“Es la primera vez que viene alguien que se dedica al modelaje” empezó diciendo David Broncano para presentar a Jessica Goicoechea que, por primera vez aparecía en La Resistencia.
La modelo e influencer saludó al presentador y se sentó rápidamente en el sillón, a pesar de que él le pidió que se quedara un rato de pie: “Estoy temblando de los nervios”, confesaba ella que se negaba a volver a ponerse de pie, hasta que no se le pasara la tensión de estar allí.
Sin embargo, con el paso de la entrevista, todo dio la vuelta y fue él quien acabó cediendo en todo lo que se le pidió. Ella le regaló un biquini de su colección que le pidió que luciera y él se lo puso. También emitieron un vídeo de sus trabajos, y Broncano acabó imitándola arrastrándose por el suelo. Y hasta se dejó electrocutar, cuando ella aceptó hacerlo pero con él de la mano.
Así, a Goicoechea se le fueron pasando los nervios y respondiendo a las preguntas que le lanzaron. Una de ellas despejó la duda de si era real o leyenda que no le habían dejado dedicarse a la moda por su altura: “Es verdad, no podía porque uno de los requisitos es medir, mínimo 1'75 y yo debo andar por 1,66”, señaló. Algo que cambió con la llegada de Instagram que le ha dejado dedicarse a ello por completo.
Sobre esa red social, donde acumula más de un millón y medio de seguidores, le preguntó Broncano que hasta le pidió que le mostrara su teléfono para ver cuántas horas al día pasaba conectada a Instagram. Ella accedió y mostró en pantalla que en una semana podía estar de media unas 7 horas u 8 al día. Pero es que “es mi herramienta de trabajo”, alegó. A la vez que mostró que el día anterior solo había pasado 34 minutos en ella: “Fue mi único día de descanso y desconecté de todo”, confesó.
Por su lado, Broncano recordó que él antes sí podía pasar una hora en dicha aplicación, pero desde hace tiempo vive mucho menos pendiente y quizá le dedica dos minutos al día.
Para finalizar, el presentador le preguntó a Goicoechea cuál era el famoso “más famoso” del que tenía el contacto en su teléfono. Ella no quiso desvelar el nombre, ni dar las dos iniciales y solo soltó la primera: “C”, dijo y el público coreó “Cristiano”.