El cuarto capítulo de La Otra Mirada en uno de los días más competitivos de la semana en televisión: contra Factor X en Telecinco, Ven a cenar conmigo: Gourmet edition en Cuatro, el cine de Antena 3 y Pesadilla en la cocina de laSexta.
Y es que la nueva entrega de la serie producida por Boomerang contenía una fuerte carga de mensajes feministas, revolucionarios y lecciones sobre sexualidad que los seguidores de la ficción no han podido dejar de compartir en las redes.
Desde el estreno de la producción en TVE los comentarios positivos y de agradecimiento por la emisión de este producto en la cadena pública no se han dejado de suceder, pero con este cuarto episodio se han multiplicado los halagos hasta alzar el título de la ficción al cuarto tema más hablado en Twitter.
Estas han sido las cuatro lecciones más aplaudidas de la entrega:
La importancia de las clases sobre sexualidad
Después de saber que las alumnas buscan información sobre sexo en sitios donde no procede, el claustro decide que Luisa imparta la primera clase sobre sexualidad en la Academia.
“Una clase para mujeres maduras y responsables. Con esta clase no pretendemos animaros a hacer nada, simplemente consideramos que es necesario que tengáis información rigurosa y correcta en cualquier caso”, decía la profesora que iniciaba el despertar más correcto de sus estudiantes:
Luisa ofrece una clase sobre sexualidad
Una clase práctica para conocerse a fondo
Pero la clase teórica de sexualidad no fue suficiente y Teresa animó a sus alumnas a completarla con una lección práctica.
Cogió un espejo, lo puso en el suelo e hizo entrar una a una a la habitación para que reconocieran lo que tenían entre las piernas y se familiarizaran con él: “Vais a pasar toda la vida juntos”.
“Vuestros cuerpos son vuestros y de nadie más”
Uno de los momentos más impactantes del capítulo llegaba cuando Teresa explicaba a sus alumnas que eran dueñas de su cuerpo y de su sexualidad: “La sociedad considera la experiencia sexual de un hombre como un atributo del desarrollo de su personalidad, mientras que en el caso de las mujeres es una terrible calamidad: la pérdida del honor y de todo lo que se considera como noble y bueno en el ser humano”.
Algo que la profesora aseguraba que no podía seguir así: “Cuando nosotras queremos disfrutar del sexo nosotras somos unas golfas, se nos educa en la culpa, la deshonra, la bajeza y es algo intolerable. Las mujeres tenemos pleno derecho a disfrutar de nuestra intimidad sin complejos, sin culpa, sin vergüenzas, con sensatez pero siempre desde la absoluta libertad”.
Y cuando Roberta preguntaba si “siempre que tu pareja quiera tienes que estar dispuesta”, la profesora decía lo siguiente de forma contundente: “Nunca hagas nada que no desees hacer: tu cuerpo es solo tuyo y nadie más decide sobre él”.
Un mensaje que llega a los espectadores en un momento en el que la sociedad está luchando porque las mujeres estemos en igualdad de condiciones que los hombres a la hora de decidir, de creernos y de disfrutar:
Teresa: “Vuestros cuerpos son vuestros y de nadie más”
“Si tú no te quieres como te mereces nadie lo va a hacer por ti”
María Jesús, que llevaba días escribiéndose con un joven, temía que al verla en persona la rechazase por no estar a su altura. A lo que Luisa le explicaba: “Tienes que sentirte especial siempre pero no porque ese muchacho te diga palabras bonitas sino porque lo eres de verdad. Pero si tú no te quieres como te mereces nadie lo va a hacer por ti”.
En ese momento, Luisa rompía la carta y le demostraba que ella seguía siendo “igual de bonita y especial y única”. Añadiendo la siguiente reflexión que impactaba a la joven: “No hay que ganarse el respeto de un hombre satisfaciéndole. Aquí no estamos para ser esclavas de nadie”.
“Esta es la televisión pública que merecemos, con mensajes de este tipo”
La respuesta de los espectadores al capítulo fue de entusiasmo y agradecimiento por el contenido “más necesario que nunca”: