Inés Hernand gana 'MasterChef Celebrity 9' tras un reivindicativo menú final con la diversidad y el perdón por bandera
Inés Hernand cumple con los pronósticos y gana MasterChef Celebrity 9 en TVE. La presentadora, cómica e influencer se ha impuesto este lunes 2 de diciembre en la gran final del talent show, tras un duelo de altura con Marina Rivers, y coge el relevo de Laura Londoño como ganadora del formato en La 1.
La conductora del nuevo Pasa sin llamar, que partía como favorita tras romper el récord de capitanías de MasterChef con un total de cinco, no da opción a las sorpresas y vence en la prueba definitiva con un menú sobre su vida dedicado a su abuela y su familia elegida, e ideado en colaboración con el chef Mario Sandoval.
La ganadora se lleva un total de 75.000 euros que donará a la Fundación Ared, que acompaña a mujeres en riesgo de exclusión en su integración laboral y social. La segunda parte del premio es un curso de cocina de un fin de semana en el Basque Culinary Center junto a un acompañante y compartido también con la otra duelista de la noche, Marina.
Todo, en una final que ha contado con el regreso de todos los exconcursantes de la edición a excepción de Rubén Ochandiano, que tras su decisión de abandonar el programa ha manifestado sentirse “tangado” por los responsables e incluso ha señalado a su productora por cortar del montaje final parte de su explicación sobre su salida.
Con su victoria, Inés Hernand se suma al club de los ganadores de MasterChef Celebrity en RTVE, en el que ya figuran Miguel Ángel Muñoz, Saúl Craviotto, Ona Carbonell, Tamara Falcó, Raquel Meroño, Juanma Castaño, Miki Nadal, Lorena Castell y la mencionada Laura Londoño.
· Así ha sido la final de 'MasterChef Celebrity 9' en TVE:
Inés Hernand, primera duelista con su 'Jardín de las delicias'
La final de MasterChef Celebrity 9 arrancaba otorgando la primera chaquetilla de duelista precisamente a Inés Hernand, gracias a su concentración y destreza en una de las pruebas clásicas del formato: seguir al chef. Como primer gran reto de la noche, los cuatro finalistas tenían que replicar un espectacular postre de Jesús Escalera, el mejor pastelero de América Latina por la prestigiosa lista de los 50 Mejores Restaurantes del Mundo. Y para los jueces y el invitado, la recreación de la comunicadora fue la mejor.
Antes de ponerse manos a la obra, Inés Hernand, Pitingo, Marina Rivers y Francis Lorenzo comenzaban haciendo un balance de la experiencia, con protagonismo destacado para la comunicadora de RTVE por su historia familiar. Y es que como ya había contado en alguna ocasión previa, su vida ha estado marcada desde que era muy joven por su inexistente relación con sus padres.
“Lo de ser una tipa dura no deja de ser una herramienta de subsistencia. En los momentos en los que más he necesitado a mis padres, han sido ellos los que me han dado la espalda sin razón aparente. Desde muy pequeña he tenido ciertas carencias afectivas, en las que sientes que no eres la prioridad para tus padres. Lo que veis hoy es fruto de mucho trabajo, mucha terapia, y nunca he perdido la oportunidad de tener una sonrisa hacia el resto”, contaba ante los jueces y sus compañeros.
Ya con la prueba en marcha, el foco se ponía de nuevo sobre los cuatro finalistas y el chef invitado, cuyo ritmo no tardó en estresar a las celebrities. Especialmente a un Francis Lorenzo que provocó las risas y comentarios entre Pepe Rodríguez, Samantha Vallejo-Nágera y Jordi Cruz por perderse durante la elaboración, y por intentar batir la crema del postre sin enchufar la batidora, como si de un cóctel se tratase.
