LaLiga vuelve al césped pendiente de dos decisiones claves sobre el futuro de sus derechos audiovisuales
Con apenas unos días de “descanso” tras la finalización de los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, la agenda deportiva vuelve a llenarse con el comienzo de una nueva temporada de LaLiga. La competición arranca este viernes 13 de agosto con el Valencia-Getafe, sumida en una gran marejada por el acuerdo firmado con el fondo de capital riesgo CVC y la marcha de Messi del FC Barcelona, y con el horizonte próximo de la nueva subasta por sus derechos televisivos.
En las últimas semanas, tanto Movistar+ como OrangeTV (con Vodafone TV apostando todo a la ficción) se habían enzarzado en una “guerra de promociones” con rebajas para adquirir sus paquetes que permiten ver el fútbol, dando prioridad en esa pelea por los suscriptores a todos los que pudiesen robarle a su rival. Los derechos televisivos de LaLiga se subastaron por última vez en el año 2018, por un período que comprendía las tres próximas temporadas (2019-20, 2020-21 y 2021-22), y que fue adjudicado a Telefónica por 2.940 millones de euros, lo que ya supuso un 5% menos que la anterior puja.
Por lo tanto, cuando acabe la temporada que arranca este viernes, esos derechos habrán caducado. Y por eso muy pronto, seguramente este mismo mes de septiembre, se producirá un nuevo concurso. En él, a priori, se supone que no sólo van a estar “invitados” los actores habituales del sector (principalmente, Mediapro y Telefónica), sino que la puja podría abrirse a otros nuevos pretendientes como Dazn o Amazon Prime Video, en lo que supondría una definitiva revolución del mercado de los derechos deportivos en España, como ya hemos visto con los deportes de motor.
Pero lo ocurrido en las últimas semanas, y también en los últimos días, ha puesto en pie de guerra a Javier Tebas y a LaLiga que preside por tres asuntos que claramente pueden devaluar esos derechos: la SuperLiga fundada por los dos “grandes” del fútbol español, el adiós de Messi al Barça, y el conflicto judicial contra Florentino Pérez y el Real Madrid por la firma del acuerdo con el fondo de capital riesgo CVC.
Cuando los derechos importan más que el propio fútbol
Son, aunque pueda no parecerlo, tres conflictos que en realidad están relacionados. El contexto de crisis económica por la pandemia del coronavirus ha afectado principalmente a los equipos “grandes”, que tienen un negocio más global y mayor necesidad de ingresos respecto a los humildes, que sí son capaces de cuadrar sus cuentas. Por ese motivo, y tras muchos años barruntándolo, Real Madrid y FC Barcelona se presentaron como fundadores de la Superliga. Un proyecto que fracasó tras encontrar la lógica oposición de LaLiga, cuya competición se devaluaría sin los tres principales equipos españoles (también el Atlético de Madrid). Pese a ello, blancos y culés siguen formando parte de él y abogando por que salga adelante.
El propio Florentino Pérez explicó que esa Superliga era necesaria porque si no el fútbol “está en la ruina”. En este apartado entran los mecanismos de control económico de LaLiga y de la UEFA, tan discutidos a nivel europeo con equipos como el PSG o el Manchester City. Pero que según denuncia el Barça, a nivel nacional han provocado que se queden sin espacio salarial y precipitado el adiós de Messi. En tres años, LaLiga ha perdido a sus dos grandes estrellas (Cristiano Ronaldo y Messi), y en esta misma temporada también ha salido Sergio Ramos. Lo que seguramente afectará al valor de sus derechos.
Las estrecheces económicas de los equipos españoles y su menor competitividad en la Champions, pero sobre todo la amenaza de la Superliga, hicieron que LaLiga de Javier Tebas alcanzase un acuerdo con el fondo de capital riesgo CVC. Un plan que fue aprobado por los clubes en comisión delegada, y que deberá ser ratificado en asamblea este mismo jueves 12 de agosto, la primera fecha clave. En dicha reunión habrá dos posturas contrarias muy claras: la del FC Barcelona, expresada en un comunicado, y la del Real Madrid, que ha ido incluso más allá querellándose contra Tebas y CVC.
La principal reclamación es, precisamente, por los derechos audiovisuales. Y es que tanto Florentino Pérez como Joan Laporta aseguran que este acuerdo expropiará el 10,95% de los derechos audiovisuales de la entidad durante 50 años, lo que causará perjuicio económico a los dos “grandes” del fútbol español. Sin embargo, la decisión se tomará de forma colegiada por todos los clubes, y dado que los demás si pueden verse beneficiados e incluso “salvados” a corto plazo por ese acuerdo, no se descarta que sea aprobado aún con las amenazas de Real Madrid y Barça, que tendrían así un motivo más para reclamar la creación de la Superliga.
Con esta nueva “guerra del fútbol”, que vuelve a ser por sus derechos audiovisuales, LaLiga regresa sabiendo que de cara a su futuro, la segunda fecha clave, la más importante, será dentro de unas semanas, cuando en el mes de septiembre se produzca la subasta. Una puja que ya contaba con el aliciente de haber suscitado el interés de plataformas para pelear con las habituales empresas (lo que podría revalorizar su coste), pero que tras los últimos acontecimientos parece haberse devaluado, lo que supondría menos ingresos para LaLiga y un menor reparto para sus clubes, en un contexto de crisis por el que ya preocupa su competitividad a nivel europeo y su estabilidad financiera. Un contexto que los operadores intentarán aprovechar para abaratar sus pujas y obligar a LaLiga a venderse más barata.
[ACTUALIZADO] Acuerdo de LaLiga por el plan con CVC
En su reunión de este martes 12 de agosto, la primera de las dos decisiones claves, LaLiga ha logrado el aval de los clubes de fútbol para sacar adelante la operación de venta de parte de su negocio anunciada la pasada semana. Eso sí, los cuatro clubes que han votado en contra del acuerdo (Real Madrid, FC Barcelona, Athletic Club y un cuarto) podrán decidir no acceder al dinero que aporta el fondo de inversión a cambio de no ceder la parte de los derechos televisivos que les corresponderían. Toda la información, en elDiario.es.