Jordi Cruz explica sus elogios a Díaz Ayuso: “Soy tecnócrata y me gusta la gente que gestiona bien”
Con MasterChef en el ecuador de su novena edición y en pleno cambio de ubicación para su restaurante A Tempo, Jordi Cruz ha hecho balance de los últimos meses marcados por la pandemia, para saber cómo ha afectado a su labor. El cocinero ha hablado con La Vanguardia sobre su imagen pública, especialmente después de que a finales de abril, sorprendiera al asegurar que él “que nunca habría votado al PP”, ahora votaría a Isabel Díaz Ayuso, siguiendo el ejemplo de otros empresarios de la restauración.
“Me dijeron que yo me había posicionado y en ningún momento fue así porque yo soy cocinero, nunca he hablado de política porque no me interesa y si me he de definir políticamente, soy tecnócrata y me gusta la gente que gestiona bien, porque interpreto el país como una empresa. Y me pareció que Ayuso tenía una forma de pensar que era esa”, afirma.
“No estamos hablando de ideología política ni de catalanismo ni de madridismo, sino de coherencia. No hay más”. El chef insiste en que “la gastronomía es un pilar en este país y ella lo ha tenido en cuenta”.
Considera que a nivel estatal “ha habido unas deficiencias” en la gestión de la pandemia y en la forma de abordar el problema de la hostelería: “Si no me dejas trabajar no me cobres. Ha habido una mala gestión. Pero quien no haya entendido que este virus era antisocial y que por desgracia nosotros nos dedicamos a un mundo social, tiene un problema”.
Contra la etiqueta de “chungo” y “tiquismiquis” en 'MasterChef'
Este es uno de los aspectos destacados de una conversación en las que afirma que MasterChef es “la única televisión que me gusta” y no renunciará a seguir haciéndolo, aunque a la vez recalca: “No haré más televisión, seguramente”.
Sobre el talent show de Shine Iberia dice que “acabará de una forma natural”, tras lo que él se volverá a “centrar en la cocina”. “Aunque eso no quiere decir que no lo esté ya”, matiza, y reconoce que “la vida personal la tenía arrinconada” con su enfoque en el trabajo en sus múltiples vertientes. También alude a la imagen de “chungo” y “repelente” que se la ha dado en el programa, cuando “va en contra de cómo soy”: “Soy exigente, tiquismiquis en la cocina, porque un plato está bien o está mal y no hay términos medios”, argumenta.
“Se puede considerar que en MasterChef hago un papel crítico, y realista de lo que la gente espera encontrar de un chef en un restaurante. ¿Soy así todos los días? No, soy una persona muy equilibrada, que me gusta mucho el buen rollo, que no me gusta discutir con nadie. Soy una persona que tengo carácter, porque mi padre lo tenía y es lo que hay. Pero lo gestiono y vivo en paz conmigo mismo. Soy una persona que jamás va a ir a un restaurante a decir este plato está mal, sino que siempre trata de buscar la parte positiva”, asevera.
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