La segunda entrega de Para toda la vida en Telecinco vivió sus habituales citas de Sheila, con el acercamiento a sus solteros, pero también experimentó una pequeña revolución entre ellos. Más allá del cameo de Manu Carreño, que comentó un partido de futbol entre los participantes, junto a Jesús Vázquez al que definió como posible nuevo fichaje.
De los 16 que empezaron en esta nueva gala, solo quedaron 14 al finalizarla. David y Teddy se fueron sin rosa y seguramente tuvo mucho que ver con lo ocurrido.
Desde el arranque, el programa mostró cómo todos conviven en una mansión y, al competir por el corazón de Sheila ya empezaron a saltar chispas. Sobre todo entre Carlos - el favorito- y Teddy. El primero hablaba mal del otro siempre que podía, y el segundo se defendía.
Poco a poco se fue calentando el ambiente, hasta que la noche antes de la expulsión, no aguantaron más: “Hoy la gente se ha levantado diciendo que se piraba..”, confesaba Miguel, uno de los pretendientes. Y al sentir tanta tensión, Sheila preguntó: “¿Qué está pasando?”.
“Debería hablar el que acusa y los acusados”, le respondieron y así lo hicieron Carlos y Teddy. El primero argumentó lo “oscuro” de su compañero: “No me pareces una persona transparente o natural, te lo digo a la cara”, aseguró refiriéndose también a que había entrado al programa con un amigo. “No buscaba atacar a nadie, ni tener confrontación”, contestó el agraviado.
Tras la bronca y el posicionarse de unos y de otros, Sheila tuvo que entregar sus rosas dejando sin ellas a Teddy, lo que demostró que apoyaba a Carlos. “En estos primeros días que hemos compartido juntos, cada detalle me ha hecho sentir la persona más afortunada del universo. Por otro lado, con alguno de vosotros por dudas, desconfianza o por no encajar, no ha surgido la conexión”.
Teddy se marchó cabizbajo: “Me voy con mal sabor y dolido porque todo lo que se ha generado alrededor de mi persona, por todos los ataques que se han generado a mis espaldas. Estoy desilusionado, aunque hay que saber gestionar el rechazo”.