El actor era el primero en presentar su interpretación del bosque dulce del chef, llamada Escándalo por cuestiones evidentes. “He aprendido que cuando las cosas se tuercen, hay que seguir”, comentó el finalista, que dedicó su postre a Pocholo. Mejor le fueron las cosas a una Marina Rivers que recibió los elogios de los tres jueces: “Nunca habíamos tenido a alguien siguiendo al chef tan concentrado y tan callado”, le dijeron, destacando que estéticamente era una reproducción “increíble” y que únicamente presentaba algún fallo en las texturas y sabores.
Pitingo era el tercero en someterse al veredicto de Jesús Escalera y compañía, que apuntaron a algún “defectillo” por perderse durante la prueba y señalaron el exceso de colorante y el escaso parecido estético. Por último, Inés Hernand sufría un susto de última hora por el 'cambiazo' del cantante, que se llevó su helado por error y le obligó a presentar su Jardín de las delicias algo más derretido. “Estabas focalizada en hacerlo bien. Es un postre muy serio, y muy parecido al del chef”, aplaudieron Pepe y Jordi.
Finalmente, los tres chefs y el repostero invitado elegían a Inés como la primera duelista de la final de manera muy “reñida” con Marina Rivers, cuya elaboración también estuvo a la altura. Pitingo fue tercero en la prueba y Francis, cuarto.
Marina Rivers, segunda duelista sin sorpresas
A continuación, la prueba de exteriores determinaba el pase al duelo final de Marina Rivers, que se imponía a Francis Lorenzo y Pitingo en uno de los cocinados más complicados de la edición: un menú de 3 estrellas Michelin diseñado por el chef Mauro Colagreco, que disfrutaron doce comensales en la Costa Azul francesa.
Como segunda celebrity más destacada en la primera prueba, la influencer contaba con el privilegio de elegir las dos elaboraciones que quería afrontar para jugarse la cotizada chaquetilla de duelista. Y su elección de remolacha de caviar y postre de hinojo, vainilla y chocolate le salía a pedir de boca, ya que se mostró de lo más segura durante los 280 minutos de cocinado.
Pepe, Jordi y Samantha destacaban de Marina Rivers su buena mano para cocinar una de las creaciones más emblemáticas de un restaurante de tanto prestigio. Y por ello, no tuvieron dudas al decidir que era ella quien merecía enfrentarse a Inés Hernand en el duelo final: “Estoy supercontenta de haber vivido esto con mis compañeros. Salgo de este programa con una nueva mentalidad”, celebraba la influencer.
Pitingo cerraba su paso por MasterChef con la medalla de bronce y Francis Lorenzo como cuarto clasificado y también, como el más disfrutón del grupo. “Un auténtico campeón en entrega, ilusión y energía. Qué buen partido le has sacado a MasterChef, te admiramos y te damos las gracias por ello”, le dijeron los jueces.
El menú ganador de Inés, “a la altura de un 3 estrellas Michelin”
Con las chaquetillas asignadas a las dos duelistas, llegaba un cocinado de lo más esperado por aquellos que han seguido la edición de MasterChef: “Lo que quería España: dos locas en una final”, bromeaba Rivers, que confesaba cerrar esta experiencia siendo “una nueva Marina, más feliz con el camino recorrido”.
Para su último cocinado en el talent show de TVE, Inés Hernand apostaba por un menú inspirado en las distintas etapas de su vida, y recibía el apoyo en plató de su novio Guille, y sus amigas Andrea Compton y Nerea Pérez de las Heras. Marina, por su parte, se veía arropada por sus padres y su hermana, a quienes homenajeaba en un menú especial para luchar por la victoria.
Dabiz Muñoz, que ha sido noticia estos días por el próximo estreno de su propia docuserie en Netflix, era el encargado de valorar junto a Pepe, Jordi y Samantha los menús de la final de MasterChef Celebrity 9.
