, creo que Chanel es postfeminista porque es completamente autónoma. Quizá antes estábamos en segundo plano, siendo la mujer o la hija de. Pero ahora, con estos personajes, he podido comprobar que el público femenino se quiere parecer a ella, aunque sin su maldad”. Una idea que comparte Esposito, que presume de la ruptura que supone Gomorra con lo establecido para los personajes femeninos. “En la historia del cine se les ha dado siempre este rol secundario. Aquí tienen el mismo rol, y no es lo común. En España está Almodóvar, que apostó por ellas”, afirma el actor italiano.
“Me costó interpretar a alguien tan malvado; ahora, lo disfruto”
Ya sea por obra de un hombre y una mujer, el crimen es el que vertebra a todos los que aparecen en Gomorra. Un género que siempre atrapa al espectador, y que tiene parte de la culpa de que una serie italiana rodada en napolitano y basada en el libro de Roberto Saviano sea un éxito a nivel mundial. Según Esposito, “interpretar a alguien tan malvado como Genny me costó al principio, pero ahora lo disfruto”. Para él, esta serie repleta de asesinos no muestra el crimen como algo atractivo. Por eso reitera que es “ficción”, sin ningún “poder pedagógico, para bien o para mal”.
Lo que sí reconoce es lo que ha tenido que ocurrir para que él llegue a interpretar a Genny Savastano. “Roberto Saviano es un héroe. Ha sacrificado su libertad para denunciar lo que está mal, y gracias a eso yo puedo hacer esto. Además, me felicitó, porque me dijo que por su experiencia con camorristas era el personaje más real”, dice el actor de 31 años.
El único temor que comparten los tres es una situación a la que pueden enfrentarse en cualquier momento: la muerte de sus personajes. Aunque aseguran que lo vivirán como algo natural, a pesar de que admiten que se asustan cuando tienen reuniones en privado con los responsables de la serie. “La involución de todos los que están en el Sistema es tal que solo les quedan dos salidas: la cárcel o la muerte. Saben que tienen que convivir con ese fin”, sentencia Salvatore Esposito.