Crónica de la gala en TVE

'Maestros de la costura 5' se cargó a la favorita para ganar, tras la eliminación “más reñida”

Paula Hergar

6 de abril de 2022 01:02 h

La nueva entrega de Maestros de la costura 5 despidió a la aprendiz favorita para ganar la edición: Isabel. La holandesa que repetía en el talent “por necesidad” tras pasar un bache económico, se marchaba con lágrimas en los ojos. “Hoy se separa el dúo dinámico”, le decía Eduardo Navarrete que había sido su mayor apoyo.

A la vez que Raquel Sánchez Silva la despedía también emocionada: “Ha sido un sueño haberte tenido dos veces aquí”, aseguraba. Y es que Isabel había sido la concursante perfecta semana tras semana, hasta que en esta tuvo un “problema de proporciones” que Lorenzo Caprile, María Escoté y Palomo Spain no pudieron perdonar.

Todo ello en una noche que, contra todo lo esperado, la que brilló fue Lili, la concursante más débil hasta la fecha.

Primera prueba con una “perfecta” Lili

En el primer examen de la noche, el jurado exigió que las costuras fueran limpias y no quedaran bolsas ni bultos extraños. Para ello, el diseñador Jorge Acuña intentó concienciarles de la importancia del diseño bien hecho y la costura a medida.

Una vez asimiladas las claves, los jueces señalaron a los aprendices que debían coger los vestidos rectos y adaptarlos “perfectamente al maniquí” en 30 minutos. Así lo hicieron y los más acertados del taller fueron Isabel por un “perfecto entallado”, Lili por un trabajo “fenomenal” que les sorprendió, Lluis y Pablo presentaron trabajos con algún error pero casi impecables y Borja también convenció. Mientras que los que reunieron más fallos en el reto fueron Navarrete por la prenda “asimétrica” y Caterina por no haber buscado el centro del vestido.

Por todo ello, el jurado señaló a Eduardo como el peor de la prueba y a Lili como la mejor, por primera vez en una prueba técnica para ella.

Exteriores con un equipo acertado y otro desastroso

El jurado y los aprendices viajaron al Museo de la Seda de Valencia. Allí Lili, al ser la mejor de la anterior prueba, se erigió como la jefa de los dos equipos. Ella misma los formó: Lluis, Caterina y Pablo se vistieron con el color naranja y Edu, Isabel y Borja con el de verde.

El reto fue copiar dos looks de kimonos de seda acompañados de pantalones, firmados por la diseñadora de moda Adriana Iglesias. En tan solo una hora y 20 minutos.

Aunque Lili formó dos equipos bastante equilibrados, su liderazgo vivió algo de “caos” al ser demandada por todos e intentar contentarles. Algunos ponían en duda su conocimiento con la máquina de coser y cuando se sentaba a ayudar a unos, los otros gritaban. “Nos ha dejado vendidos”, se quejaba Navarrete, al verla marcharse con los naranjas. De hecho, a 15 segundos, la jefa se fue a ayudar a un equipo y al otro no dejándoles con el maniquí sin montar y en el suelo. Ese favoritismo indignó a Edu, Isabel y Borja que se sintieron totalmente “con el culo al aire” por parte de la jefa.

Pero no conforme con el trabajo hecho, cuando pensaban que habían acabado, los jueces les pidieron que usaran los retales de seda para hacer complementos. Algo que aún redondeó más el resultado del equipo naranja, que logró hasta seis extras para su look.

Por todo ello, los jueces decidieron que Lluis, Caterina y Pablo continuaran una semana más y Edu, Isabel y Borja fueran a eliminación. También criticaron el trato a Lili de estos últimos por infravalorarla y ellos ensalzaron su liderazgo en ambos equipos. Por lo que también estaba salvada.

Los veteranos favoritos a eliminación

Edu, Isabel y Borja reaparecieron en los talleres con los mandiles negros puestos para enfrentarse a una nueva prueba de eliminación: diseñar y confeccionar una prenda que reuniera las características de la moda slow en 90 minutos.

Debía ser una prenda confeccionada, de primera calidad y estar hecha para durar toda la vida. Algo que se tomaron muy en serio los tres y, al faltar 20 minutos para acabar, Raquel Sánchez Silva sentenciaba: “Es la prueba de eliminación más reñida del programa”. Y es que lo stres estaban al mismo nivel.

Al finalizar el tiempo, Eduardo presentó un caftán con una “tela bien escogida, atemporal pero mal cosido”. Isabel apostó por un vestido con “problemas de proporciones, sin planchar y una cremallera sin terminar”. Y Borja entregó una chaqueta con una “tela muy bien escogida, con un forro como gran idea y distintas opciones”.

Los jueces se retiraron a deliberar y al regresar, Caprile sentenció: “El aprendiz que no continúa es Isabel”. Una frase que lamentaron mucho todos los presentes. Eduardo la abrazó y se despidió apenado de su mejor compañera. A la vez que Isabel se derrumbaba: “Lo necesitaba mucho y estaba feliz aquí pero seguirá para adelante”, aseguró con lágrimas en los ojos.