La cata comenzaba con Inés Hernand y su Menú de las mil y una vidas, inspirado en la suya propia y repleto de mensajes reivindicativos de principio a fin: “Porque la vida no es a la carta, pero sí podemos aprender a disfrutar el camino”, explicaba. Y su primer plato eran unas Patatas a la importancia dedicadas a su abuela, que falleció en 2017.
“Está dedicado a la cocina de resistencia, de la hambruna, que vivió mi abuela. Siempre vivió por y para los demás, fue la persona que confió en mí por primera vez cuando estaba viviendo una situación de padres ausentes. Lo más importante que me llevo es que todas las injusticias que ella sufrió son las que no soporto. Ya no está, pero aprovecho para reivindicar a las abuelas que estuvieron y han hecho una generación de nietas resilientes y luchadoras que hoy se plantan donde sea”, expresó emocionada, provocando también las lágrimas de sus compañeros. Dabiz Muñoz lo calificó como “un 10” en cuanto a sabores.
El segundo de Inés constaba de unos solomillos de pichón, bajo el título Sacando la patita. Estaba inspirado en la diversidad y la búsqueda de la identidad, y hacía apología a la cultura del esfuerzo: “En todos los curros por los que he pasado he aprendido algo. No pasa nada por equivocarse, pero alrededor pasan cosas que te cambian la vida”, explicaba. El chef invitado lo valoró como “lo puto más” y Pepe Rodríguez le dio “un 10 absoluto a la altura de un 3 estrellas Michelin”.
El postre estaba titulado Zona de confort, y dedicado a su familia elegida con Nerea Pérez de las Heras como una de las grandes destacadas. “Es un llamamiento a celebrar la vida. Hay que vivir el presente, y no hay que ser juzgones. Si algo me llevo de MasterChef es despojarme de muchísimos prejuicios. Y quiero pedir perdón a quien se haya podido sentir ofendido desde casa, o malinterpretar una acción mía. Rectificar es de sabios”, comentaba, aludiendo a su “bocachanclismo”.
“Se te ha ido la olla. Qué burrada de postre, qué gusto. Sería incapaz de hacer esta combinación y que funcione”, reaccionaba Pepe Rodríguez, que lo calificaba como uno de los platos “más inteligentes” que han tomado en mucho tiempo por su llamativa mezcla de ingredientes. “Qué fantasía es esta. Sorprendente, inesperado, inteligente”, destacaba Dabiz Muñoz, mientras Inés terminaba de afinar su mensaje con una reivindicación de la diversidad: “Muchos de mis amigos y amigas son queer. Para mí, que se entienda que lo que triunfa es la diversidad, es el mensaje que quería dar. Este es un mundo muy grande, ha de ser plural y ha de ser diverso”.
El menú de Marina Rivers también estaba inspirado en su propia vida y en concreto en su familia, que asistía orgullosa desde el palco a este gran homenaje. El primer plato, titulado Navidad y con los carabineros como ingrediente principal, iba dedicado a su madre y familia materna: “Mi madre es la persona que más luz me da en el camino”, apuntaba emocionada, al tiempo que los jueces valoraban que era una elaboración “de una persona que lleva mucho tiempo en la cocina, mucho más madura”.
El segundo de la influencer iba dirigido a su padre y a su familia paterna, por recordarle de donde viene, y en especial a su abuelo fallecido que “tenía un cerezo en su casa”. “Cuando murió vendimos esa casa, y es un homenaje a él y a ese lugar donde no podemos volver”.
El postre era en formato deconstruido, con un mensaje contra el acoso que recibe en su día a día como creadora de contenido en redes: “He recibido bastante hate, y durante bastante tiempo me callaba porque tenía miedo de que volvieran. Este postre es lo que soy yo, que soy un poco rara. Perdí el miedo hace unos meses y volví a alzar la voz. Todos tenemos algo importante que decir, y este postre dice muchas cosas sobre mí”.
Finalmente, y tras la presentación de los dos menús completos, los jueces de MasterChef Celebrity 9 coronaban a Inés Hernand como su ganadora.