Tras ver casi 300 actuaciones y dar el pase a 56 de ellas, la primera gala de las semifinales de Got talent 5 ya ha escogido a sus tres primeros finalistas. Uno de ellos elegido por la audiencia, y otros dos por Paz Padilla, Risto Mejide, Edurne y Dani Martínez.
El público se decantó por Hermes Pompa, un bailarín de pole dance al que Risto le había dado un “no” en su primera audición y esta noche se retractaba por ello.
Mientras que los jueces decidieron que pasara a la final Pitu, un coreógrafo que había sufrido bullying de pequeño y ahora convencía con su baile, dieron el pase de oro a Hugo, el niño prodigio del tambor.
Las actuaciones más votadas
Entre las 14 actuaciones que se desarrollaron a lo largo de la noche. La audiencia dio la mayoría de sus votos a cuatro:
Melani la maga a la sorprendió con un número en un showroom, en el que los jueces vistieron a un maniquí como quisieron y ella después mostró un dibujo en el que había adivinado desde el principio el aspecto con el que le iban a dejar.
Pitu, que se había llevado el pase de oro de Santi Millán en su primera audición, ahora también lograba el favor de la audiencia tras una actuación en la que el vestuario le jugó una “mala pasada” según Risto pero no impidió que se luciera con su baile.
El grupo de acróbatas Acrobarcelona que se habían llevado anteriormente los cuatro síes, en esta ocasión se superaron con un número de cine:
Hermes Pompa fue otro de los más votados por el público, tras hacer un número de pole dance aéreo que “era un pase de oro de manual”, según Dani Martínez.
Pero finalmente, Santi Millán desveló que el más votado de los cuatro era este último. Que, junto al más votados de los jueces, que fue Pitu eran los únicos que pasaban a la final.
El pequeño Hugo de 2 años, el pase de oro
La de Hugo fue la única actuación grabada de la noche, ya que el concursante apareció sobre la 1 de la madrugada y su edad le impedía estar allí.
Por lo que, Santi Millán dio paso a la grabación en la que el niño aparecía en el escenario, solo, entre las decenas de músicos de la agrupación musical ciudad de Móstoles que le acompañaba.
Tras observar al público y ver a su familia, el pequeño se situó ante el tambor y empezó a tocar. Con el ritmo perfecto, las notas correctas y demostrando que lo de su primera audición no había sido casualidad, sino que tiene un don natural.
La compañía de la orquesta dio a la actuación un toque aún más magistral y los jueces se quedaron boquiabiertos. Al acabar, el padre corrió a abrazar a su hijo entre lágrimas de “orgullo”.
Dani señaló el gesto del niño al tocarse la oreja y seguir tocando a la perfección, Edurne aseguró que era uno de los concursantes que más ganas tenía de volver a ver y no le había defraudado.
Paz Padilla subrayaba la entrada del niño, cual “Moisés abriendo las aguas”, y Risto se dirigió al padre para pedirle que cuidara el “don” de su hijo y la responsabilidad que llevaba.
Santi volvía al directo, para pedir la valoración final que concluyó con el pase de oro de los cuatro jueces, sin discusión alguna: “No lo había visto nunca y tengo la sensación de que no lo volveremos a ver”, decían mientras pulsaban el botón que le enviaba a la final.