Paloma del Río ha sido la protagonista del nuevo encuentro de Orgullo Diario Fest, el festival organizado por eldiario.es para celebrar la diversidad con un maratón de encuentros durante la semana del Orgullo LGTBI. La periodista de RTVE, referente en el mundo del periodismo deportivo, ha charlado con Vertele sobre deporte e inclusión, así como de los grandes retos que existen todavía en ese ámbito.
La protagonista de este encuentro ha hablado de los miedos y las dificultades que todavía se encuentran muchos deportistas para visibilizar su sexualidad, especialmente los se dedican a deportes de equipo. “Hay muchos intereses. Especialmente los deportistas de equipo dependen de unos clubes y estos tienen un código de conducta, unas condiciones... Además, el miedo que tienen de ser discriminados, los contratos que se pierden con patrocinadores... en su caso no es solo una decisión personal. En los deportes individuales muchas de esas pegas se eliminan, pero en el de equipo es más complejo”, explica.
Aunque Del Río asegura que no ha visto ningún contrato que prohíba expresamente a los deportistas hacer pública su orientación sexual, sí sospecha “que el mundo de la homosexualidad está presente en el mismo porcentaje que en el resto de la sociedad y es rarísimo que nadie dé la cara en el fútbol y baloncesto”, por poner dos ejemplos de deportes de masas.
La periodista apunta que “en la categoría femenina es más habitual, pero no me creo que no haya gays en el mundo del fútbol masculino. Estoy segura de que hay unos intereses por detrás y unos condicionantes para que los futbolistas o jugadores de baloncesto o balonmano no decidan hablar abiertamente de su sexualidad como hacen en otros deportes”.
En ese sentido, la profesional de RTVE destaca que hay disciplinas en las que los deportistas han salido del armario con total naturalidad como el patinaje, la gimnasia y el fútbol y balonmano femeninos. Una naturalidad que les permite liberarse e incluso mejorar su rendimiento: “Se quitan una piedra de su mochila y viven con una tranquilidad mayor, sin tener que estar ocultándose. Cuanta más naturalidad le demos, mejor para la sociedad”, expresa.
“Cada paso que dan los deportistas de élite es un paso para la sociedad”, insiste Paloma del Río, que considera que los referentes en el mundo del deporte pueden ser de gran ayuda para que la gente -sobre todo en ciudades pequeñas- no sea señalada.
Donde también han aumentado los referentes es en televisión, gracias en parte a que aparezcan con gran frecuencia parejas homosexuales teniendo citas en programas como First Dates. “A base de verlos vamos acostumbrándonos a que existen, a que existimos, a que estamos entre la gente. Ni nos salen cuernos ni rabito, ni vamos con tridente”, afirma.
Con respecto a los deportistas trans, que ya tenían representación en las Olimpiadas que finalmente se celebrarán el próximo verano, insiste en no ponerles nombres y apellidos como parte de esa normalización: “Van a salir a competir como uno más. Si empezamos a señalarles es cuando vamos a darles una importancia que en su proceso seguramente no existe”. Además, ayuda a desmentir el falso mito de que puedan tener ventajas físicas por su cambio: “Lejos de lo que se pueda pensar, todo ese proceso hormonal que reciben para cambiar de sexo no les beneficia. Muchas veces pierden masa muscular, resistencia, velocidad...”.
Preguntada por la situación de España en comparación con otros países, ella, que ha convivido con deportistas de todas las partes del mundo en los Juegos Olímpicos, destaca que “los nórdicos son los más avanzados en este tipo de legislación y normalidad”. No obstante, Del Río nos sitúa “dentro de los países más avanzados en cuanto a legislación” -hoy se cumplen 15 años de la ley del matrimonio homosexual-, pero no en cuanto normalización en el deporte. Apunta, eso sí, que “es decisión personal” de cada uno.
Los problemas del deporte en cuanto a visibilidad LGTBI no son ajenos al resto de ámbitos y de la sociedad. Y aquí se incluye el periodismo deportivo, al que del Río lleva dedicándole 33 años de su vida ligada a TVE. Preguntada por su propia experiencia y si ha sufrido algún tipo de discriminación por el hecho de ser lesbiana, explica que “como profesional, no. Insultos y frases que dan pena, no porque me lo digan a mí, sino por el individuo, sí he tenido”. Sostiene igualmente que no cree “que afecte a la profesionalidad ni a la calidad del trabajo que hago. ¿Cómo afectará al profesional a quien quiera?”.
La periodista publicó en 2017 Enredando en la memoria, su biografía, en la que habló abiertamente de su orientación sexual. Sobre la repercusión que tuvo entonces sus palabras, indica “dentro de mi familia y trabajo nunca he tenido ningún problema, todo el mundo sabe cómo soy. Al escribir el libro contaba con que tuviera que salir”. Del Río comparte que “no me he escondido nunca ni me he metido en ningún armario, he vivido mis amores con toda naturalidad. El escribir el libro supuso hablar de eso y creo que fue bueno”.
La veterana comentarista valora cómo el contexto político ha cambiado respecto a cuando se aprobó la citada ley del Matrimonio Igualitario. “Cuando aprobaron, salió el PP a decir que la iba a llevar ante el Tribunal Constitucional”, recuerda, “hay muchas personas del PP que son homosexuales y que han podido casarse. Es el mundo al revés”. Sobre el punto alcanzado en 2020, opina que “ahora la mentalidad que viene de la parte de la ultraderecha es que volvamos a la mentalidad piramidal, que haya alguien que decida lo que tenemos que hacer”.
En contra del discurso más conservador, del Río defiende que “el mundo ha avanzado, estamos en una democracia, cada uno que piense como quiera y que respete al de al lado. Siempre respeto lo del 'vive y deja vivir' y creo que es una manera muy fácil de vivir. No permitas que los demás te digan lo que tienes que hacer”.
Sobre los retos que aún quedan por delante en el deporte, la periodista defiende que “hay que derribar la barrera del miedo. La comprendo por el miedo que puedan tener, por las indicaciones y sugerencias de sus clubes o las personas que les contraten. Pero los deportistas que quieren a una persona de su mismo sexo no saben el bien que hacen haciéndolo público”. Es más, comparte que se ha “encontrado con muchos que cuando han dado el paso se han quitado un peso de encima. En el mundo del deporte la vida ha seguido cuando deportistas han salido del armario. No se ha parado el mundo, y ellos se han quitado un peso del mundo”. Por ello, “posiblemente tendrán un rendimiento mucho mayor porque van a tener mayor paz”.
Además, señala cómo el resto de la sociedad podemos poner de nuestra parte para caminar en la misma dirección. “Hay que seguir con el ejemplo, dar pasos para que lo digan abiertamente y demuestren su sensibilidad y su forma de vida. Nadie les va a juzgar. Y si lo hacen, va a ser un momento, cuestión de días. Luego estas cosas bajan”.